ABC MADRID 29-11-1969 página 26

A B C. SÁBADO 29 BE N O V I E M B R E DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 28. ABC DIRECTOR- Torcuato LUCA de TENA DIRECTOR ADJUNTO Pedro de LORENZO SUBDIRECTOR: Jesús REVUELTA IMAZ REDACCIÓN. ADMINISTRACIÓN Y TALLERES: SERRANO, SI. MADREO. APARTADO NUM 43- TELEF 225 17 10 Editor: PRENSA ESPAÑOLA, S. A LAS OTRAS PURGAS DE PHAGA Tras del rodillo, el filtro. Checoslovaquia asiste, desde la invasión fulminante del año pasado, a la depuración implacable de quienes, en sus puestos de representación o de mando, nc resistieron la tentación de la herejía por aquellas sendas liberalizantes en una primavera mesiánica de Praga. La represión soviética ha refinado indudablemente sus métodos. La efigie de San Wenceslao no ha visto, como los viera en Budapest la de San Esteban, piquetes al amanecer- -con o sin consejos sumarísimos previos- altas masivas en los campos de terror o golpes de jeringas expeditivas en clínicas y hospitales para desviados de excepción. Con el cambio de talante en la empresa totalitaria, allende el telón de acero, cambiaron también los métodos. Con los neoestalinianos, las prácticas represivas se tornan reposadas, calmosas. Y sutiles, incluso, cuando el caso lo requiere. Son otros plazo y estilo de lo implacable. Persiste, sin embargo, como constante dos veces inalterada, la finalidad última de laminar los espíritus; de rom- per la decente integridad de la palabra, ya que no también- -como antaño- -la de los cuerpos. Nada más desolador. Nada más triste como espectáculo humano que esa última sesión del Parlamento de Checoslovaquia: destituidos casi un tercio de sus componentes, luego de entonar la autocrítica; después de aplicar el tiro de gracia, maldiciéndolas, a las ilusiones que fueron suyas y compartidas por su pueblo. Nada más desolador que esos cincuenta y tres suicidios de conciencia: forma, quizá, más espantosa que la propia aniquilación física ante el paredón o sobre la cuneta. Forma más refinada aún que el asesinato clínico: que la misma muerte inoculada. Esas cincuenta y tres autoinmolaciones por las que han pasado figuras señeras de la primavera de Praga- -paladines del entusiasmo juvenil y renovador, como el mismo Cetsmir Cisar y antes el propio Dubcek- -atestiguan sobre lo inhumano de un sistema totalitario, que evoluciona sólo en los modos y técnicas capaces de abundar en mayor eficacia suya. Continúa la purga de Praga. Y la verdad es que de las condiciones derivables de ella sobresale, por encima de cualesquiera otras, esa incompatibilidad radical entre comunismo y humanismo; entre realidad, palabra, conducta y conciencia. Sólo los participantes del dogma cristalizado en Poder acceden a la libertad. Sólo tienen libertad y pueden comportarse quienes, allí, comulgan con el dogma comunista. Que no es opción humanista fosilizada o corrompida por el uso inmoderado del Poder. Que es, sencillamente, el antihumanismo militante con el Poder en sus manos. Salvado el caso de quienes, huérfanos de escrúpulo- -como Cernik, como Hu- sak- participaron activamente en la proclamación de la primavera de Praga y se suben ahora al carro de los vencedores, y actúan, incluso, como verdugos de quienes con ellos marchaban; salvado el caso de quienes permanecieron, pese a la aurora de reformas, ternes en su posición de novotnyanos a machamartillo, el horizonte político y humano de la Checoslovaquia de ahora, es la de un pueblo que refugia su libertad en las catacumbas. Que Calla para no mentir también. No existe, como pudiera parecerlo, cambio, alguno en los planteamientos soviéticos de la hora más reciente. No supone liberalización del comunismo ruso el diálogo cordial que, en Helsinki, mantiene con Estados Unidos. Como tampoco supuso liberalización real y efectiva la desaparición de Stalin. La realidad de este aserto cabe advertirla en Checoslovaquia, donde cupo un intento de libertad; pero no en la Unión Soviética, donde tal fenómeno no ha llegado a producirse. No hay rectificación donde no ha 1 existido desviación. Y en Checoslovaquia no han concluido aún ni las rectificaciones ni las depuraciones. Durará más el filtrado de las situaciones que el de los hombres. Permanecen actitudes mentales y rebeldías. Reverdeció la religiosidad en la primavera de Praga... Desde Moscú ha informado el corresponsal de The Guardian sobre las denuncias aparecidas en algunas publicaciones