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ABC MADRID 16-12-1969 página 3
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ABC MADRID 16-12-1969 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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Et) TT A D 0 PO R PRENS 4 ESPAXOT, A, socIED AD M A D ANONíVi A R I D FUNDADO EN 1 SOB POR DON TORCUATO LUCA DE TENA ABC tales como dependencia de comercio, de cafeterías, taquilleras, etc. -Pues tú dirás, hija mía en qué puedo servirte. -Por favor, señora, sin reticencias, -Sin reticencias, Jacinta, prosigue. -Este replanteamiento que te propongo cree lina- servidora que debe tener tres puntos. -Tú dirás, Jacinta. -Digo: primero. Es imprescindible que actualicemos mis honorarios hasta un mínimo de cinco mil pesetas mensuales como percepción fija. Segundo: Mi jornada laboral no excederá de las cuarenta horas semanales, distribuidas entre lunes y viernes inclusive, de forma que el fin de semana- -sábado y domingo- -me quede totalmente disponible para atender mis compromisos personales, sociales, etc. Se sobreentiende también, un mes de vacaciones pagadas, así como doble salario en Navidades, porque Jas criadas, como ustedes nos llaman, también tenemos derecho a celebrar el nacimiento de Jesús, venido al mundo en un hogar obrero; y otra paga extraordinaria el 18 de Julio, porque, según dicen algunos, el Movimiento Nacional también llegó para nosotras. Y tercer punto: En lo sucesivo, me dejará usted absoluta libertad para elegir los proveedores habituales de esta casa para los efectos de mesa, higiene y cocina. -Perdona, Jacinta, pero no entiendo el porqué de esta última cláusula del nuevo contrató laboral. -Es muy sencillo, señora: en muchos estamentos de la sociedad española está legalmente establecido el derecho a percibir unos pluses sobre el sueldo, que reciben el nombre según los casos- I señor sabe mucho de eso- -de tasas, incentivos, sobres, comisiones, descuentos, etc. etc. Pues bien, señora; muchos abastecedores de artículos de mesa, aseo y cocina, premian a las intermediarias asiduas- -intermediarias entre ellos y la burguesía, léase tatas -con una comisión del diez, por ciento sobre el precio bruto, si los eligen como proveedores exclusivos. dentro del ramo No hace falta decirle que soy una chica honrada, que nunca gustó del servil recurso de la sisa. Y, por otra parte, puede estar, señora, absolutamente segura, que haré mis conciertos con los proveedores más honestos y responsables, REDA CC I 0 N, ADMINISTR ACIÓN Y T A L LE R E S SERRANO, 61- MADRID L O S sindicatos, colegios profesionales y ordenanzas de funcionarios han organizado en todo lo posible la mayor parte de las dedicaciones humanas. Desde el alfarero- -por citar un oficio muy arcaico- -hasta los que enredan en computadores electrónicos tienen su código y su ley. su convenio cqlectivo su lista de obligaciones, derechos- y emolumentos. Pero hay dedicaciones, como la de escritor de libros, colaborador de periódicos, pintores, dibujantes... y chachas, que sin duda por el excesivo poder de la primera parte contratante o incoherencia o insolidaridad de los oficiantes, siguen regidos por la ley de la selva, sin organismo defensivo que les eche una mano. Ángel María de Lera, Torcuato Luca de Tena. Rafael García Serrano y Federico Carlos Sainz de Robles, entre otros, por más que han clamado para que a tos escritores nos acoja totalmente, administre y defienda la Sociedad General de Autores, que tan cumplidamente defiende a músicos y dramaturgos, han fracasado- -hasta ahora. No sé cómo andan los derechos de pintores v dibujantes en este punto, pero sí sé algo de la campaña emprendida por las que tienen que servir de manera individual y guerrillera, para lograr reivindicaciones, salarios, jornada limitada e incentivos. Las chachas, claro está, dada la demanda internacional de que gozan, tienen muchas posibilidades de rectificar satisfactoriamente su statu socioeconómico. Pero los escritores, al faltarnos esa demanda extranjera incluso desde los países más desarrollados, seguimos y seguiremos, si Dios no lo remedia- -léase Ministerios de Información y Turismo y de