ABC MADRID 23-01-1972 página 16

ABC. D O M I N G O 23 DE E N E R O DE 1972. EBICíON DE LA MAÑANA. PAG. 16. monia de ayer en el palacio bruselense de Egmot cabe y debe retrotraerse, por tanto, a la ocasión en que el presidente Pompidou- -atemperador de la política de quien fundara la V República- ante el más alto comido comunitario, reunido en La Haya hace poco más de dos años, arriaba solemnemente el veto de su país ante las peticiones británicas. Hasta entonces pesó un obstáculo político insalvable contra las pretensiones de Londres: las negativas, corteses e inalterables, del Gobierno de París. En las puertas del Mercado Común habíanse estrellado por igual las tentativas del Gobierno conservador de Harold MacMillan que las del Gabinete laborista de Harold Wilson. El primero sólo pudo conseguir una lucida percha de faisanes, en Colombey, al cabo de conversaciones íntimas con el general; el segundo obtuvo idéntica negativa, aunque sin el aderezo de las deferencias ofrecidas a su predecesor en el 10 de Downing Street. ¿Qué había pasado para que mediara cambio de tanto fuste en la actitud francesa? Las relaciones franco- alemanas no siguieron el camino de cuanto prometían cuando De Gaulle tenía como interlocutor en la cancillería de Bonn a Conrad Adenauer. Un Gobierno liberal- socialista en la República Federal rompía amarras con vtejas paridades políticas y principiaba su propia andadura hacia la normalización de sus relacionéis con el Este, mientras la economía germana alzábase muy por encima de la de Francia dentro del concierto comunitario. ¿Habría realizado De Gaulle, al cabo, lo que Pompidou hizo en La Haya? La respuesta se fue al otro mundo con el general. Lo que ofrece pocas dudas es que Francia busca, con la adhesión de Gran Bretaña a la Comunidad Económica Europea, un horizonte de equilibrio interno que calme su desasosegado mirar al resurgido poder económico de Alemania. Gran Bretaña, pues, aunque rompe con un pasado de aislacionismo político ante los avatares del Continente y corta lazos de especialísirna relación con Norteamérica (cuyos soldados siguen en Europa... es llamada al mismo tiempo por Francia para una tarea en la que le será dado reanudar continuidades con su pasado. Un papel de arbitro, la posibilidad de equilibrar en beneficio de París la balanza de poder germano- francesa. Este valor político añadido a su continentalizacion compensará a buen seguro, en los cálculos de Londres, la disolución del binomio anglo- americano, sin cuya pasada vigencia sería imposible explicar las claves fundamentales de los últimos cincuenta años de historia universal. Volviendo a fas primeras líneas de este comentario, al retomar el hilo de las hipótesis sobre el peso de la jornada bruselense de ayer 1 en el equilibrio del munido, ctóemos oportuno, necesario, señalar y resumir, que la Europa de los Diez si capaz de eptrar en la elaboración del nuevo sistema de poderes planetarios, se habrá de ver constreñida, al mismo tiempo, a dilucidar en su seno versiones novísimas de un viejísimo tema: el de la balanza de poderes Lanzadera diplomática de la que el Reino Unido de la Gran Bretaña se sirvió tan hábilmente para asegurarse ventajas, cuando no primacías, sobre los pueblos europeos todos; de Brest a Bucarest o desde el Atlántico a los Urales, como gustaba decir el general De Gaulle. La unidad europea ya depende sólo de los propósitos de enmienda de la tenaz, lúcida y fría Albióa, ABC DIRECTOS: Torcuato LÜCA ¿e TENA DIRECTOR ADJUNTO: Pedro de LORENZO SUBDIBECTOHES: Jesús REVUELTA IMAZ 7 Luis María ANSON R E D A C C I Ó N ADMINISTRACIÓN Y TALLERES: SERRANO, 61. M A D R I D APARTADO 43. TELÉFONOS- -Redacción y Talleres: 2251710 y 2759408. Administración: 2255020 Editor: PRENSA ESPAÑOLA, 5. A. OPINIONES AJENAS, POLÉMICAS, CARTAS, PÍINTUALIZACIONES, COMENTARIOS. LAS MONARQUÍAS EUROPEAS Celso Montero ha publicado en el diarlo La Reglón un trabajo del que reproducimos por su interés los siguientes párrafos: En los tres países escandinavos, Noruega, Suecia y Dinamarca, él Gobierno reviste la