de base- -revistas juveniles y sindicales- -centra el régimen de tolerancia religiosa que persiste en la Bohemia y en la Eslovaquia. El empeño soviético es total: no dejar piedra sobre piedra de la primavera de Praga. Y es ello un reflejo de la médula comunista. Verdadera piedra de toque. Lo otro, lo que ocurre en Helsinki, es sólo transacción con el más fuerte. Con quien dispone de fuerza bastante para no tener un día que autoinmolar su conciencia. W planetario EL RESPETO A U S Un largo debate parlamentario iniciado en mayo pasado llega a su final en Italia. Parece ser que hay en la Cámara 329 diputados partidarios de una ley que regule el divorcio, frente a 329 diputados que pretenden mantener la situación actual. No entremos en el fondo de la cuestión. Teólogos, sociólogos, psiquiatras se inclinan desde hace muchos años sobre el problema con argumentos distintos y opuestos. El conflicto enfrenta dos integrismos: el de quienes entienden la sociedad y la familia como instituciones estáticas, inmutables, y el de quienes estiman que una y otra son, como creaciones humanas, modifieables y perfectibles. Si provisionalmente se guardará silencio sobre la raíz misma del problema, quizá es inaplazable hablar abiertamente de un aspecto lateral del conflicto. Lateral ciertamente, pero de tremenda trascendencia: el del respeto a las minorías. Admitamos que, aprobada en el Parlamento esa nueva ley a que casi la mitad de los diputados se oponen, se arbitre el recurso de un referéndum para averiguar inequívoca, terminantemente, lo que opina la mayoría de la nación italiana. Adelantémonos a sirppner que la inmensa mayoría, manteniéndose fiel a sus viejas devociones y tradiciones, esté contra esta nueva ley. ¿Tiene esa mayoría el derecho moral a pisotear los sentimientos, las necesidades espirituales de la minoría? Todo el qtijd de la convivencia humana en un régimen de verdadera justicia reside en el respeto a los derechos minoritarios. Ha de admitirse que las sociedades modernas ya no pueden ser agua o tierra, que son por la naturaleza de las cosas, marisma, es decir, agua y tierra mezcladas; agua dulce y agua amarga atemperando su sal y su dulzura. Convivencia. No existen ya y dudo que alguna vez hayan existido bloques sociales de absoluta unidad ideológica, religiosa o moral. Gran parte de la Historia de España está hecha de convivencias. Príncipes cristianos que viven a lo árabe, que desposan musulmanas; t r a ductores arábigos que resucitan los grandes modelos helenísticos; señores castellanos que trovan en lengua galaica. ¿Es esa época menos fecunda que otros tiempos posteriores en los que las minorías son perseguidas o expulsadas? ¿Es, sobre todo, esa época menos feliz que otras en qtie los elementos se separan? Gladstone- -creo que fue Gla. dst. one- invitado una vez por ilustres damas a cerrar las muchas tabernas de Inglaterra en vísperas de elecciones, prvienño el efecto electoral de la medida, se excusó diciendo: En mi casa de campo hay ochenta camas y no por eso se duerme más. Una ley atenta a la necesidad de la minoría, ¿hará abandonar sus convicciones a la mayoría? Si así ocurre, ¿qué valor tienen esas convicciones? No es este más que un caso entre muchos oíros que muestran a unos hombres tratando en nombre del pasado de imponer a los otros sus ideas, de oprimirlos de alguna manera. Queremos descolonizar los países. No sabemos todavía descolonizar las conciencias. -Lorenzo LÓPEZ SANCHO. B RE V E RI A U RESPETO b e c S r a r o f n- N otras muchas madres, vara lamentarse del comportamiento incivil de los obreros que trabajan en la construcción de un gran edificio, en Marqués de la Ensenada, esquina a la calle de Genova, Al parecer, a la entrada o salida de las clases del Liceo Francés, que se encuentra situado al lado de dicho edificio, las jóvenes escolares (de doce arios en- adelante) deben sufrir una lluvia de inconcebibles groserías. Y no sólo ellas- -manifiesta nuestra comunicante- sino también las madres que, acompañadas de nuestros pequeños, atravesamos diariamente esta lamentable zona machista ¿No podría establecerse una vigilancia en estas horas? ¿No podrían los capataces reprimir tales manifestaciones? La opinión que tengan de España estas niñas y estas madres (en su mayoría francesas) no debe ser muy halagüeña. jfpj VM 3, BRILLA COMO UNA JOYA Pídala en los buenos comercios del ramo o a: Y Clft- S. ft. -ALIGANTE