Educación y Ciencia- donde nos dejó don Miguel de Cervantes, poco más o menos Pero el propósito de este escrito es referirme exclusivamente a la nueva reglamentación de la sisa iniciada por las empleadas del hogar y no a. los escritores, que ni posibilidad de sisa les cupo en este mundo. Para mayor claridad, en vez de hablar por mi cuenta de este tema pie va a revolucionar- -que ya revoluciona- -muchos hogares españoles, a transcribir, casi literalmente, el diálogo de una señora amiga con su criada, muy impuesta esta última en ia terminología laboral al uso. Empiezo: No puedes imaginártelo. Me quedé atónita. El otro día se me presentó. Jacinta, que está en casa va para cinco años, con pantalones de pana lisa, jersey amarillo de cuello alto, una especie de toisón pendiente de una cadena gruesísima, cigarrillo en mano y me dijo: Señora, es preciso que revisemos totalmente nuestras relaciones laborales. España es un país muy próximo al nivel de vida medio de ia Europa más desarrollada- -el día que lo alcancemos usted no podrá tener criada como no la importe del tercer mundo- -y es inaplazable, insisto, un replanteamiento a tenor de las últimas alzas del coste de vida y de ia reglamentación de trabajo que rige hoy día en otras profesiones, digamos próximas a ¡a nuestra. LA REGLAMENTACIÓN DE LA SISA digestivos, dolores da cabeza DE ACCIÓN SUAVE Consulte a su médico. y jamás transigiré con la menor falta en la calidad o el peso de los artículos adquiridos- -Dado el gasto regular de su casa, esta fórmula puede muy bien aumentar mis ingresos mensuales en unas tres mil pesetas más de lo ahora convenido, cantidad que ya aproxima mis percepciones totales al mínimo exigido para defenderse en esta sociedad de consumo que ustedes han estructurado... Le rue go, señora, que medite estas sugerencias, puramente técnicas, y me comunique su decisión el próximo miércoles, a k más tardar, pues en caso de rechazarlas no tendría más remedio que marcharme a Ginebra con su primo Julio y señora, que, como sabe, van allá con una misión diplomática muy bien pagada. Eso es todo, señora. A sus órdenes como siempre, y si no manda otra cosa me voy con mi novio al cine a ver Roma cittá apperta Cuando mi amiga concluyó su transcripción de esta reclamación laboral estaba completamente temblona y con salpullidos escarlata a todo lo largo y a todo lo ancho del cuello. -Hoy es miércoles, día de la contestación. Y qué le vas a decir? -Que sí. -Me lo explico y te felicito- -le dije inocentón- Estáis en muy buena posición, y tú eres una mujer justa y comprensiva. Todos somos hijos de Dios, i qué caray! Y los derechos del hombre... -Un momento, amigo. Voy a decirle que sí, pero no por todas esas monsergas. Que parece que es ella la que habla ahora por tu boca... ¿Tú crees que la hija de mi madre aceptaría en otras circunstancias esa reglamentación de la sisa que me propone? Le voy a decir que sí dentro de un momento, para que no se salga con la suya la imbécil de nú prima, que porque es diplomática y se va a Ginebra, esa ciu dad tan aburrida, no sé qué se ha creído. Pero nada más que por eso. Pues no faltaba más. Salí de casa de mis amigos riéndome solo, no por lo de la prima, que ya es para reírse, sino al pensar en estos extraoficiales caminos de la reivindicación, en estas fórmulas guerrilleras que la gente se busca para arreglar sus cesas cuando tiene oportunidad y falta la asistencia organizada. Y es que la dinámica de la vida es a veces más justa que los legisladores. El que los ciudadanos de los países bien desarrollados se vean obligados a importar parte de nuestra mano ae obra para los oficios de menos lustre, está, por carambola, reivindicando relativamente a muchos españoles. Lo malo es que para los escritores estos desniveles del desarrollo con sus desagües y resacas tampoco valen. Tampoco nos salvan. Nadie quiere importarnos. No hay una señora de don Jubo que, como a Jacinta, desee llevarnos a Ginebra. Tampoco nos vale la estrategia guerrillera. Somos gente, al parecer, más allá y más acá, de toda dinámica socioeconómica como diría la Jacinta. F. GARCÍA PAVÓN

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