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ABC MADRID 06-12-1969 página 45
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ABC MADRID 06-12-1969 página 45

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. S Á B A D O 6 DE DICIEMBRE DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 45. ABC EN WASHINGTON A B C EN LONDRES LA DIPLOMACIA NORTEAMERICANA, EN VILO ANTE LAS TRES CONFERENCIAS EUROPEAS Preocupan en la Casa Blanca los riesgos de una apertura hacia el Este por parte de Alemania Federal EL VIAJE DE ROGERS A BONN ES EL PRIMER CONTACTO MINISTERIAL ESTADOUNIDENSE CON EL NUEVO GOBIERNO DE BONN Washington 5. (Crónica de nuestro corresponsal, por telex Las tres grandes Conferencias europeas de estos últimos días, la de La Haya, del Mercado Común; la de Bruselas, del O. T. A. N. y la de Moscú, del bloque comunista, tienen hoy en vilo a la diplomacia norteamericana como pocos acontecimientos de este tipo la habían tenido en los últimos años. Las tres Conferencias pueden haber sido una pura coincidencia, pero es evidente que hay en ellas, al término de este año de 1969, un afán internacional para hablar un nuevo lenguaje e intentar nuevos diálogos internacionales, al Este y al Oeste. Ante las nuevas corrientes del Mercado Común, perfectamente ostensibles en el curso de las conversaciones de La Haya, Estados Unidos- -que tanto presionó a sus aliados continentales en favor de un sistema de unificación política europea, de la cual el general Eisenhower fue un ardiente y sincero campeón- -teme por sus exportaciones agrícolas y no ha pronunciado una sola palabra para alentar el nuevo rumbo, claramente enfocado, con todos sus altibajos a la incorporación de nuevas naciones occidentales al sistema comunal de intercambio de mercados y productos. Ante las nuevas corrientes dibujadas en Moscú por las Delegaciones del bloque rojo, mucho más realistas y concillantes que en el pasado, y con una ciara invitación a la Alemania occidental del canciller Brandt, Washington recela y advierte, y en ello tiene, probablemente, razón, contra Jo que podría contribuir a debilitar o desorientar el sentido de dirección y las premisas fundamentales de la Alianza Atlántica, el O. T. A. N. basadas en el constante peligro de una agresión militar soviética sobre la Europa occidental. El secretario de Estado y de Defensa, señores Rogers y Laird, han sido muy categóricos en Bruselas en cuanto al mantenimiento de las guarniciones norteamericanas en Europa- -más de 300.000 hombres- y aun admitiendo la eventualidad de su reducción, han tratado de compensarla con una minuciosa planificación del dispositivo de armas nucleares tácticas existentes- -unas 7.000, según informes solventes- -en las bases militares del Continente europeo. Para Mr. Rogers- -y sobre ello ha advertido insistentemente a sus colegas de Bruselas- riesgo, centrado ahora en la política del canciller Brandt, consiste en dejarse ir por la fácil corriente de un deshielo Este- Oeste y en la apertura de un período de contactos bilaterales entre Bonn, Varsovia, Moscú y acaso la Alemania oriental. Antes era generalmente la República Federal, la de Adenauer, Erhard y Kiesinger, la que se quejaba de la carencia de consultas previas por parte de Washington. Ahora es Washington la que se queja de la falta de comunicaciones previas por parte de la capital federal alemana en sus nuevos tanteos con el Este europeo, especialmente con Moscú y Varsovia. Rogers va a entrevistarse con el canciller Brandt y su ministro del Exterior. Será su primer contacto directo con los nuevos gobernantes alemanes: Los informes de esta noche en Washington coinciden en que Rogers va a Bonn a advertir a sus nuevos gobernantes de que, antes de dar un paso, Estados Unidos y sus aliados necesitan firmes garantías d que no sea en falso, de seguridades sobre las intenciones de los rusos, los polacos y los alemanes de Ulbricht. Los acuerdos entre Moscú y Bonn, virtualmente terminados la semana pasada, para proveer a la Alemania occidental durante veinte años de gas natural procedente de Siberia, a cambio del acero y las tuberías que los rusos necesitan para su canalización- -a un costo de centenares de millones de dólares- ha sido recibido aquí con recelo. El posible reconocimiento indirecto de la Alemania oriental por la República Federal, que el comunicado de Moscú califica y define como relaciones iguales y la conformidad de la nueva Cancillería al reconocimiento definitivo de la frontera Oder- Neisse entre Alemania occidental y Polonia constituyen elementos inéditos de una proyección incalculable en el mapa político y en el pensamiento europeo, y esa realidad intranquiliza a Estados Unidos, que se habían detenido en una psicología militar de defensa y divorcio ideológico. Ambas pertenecían