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ABC MADRID 05-01-1972 página 103
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ABC MADRID 05-01-1972 página 103

  • EdiciónABC, MADRID
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-ton, salvo a los cojos; no se permite que se duerma en los bancos; tampoco el famar; en fin, varias cosas lógicas y normales. A ciertos visitantes podría eximírseles mayor limpieza y a otros mejor atención. Hay muchos a quienes cabe pedir un cierto respeto al restante público para que pueda contemplar, con el sosiego debido, los cuadros. En ocasiones, se les advierte de esto, pero el Museo es como un río y resulta difícil que la experiencia de unos sirva para otros. -El Museo del Prado abrió sus puertas, en alguna ocasión, al rodaje cinematográfico. Esto, ¿no es peligroso para las obras que conserva? -Efectivamente. Se abrió al rodaje, pero en muy escasas ocasiones y tomando inmensas medidas de precaución para que las obras no fueran deterioradas por la lint y el calor. Hoy, esto se ha restringido muchísimo. Xavier de Salas es hombre viajero. Conoce los más importantes museos del mundo. Le pregunto si el peligro que ahora amenaza al Prado se hace sentir en los museos extranjeros. -Los peligros- -contesta- -se hacen sentir en todas partes. Ahora bien, Madrid es una de las ciudades de aire más sucio. Algunos museos extranjeros cuentan ya con instalaciones donde sólo entra un aire puro y se extrae el viciado producido por los visitantes, al tiempo que se climatizan adecuadamente. Los museos de Amsterdam y la National Gallery de Londres, son ejemplares en este punto. También se están haciendo serios estudios en las instalaciones del Metropolitan de Nueva York. No sé hasta qué punto sonará discreta mi pregunta al director del Museo del Prado, pero pienso que si nuestras obras de arte corren riesgo en casa este riesgo aumenta, lógicamente, al enviarlas al extranjero, lias dos majas de Goya, por ejemplo, están ahora a muchos kilómetros de Madrid, en Tokio, exhibiéndose en un museo de la capital japonesa. Para ello hubieron de realizar un largo viaje. ¿Es partidario Xavier de Salas de la salida de obras clave de nuestra pintura fuera del país? ¿No es someterlas a riesgos imprevisibles? Responde con pausada palabra: -Hay unos soyas del Prado, 29 de los 116 que el Museo guarda, que están en el Japón. El viaje es largo y, sin duda, encierra un peligro. Se ha procurado que éste sea el menor posible dividiendo la expedición en varios aviones. El Museo donde han sido instalados tiene el aire acondicionado, perfectamente regulados el calor y la humedad... Xavier de Salas hace una pausa para agregar: -Toda salida encierra un peligro; pero hay otros peligros imprevisibles que aeeehan a las pinturas en todas partes. Advierto un cierto aire enigmático en estas palabras. No insisto y vuelvo a preguntar: ¿Se ha pensado en alguna exposición itinerante por el interior de España utilizando los fondos del Prado? -Se ha pensado de alguna manera en esas exposiciones itinerantes. Pero éstas si tienen el peligro de la constante mudanza de ambiente. Un país de tan vario clima como el nuestro obliga a las pinturas, si se las traslada de un lugar a otro, a cambios bruscos y totales. Por otro lado, precisa contar con lugares o instalaciones adecuadas para I que se vaya a exponer. Es decir, que la Dirección del Prado cree importante que tos grandes tesoros sean conocidos por quienes no habitan en Madrid, pero no puede arriesgar a las pintaras a sufrir los efectos de unos cambios de temperatura bruscos y constantes. -No todos los cuadros del Prado están en el Prado. Espléndidas telas de sus fondos se encuentran depositadas en palacios, Ayuntamientos, Embajadas, Ministerios y El director del Museo del Prado, don Xavier de Salas, responde a las preguntas del autor de esta entrevista. otros edificios oficiales y públicos. ¿Tiene noticia la Dirección del Museo de la conservación y situación de esos cuadros? ¿Realiza ¿tgm ft vigilancia o inspección sobre ellos? -La Dirección no tiene noticia- -responde Salas, la interrogación latente- -de la totalidad de los cuadros que tiene depositados por cuanto hace a su estado actual. Conocemos los que están; algunos, bien conservados. Con oteas no ocurre así y vamos constantemente levantando depósitos. Muchos están necesitados de restauración: los hay que no han pasado por ningún taller desde 1870 o 1889, años de su depósito. Precisaría una inspección regular sobre ellos para tener conocimiento de los que se encuentran en estado deficiente y especialmente para impedir que manas pecadoras interviniesen sobre ellos. También de esto podrá darle a usted algún ejemplo. Vuelvo a la preocupación por los peligros de la contaminación sobre las telas del Museo del Prado. Parece ser que las ingtaiarif rvpg necesarias para evitarlos costarían cientos de millones. No obstante, el director general de Bellas Artes ha señalado la preocupación artística dentro del Tercer Plan de Desarrollo. ¿Qué partida o inversión del Plan de Desarrollo- -pregunto a mi entrevistado- -va a ir directamente a paliar el peligro en que se encuentra el Museo? -Espero -eontesta- -que en el Plan habrá partida o partidas correspondientes al Museo del Prado. Parece que está en la conciencia de todos que el Prado es uno de las museos capitales que existen en el mundo. Seria un gran destino para algunas de sos invasiones conseguir la ampliación que se hace precisa y el sistema purificador de su ambiente que evite graves y tristes peligros. Esto se hace más necesario cuando ha llegado al Museo la gran pintura del XIX, ahora exhibida en el easón y entre la que hay mucha obra que necesita asimismo de especiales cuidados. lia conversación con el director del Museo del Prado ha sido larga y sustanciosa. Cortés y amable en extremo, Xavier de Salas me despide. Cuando salgo al paseo del Prado miro al délo buscando en vano la transparente atmosfera de los lienzos velazqueños. Cerca de mí, en la inmediata parada, arranca un autobús. De su tubo de escape sale una turbonada de hollín que, poco a poco, se disuelve en la humedad del ambiente. Julio TRENAS,

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