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ABC MADRID 22-03-1970 página 146
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ABC MADRID 22-03-1970 página 146

  • EdiciónABC, MADRID
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L A primera revolución industrial, del siglo XIX, fundada en el maqumismo, trastornó las civilizaciones y cortó el mundo en dos: los países que la realizaron y aquellos, actualmente subdesarrollados, que la hicieron mal o la rechazaron. Con la iníormática, vamos a conocer- -en el curso de los veinte años próximos- -una segunda revolución industrial que va a dejar huella en la historia y cuyas consecuencias serán por lo menos tan importantes como las de la primera. En ella todo va a basarse también en las empresas. La revolución de la informática no va a proceder de los ordenadores en sí mismos, en el plano mecánico En efecto, sobre la base de nuestra encuesta cerca de los constructores referente a sus proyectos de fabricación, puede estimarse, según parece, que los ordenadores dentro de diez años no serán radicalmente distintos, técnicamente, de los actualmente utilizados. Serán más potentes, más perfeccionados, y también más sencillos, pero todo lo que aportarán es ya accesible hoy, en términos generales. Existen actualmente tres tipos de ordenadores: 1. Los ordenadores de vocación científica. -Son en realidad supermáquinas de calcular, utilizadas en los laboratorios o en los departamentos de estudios, y también en el dominio militar y espacial (por ejemplo los ordenadores utilizados p o r la N. A. S. A. para el cálculo y control de los vuelos en el espacio) 2. Los ordenadores de gestión. -Son utilizados para la mecanización de los trabajos de contabilidad, gestión financiera, ordenación de pagos, análisis estadístico... Es con mucho en la contabilidad donde los ordenadores se utilizan más a menudo: nómina del personal, facturación, gestión de los depósitos, etcétera. Hasta ahora estos dos tipos de ordenadores estaban netamente separados. Pero hoy los constructores fabrican cada vez más máquinas llamadas universales es decir, que pueden servir tanto para el cálculo científico como para la gestión de empresas (por ejemplo, el primer ordenador francés del Plan Cálculo, el Iris 50 realizado por la CXI. 3. Los ordenadores industriales. -Están especialmente ideados para controlar y dirigir automáticamente el trabajo de las máquinas- herramientas y de cadenas enteras de producción (por ejemplo, ciertas plantas siderúrgicas donde la fabricación del acero está enteramente automatizada y controlada por ordenadores) Es lógico que en el interior de cada una de estas categorías de ordenadores se encuentre toda una gama de materiales, de dimensiones muy diversas, adaptados a todas las clases de empresas, desde la firma de 100 asalariados, cuyas necesidades son relativamente sencillas, hasta el grupo internacional. En el fondo de la gama, el precio de compra de un ordenador pequeño es inferior a 650.000 pesetas. Algunos miniordenadores comercializados desde hace un año aproximadamente, llegan a costar menos de 130.000 pesetas. En lo alto de la gama, los precios son en ciertos casos muy superiores a 130 millones de pesetas. MILES DE MILLONES DE DATOS EN LA MEMORIA DE LOS ORDENADORES pueden registrarse en la memoria de los ordenadores más grandes. Asimismo, según los ordenadores, es posible realizar trabajos más o menos complicados (varias personas pueden así utilizar en común el mismo ordenador con los sistemas de trabajo en partición de tiempo o en multitratamiento Para funcionar, el ordenador- -que no inventa nada ni toma iniciativas- -necesita que le den órdenes extremadamente precisas, que se le indique paso a paso todo lo que debe hacer: Suma las columnas tres y cinco y luego multiplica el total por... Esta es la misión de la programación Los programas, que agrupan el conjunto de las instrucciones dadas a la máquina, se establecen en lenguajes especiales (cobol, fortran, algol, PL 1) y luego se transmiten a la máquina mediante tarjetas perforadas, bandas magnéticas, etcétera. El conjunto de la programación y de los lenguajes representa el software A medida que los sistemas informáticos se hacen más complejos, ese software representa un papel cada vez más importante. En 1960 sólo representaba aún el veinte por ciento del coste de los sistemas informáticos; hoy esa proporción es del cincuenta por ciento, y hacia 1972 alcanzará el ochenta por ciento. Los datos e informaciones se introducen en el ordenador mediante tarjetas perforadas o bandas magnéticas. Estos datos pueden ser por ejemplo el conjunto de. las informaciones referentes a los asalariados de una empresa, si se trata de establecer las