ABC MADRID 17-12-1969 página 139

PROSCENIO RESPUESTAS: JESÚS M. A DE AROZAMENA (ESCRITOR, AUTOR DRAMÁTICO Y LIBRETISTA DE ZARZUELA) PABLO SOROZABAL (COMPOSITOR) 1. Que está absolutamente vigente, con ciertos condicionamientos referidos siempre a los temas y a su tratamiento teatral. No olvidemos que buena parte del género estaba escrita simplemente para dar un pretexto para el lucimiento del músico. Sin embargo, existen grandes zarzuelas, cuya existencia justifica la plenitud y la actividad. Pero no puede olvidarse nunca que es un género eminentemente popular y que la situación en que se encuentra ahora es la de un género privilegiado, dado su costo. La zarzuela constituye un género de masas en toda la América española. En ¡España todos los intentos que se han hecho hasta ahora no han recibido una continuada aprobación del público. 2. Todos los caminos son buenos para llegar a la renovación. Pero hay un h e c h o evidente y es que faltan dos elementos primordiales: obras nuevas (ni la ópera, hoy considerada como género venerable, podría resistir sin obras nuevas que marcaran las tendencias musicales de cada momento) y divos inexcusables en el repertorio (ni La Boherne resistiría sin una voz o un par de voces importantes y famosas que la canten) Ante la falta del intérprete adecuado que llame la atención del público, los directores han intentado colosalizar el género, con lo que en muchos momentos se ha convertido en impracticable. A mi juicio, la renovación del género consiste en escribir obras nuevas y en crear una continuidad que permita asegurar la de los cantantes, que deben considerarse retribuidos suficientemente en el género lírico español. Pero estimo que ningún intento puede llegar a buen término sin la participación activa del Estado, que subvenciona varios teatros nacionales de comedia y facilita una cantidad exigua para la zarzuela. Una subvención a todo tiro de cuatro, millones ochocientas mil pesetas al año resulta insuficiente para cualquier empeño serio. 3. Tengo para esta experiencia mí más profundo respeto. Se trata de otro modo de entender la renovación de la zarzuela española, que se resiente tantas veces de la debilidad de los temas. Reunidos un director inteligente, como es Gustavo Pérez Puig, con un escritor de la talla de Enrique Llovet, es imposible que hiciera nada que no fuera un experimento interesante. Las polémicas que han rodeado su trabajo demuestran que hay mucha gente, mucha más de la que nos suponemos, que han sido partidarios de esta experiencia, que ha tenido la virtud de complicar a los jóvenes en una situación lírica generacionalmente estancada. 1. Me parsce una íonna teatral admirable, casi perfecta, pues admite y conjuga las principales manifestaciones, del arte lírico teatral: música, canto, danza, literatura, declamación, etc. La zarzuela es el único tesoro lírico que posee España; un tesoro por desgracia hoy desamparado, ignorado y maltratado, que es ¡o peor. La España oficial, no sé por qué, es, al parecer, antilírica. Por el contrario, el público, la gente está ansiando ver y oír las obras maestras de nuestro teatro lírico, pero nuestras autoridades, inexplicablemente, fomentan y subvencionan a más de una docena de compañías de comedia y niegan su apoyo a las líricas. Y cuando se hace algún intento en favor de la zarzuela es para desprestigiarla, ridiculizarla o fusilarla. 2. Por los c a m i n o s de siempre. Escribiendo buenos libros y buenas partituras. Pero es preciso contar con una protección, una ayuda económica oficial, ya que los presupuestos se han elevado de tal forma que el esfuerzo privado no puede hacer frente a ellos. (El mes de septiembre pasado lo pasé yo visitando teatros de cpera eri Alemania y Austria. ¡Hay más de cien y todos fi- nanciados tpor entidades oficiales! En Madrid, la Fundación March, ya hace seis años, regaló cuatrocientos millones para la construcción de un teatro de ópera... Y no se ha construido ni se puede hablar de eso. (Mi ópera Juan José seguramente tendré que ir a estrenarla a Caracas, pues allí se han, interesado por ella. 3. Estuve por desgracia el día del estreno de El último romántico y su tiempo Desde hace años vengo asistiendo a los fusilamientos. de bellas cbras líricas que unos cuantos modernos directores de escena se están permitiendo renovar a base de desvirtuarlas en todos sus aspectos, incluyendo ballet sin, venir a cuento, cortando por lo sano, poniendo pegotes pueriles o grotescos y mixtificando decorados y ambientes. Pero Jamás vi un crimen tan espantoso, tan imbécil y tan pueril como el de ésa noche. El teatro lo habían regalado, no se vendió ni una localidad y así y todo los invitados tuvieron que protestar. ¡A l g o increíble, vergonzoso, bochornoso! ¡El único, a mi entender, qué ha hecho algo en favor del género lírico y digno de aplauso ha sido José Tamayo.