forma de la Monarquía constitucional hereditaria. A diferencia de muchos importantes personajes o ejecutivos de hoy, que ocultan los números de sus teléfonos privados, los Monarcas escandinavos los anuncian en la guía pública, a disposición de los ciudadanos que quieran llamarles. El Monarca es, en los países noreuropeos, una figura simbólica símbolo de pueblos capaces de conjugar continuidad y progreso, tradición y pragmatismo, jerarquía y libertad. En ninguna sana del mundo se han alcanzado niveles más altos de justicia en libertad, de bienestar generalizado, de tolerancia cívica, de educación, de sanidad. El Rey enlaza la marcha de la vida con las raíces de la Historia. Pero el Gobierno y la Ley los hacen los representantes libremente elegidos por el pueblo. La libertad de asociación y expresión es sagrada. El Rey encarga siempre de formar Gobierno al líder del partido que obtuvo mayoría en las elecciones. Así tenemos el caso, sólo paradójico para una mentalidad meridional, no para la nórdica, de que los países escandinavos, monárquicos por construcción, son los míe más tiempo han llevado, en lo que va de siglo, gobernados por partidos de tipo socialista- democrático. Por supuesto, también hay fallos en los países escandinavos. El peligro de vivir demasiado a ras de tierra, con unos gobiernoprovidencia que resuelven desde el paro obrero hasta la salud y la ancianidad. La falta de ideales colectivos. La necesidad de llevar a la Constitución (todavía confesional- luterana) la total libertad de conciencia y respeto del pluralismo, que ya se observan en la vida. EL RÜBICON DE EUROPA Fue la de ayer una fecha llamada a figurar en los anales de la historia de Europa. El llamado club de los Seis se ha ampliado en cuatro componentes más. Y, aunque los efectos de tal crecimiento, que no serán operativos hasta que 1973 comience, se habrán de circunscribir a! o económico, el hecho acontecido en Bruselas- -la firma de la adhesión al Tratado de Roma por los representantes de Londres, Dublín, Oslo y Copenhague- -es bastante para prefigurar la consolidación de una pieza que deberá ser decisiva en el nuevo equilibrio internacional. Equilibrio en el que parecen afanarse chinos y norteamericanos, y ante el cual recelan, por motivaciones bien distintas, rusos y japoneses. Dicho está casi hasta la saciedad que el salto del Mercado Común desde el nivel cuantitativo que surgiera de la firma del Tratado de Roma hasta las dimensiones ahora formalizadas, se ha producido por virtud del paso dado por la Gran Bretaña desde una orilla a la otra del Canal de la Mancha. Londres, que había sido núcleo y motor de la alternativa comercial europea a la solución que el establecimiento de la C. E. E. suponía luego de cubrir con éxito la etapa preparatoria en el campo del carbón y del acero; Londres, que prefirió la continuidad de sus especiales relaciones con los Estados Unidos, había de arrastrar hacia el continente económico nucleado en Bruselas a los países que le siguieron en aquel intento. Pero la Gran Bretaña no habría podido enmendar tan paradójico error suyo- -Winston Churchill había sido el heraldo de la unificación europea- -sin que, previamente, mediase un giro de ciento ochenta grados en la posición que la diplomacia francesa siguiera bajo la batuta, vindicativa y enérgica, de! general De Gaulle. La trascendencia histórica de la cere- REDUZCA SUS COSTOS favoreciendo la especialización de la industria subcontratista de actividades mecánicas y de plástico. Relaciónese Empresa Constructora N E C E S I TA CONTABLE Con experiencia, preferible en empresas constructoras. Profesor o perito mercantil o bien conocimientos a nivel. Práctico tributación, balances, inventarios, etc. Jornada de trabajo partida. Condiciones económicas a convenir. Absoluta reserva colocados. Interesados escribir con pretensiones y curriculum vitae a Sr. García de la Puebla. con la Bolsa de Subconírafación de la Cámara Oficial de Comercio e Industria Plaza de la Independencia, núm. 1 tóf 232 JO 15 i ct. 290 Fuenterrabía, 9, Madrid, 1.541.1