nóminas. Los materiales destinados a la entrada de las informaciones y a la salida de los resultados constituyen los periféricos La unidad central está constituida por el ordenador propiamente dicho. En ella se hacen los cálculos y el proceso de las informaciones. LOS ACTUALES ORDENADORES, UTILIZADOS EN UNA PEQUEÑA PARTE DE SUS POSIBILIDADES segundo, mientras que hace falta todavía un minuto para introducir de 400 a 1.000 tarjetas perforadas. -El material y las técnicas deberán abaratarse. Según ciertos cálculos norteamericanos, el coste de la transmisión de datos podía descender a la mitad en el curso de los diez próximos años, y la baja podría ser incluso del orden del cincuenta al noventa por ciento en el registra en bandas magnéticas, el tratamiento de datos y las memorias de imágenes. Por último, ciertos materiales van a ser minia turizados. De hecho, la revolución que se anuncia va a centrarse en el empleo de los ordenadores. En la actualidad, los utilizamos todavía, muy mal. Todos los especialistas se dan cuenta de que sólo Utilizamos una débilísima parte de sus posibilidades. Los obstáculos actuales no son técnicos: ciertos conocimientos matemáticos y de investigación operativa faltan aún, y- -sobre todo- -las empresas no están adaptadas a la utilización de los sistemas Informáticos en los planos de las estructuras, de la organización de los métodos, de los hombres y de la mentalidad. Las posibilidades de los programas creados por los clientes o puestos a su disposición por los constructores, son aún muy limitadas y dificultan las facultades de utilización del material. Se trata ante todo de una cuestión de reflexión y trabajo. Parece que dentro de cinco años se habrán hecho muchos progresos, y que dentro de diez años esos conocimientos serán ampliamente utilizados. Va hoy, algunos constructores y firmas de software han conseguido obtener conocimientos que permiten abrir nuevas perspectivas: son los primeros ¡packages (es decir, esquematizando, sistemas universales de gestión) Gracias principalmente al desarrollo y multiplicación de esos packages todo el funcionamiento- -y la vida- -de las empresas va a modificarse de arriba a abajo. E L 42 AS diferencias de volumen de los ordenadores abarcan capacidades de proceso de datos muy diferentes: varios miles de millones de datos cifrados N el plano técnico, no debe haber revolución de aquí a 1980, sino sencillamente mejoras. Entre éstas pueden indicase: -El acceso a los ordenadores va a simplificarse y no hará ya falta pasar a través de especialistas para los trabajos corrientes. La concepción de lenguajes simples, próximos a la lengua usual, deberá incluso permitir que todos los cuadros, desprovistos de especialización particular, utilicen por sí mismos esos sistemas. -La rapidez de la impresión va a multiplicarse por 20, así como la rapidez de transmisión (previsiones de Bull (Jeneral Electric) -Los sistemas de lectura automática de los documentos (lectura óptica o magnética) que existen ya actualmente, pero que son todavía caros, van a generalizarse. -Los diálogos hombre- máquina van a hacerse cada vez más flexibles y eficaces. El ordenador responderá a las preguntas haciendo aparecer los resultados del proceso de los datos en forma gráfica (pues las curvas son la mejor manera de ver claro) en una pantalla de televisión. -El decalaje que existe actualmente entre el tiempo que hace falta para introducir las informaciones en el ordenador y para utilizarlas, va a reducirse. (Se realizan ya hoy operaciones lógicas a velocidades del orden de la décima de micro- DE LA MECANOGRAFÍA A LA EMPRESA INFORMATIZADA EN CUATRO ETAPAS L A evolución se realizará por niveles sucesivos. John Diebold, uno de los más grandes especialistas norteamericanos en informática y también uno de los que mejor han comprendido su filosofía, distingue y prevé cuatro fases en el empleo de los ordenadores: 1. De 1955 a 1965: la fase superior de la mecanografía. -Hasta ahora, y en la mayoría de los casos, no se ha hecho más con el ordenador que mecanizar antiguas tareas administrativas manuales caracterizadas por la manipulación de informaciones numerosísimas, para la realización de tareas repetitivas o para llevar al día vastos ficheros. El odenador ayuda, pues, a la empresa, permitiendo economías de mano de obra, una mayor rapidez en el proceso y en el cálculo, la disminución de riesgos de error, etcétera. Pero cada problema se trata independientemente, aplicación por aplicación: se comienza, por ejemplo, confiando al ordenador los stocks luego la facturación, la contabilidad, la nómina, el control de los precios de coste, etcétera. Es el sistema de paso a paso

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