a la década de los años cincuenta, no a la de los años sesenta pero los hechos son los hechos. En esta actitud norteamericana hay una gran contradicción, una ambivalencia desajustada a las realidades. Los diplomáticos de Washington y Moscú negocian, activa y al parecer favorablemente, estos días en Helsinki, en busca de acuerdos preliminares que permitan entrar en una conferencia sobre limitación de sus respectivos armamentos nucleares. Lo que en el pasado habían sido malhumoradas sesiones de esgrima diplomática, sin ningún propósito de acuerdos positivos, esta vez parece haberse convertido en un diálogo constructivo, no de desarme, que en esto no piensa nadie ni aquí ni en Moscú, pero sí de limitación, de equilibrio, de intercambio y quizá de inspección internacional de sus arsenales nucleares entre dos superpotencias capaces de destruirse a sí mismas y acabar con la civilización. Se ha entrado en Helsinki en un nuevo realismo, cauto, receloso, enormemente complicado a la hora de precisar, pero, en definitiva, saludable. Se ha hecho de la necesidad virtud. Los ingentes conflictos internos de ambas superpotencias, evidentes aquí, potenciales en Rusia, han llevado a sus gobernantes a aceptar la eventualidad de poner un punto y aparte a su bancarrota socio- económica en sus respectivas retagnardias. A pesar de los pesares, se diría que Norteamérica y la tT. R. S. S. están aprendiendo las lecciones de la Historia y mesurando sus realidades sociales, el cansancio de las ideologías congeladas, de los clichés del pasado en busca de nuevos caminos hacia salidas de coexistencia civilizada. Este parece ser, visto desde el Washington inseguro de Richard Nixon, el panorama de las tres grandes Conferencias europeas de estos días. -José María MASSIP. HA FALLECIDO LA PRINCESA VICTORIA DE BATTENBERG, VIUDA DEL PRINCIPE ANDRÉS DE GRECIA Era la madre de Felipe de Edimburgo y a lo largo de su vida sufrió el exilio y desgracias familiares LA REINA ISABEL Y SU ESPOSO ACUDIRÁN A LOS OFICIOS QUE SE CELEBRARAN EN EL CASTILLO DE WINDSOR Londres 5. Crónica telefónica de nuestro corresponsal. La princesa Victoria Alicia Isabel María de Battenberg, viuda del príncipe Andrés de Grecia y de Dinamarca, madre del duque de Edimburgo y hermana de lord Mountbatten, ha fallecido hoy en el palacio de Buckingham. Habla cumplido ochenta y cuatro años. Desde hace algún tiempo su salud no era buena, y en 1967, a raxs del golpe militar de Atenas, fijó su residencia en una de las alas del palacio real de Londres, donde estaba atendida por enfermeras. Fue madrina de la princesa Ana, hija de la Reina Isabel. Nació en Windsor, y su vida le brindó no pocas amarguras. Después de la primera guerra mundial, su esposo, el príncipe Andrés de Grecia, fue procesado y compareció ante un Tribunal militar por supuesta responsabilidad en los. descalabros de las fuerzas helenas durante la campaña contra los turcos en Asia Menor. La intervención de Jorge de Inglaterra le salvó de ía jurisdicción de las autoridades revolucionarias, que ejecutaron a seis personajes políticos. Obligados a vivir en el exilio, se establecieron en una casa modesta, cerca de París. El esposo de la Reina Isabel recordaría siempre aquellos años cargados de dificultades económicas, bajo la protección de su abuela la marquesa de MilforáHaven, y de su tío el almirante de la Flota británica, lord Mountbatten. Eran los tiempos lejos del hogar, de la peregrinación como alumno interno por los colegios ingleses, franceses y alemanes. Los problemas económicos seguían apremiando hasta el inpreso del duque de Edimburgo en la Marina británica. Sus padres, mientras tanto, dependían principalmente de los ingresos qW les proporcionaba una tienda de artículos de regalo situada en París. La segunda crisis llegaría con la última guerra mundial. El príncipe Andrés y sii esposa salieron de París antes de la ocupación alemana, y en Montecarlo, el año 1944, falleció él. Esta desgracia, después de cuarenta y un años de matrimonio, se sumaba a otro dolor familiar: en 1937 los príncipes de Grecia hábínn perdido a sxt hija Cecilia en un accidente de aviación. La princesa viuda buscó refugio en Ate- ñas, en un piso de la capital. Fundó una Orden religiosa y desde entonces dedicaba su vida a las obras caritativas. Cuando venta a Londres por algún acontecimiento familiar, su figura frágil, con los hábitos de las Hermanas de la Merced, aparecía siempre en un segundo plano, en las pantallas de la televisión. La princesa, que fue una de las más atractivas de Europa, st había transformado ev con experiencia de dos años, necesita importante empresa de aire acondicionado y frío industrial Escribir al Apartado 990, acompañando historial profesional PERITO INDUSTRIAL

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