ABC MADRID 19-12-1969 página 129

Irén Szuppan: Infantita (Hungría) Pepi Sánchez: Piedras animadas (Galería Edaf) podido trasladar a sus lienzos una serie de instantes españoles que, posiblemente, han escapado a nuestros pintores del géHe aquí unas piedras convertidas en nero. Y es que, desde el Greco a Willy objetos de arte, mágicamente, casi mila- Faber, quienes vinieron de fuera nos migrosamente, gracias a la sensibilidad y a raron con una atención esencial que no la casta imaginación de la artista. Par- siempre tuvimos nosotros. Dice cabalmentiendo de unas piedras azarosamente mo- te Areán que liliane Lees, su pintura, es, deladas por la corriente del rio o por las por encima de todo, color, y que esta saolas del mar, Pepi Sánchez llega hasta biduría cromática constituye la condición la recreación de entrañables obras de arte. medular de su arte. Y así es, sin duda, Bajo el pincel se ofrecen las vagas mor- pero un color que discurre ordenado por fologías, sí, pero la piedra, como dice Gar- un dibujo claro, un color que vivifica las cía Viñó, ya no es el pasivo object trou- composiciones, y que aunque pueda protavé sino la paloma o el león, el ánge! gonizar algunos cuadros nunca deja de ser o la maternidad tiernisima. Pepi Sánchez, un elemento más dentro de la obra comnuestra deliciosísima pintora, inicialmente pleta (Sala de Santa Catalina) imaginó estas piedras como minúsculo zoo de Navidad, pero luego lo fue abriendo M. COLVEC a cualquier posibilidad de un fantástico paraíso, incluido en él un bestiario fabuloso. No conozco objetos tan humanizados Mercedes Colvée expone sus esculturas como éstos que Pepi Sánchez expone en la en la misma Sala del Prado donde ÁgueGalería Edaf, y lo más curioso es que ca- da de la Pisa cuelga sus cuadros, y a fe da uno de ellos está perfectamente dentro que resulta grata la compañía que una de la estética de su pintura. Se diría que y otra se prestan: los cuadros entibian el mundo pictórico de Pepi Sánchez se el ambiente, las esculturas humanizan el corporeiza de pronto, adquiere volúmenes aire. Pues eso es, sobre todo, Mercedes animados y vuela alegremente hasta nues- Colvée: modeladora de humanísimas actitra mesa, para poner entre los inquietan- tudes. Se diría que son como bocetos putes papeles de cada día una nota de ter- dorosos que no se deciden a manifestarse nura y de fragante imaginación. rotundamente. La sensibilidad domina sobre el concepto de lo escultórico puro. A. DE LA PISA PEPI SÁNCHEZ Águeda de la Pisa es una joven. pintora preocupada por cuanto es intrínsecamente pintura. Podría, si quisiera, proyectar su creación hacia lo fácil y más atrayente, que es lo decorativo, pero prefiere desenvolverse dentro de lo que es puramente plástico. Su genuina dicción de pintora, el- encanto de su paleta, la síntesis formal a que llega en sus composiciones, son claros elementos para el anterior juicio. En ocasiones agota un poco más la figuración, sin llegar nunca al detalle; otras veces compone armoniosas manchas de color en cuya raíz podría alentar lo abstracto, pero la pintora siente demasiado el mundo perceptible. Del puro color ordenado emergen criaturas y cosas que conceden a la obra pictórica un sentido humano muy inteligente, cálido y próximo i Sala del Prado, Ateneo) ÜLfANE LEES Liliane Lees Ranceze, nacida en París y avecindada en España desde 1958, ha DATAS Alberto Datas (La Cor uña, 1935) discípulo de Bruno Saetí n Venecia, pensionado en Boma, premio Francisco Alcántara, Medalla de Oro de El Paular, era, no obstante, un pintor, que jamás había expuesto individualmente. Rabia tomado parte en colectivas muy importantes (Bienales de Alejandría, Beirut y Venecia) pero no se decidía a exponer su obra sola. Ahora lo hace en la Galería Edaf, y, súbitamente, llama la atención por la unidad de su concepto, su auténtica pintura y su temática original. Hay en esta exposición algún óleo sin tema que es una deliciosa demostración de la pura fuerza expresiva del color. Pero en los demás cuadros varía austeramente sobre el insólito tema de la camisa masculina. ¿Poiqué han de ser las flamígeras capas y no las camisas? Ya Magritte y Delvaux índumentaron a sus caballeros con hongos y levitas entre mármoles clásicos. Pero en Datas ni siquiera es eso: la camisa es un pretexto para pintar. A. de la Pisa: Figura (Sala del Prado, Ateneo)