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ABC MADRID 28-11-1969 página 30
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ABC MADRID 28-11-1969 página 30

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C V I E R N E S 28 DE NOVIEMBRE E 1989. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 30. ABC DIRECTOS- Torcuato LUCA d TENA DIRECTOR ADJUJÍTO Pedro de LORENZO SUBDIRECTOR: Jesús REVUELTA IMAZ REDACCIÓN. ADMINISTRACIÓN Y TALLERES: SERRANO, 6 1 MADRID, APARTADO NUM 43 TEL- F 225 1710 Editor: PRENSA ESPAÑOLA. S. A LAS FUTURAS TAREAS El nombramiento de Alejandro Rodríguez de Valcárcel como nuevo presidente de las Cortes Españolas en un momento de indudable trascendencia para el futuro político español, ha sido acogido por España entera con unánime satisfacción, porque justamente el país, con su buen sentido, aprueba el comportamiento de los hombres serenos y aperturistas, y a esta clase pertenece por derecho propio el nuevo presidente del Cuerpo legislativo nacional. Hombre de claras lealtades que conserva frescas y vigentes precisamente porque ha hecho de ellas una conducta y no una constelación de abstracciones irreales, el señor Rodríguez de Valcárcel pertenece a ese amplio sector de la vida política española que pretende encontrar puntos de contacto con sus compatriotas en lugar de establecer distingos ni exclusivas. Español que busca denominadores comunes en lugar de divisores estériles, el presidente de las Cortes tendrá en su nuevo cargo ocasión de ejercitar sus talentos armonizadores ante una Cámara cuyo funcionamiento deberá adaptarse si cambio evidente que la vida española ha venido sufriendo desde la aprobación de ia Ley Orgánica. Dada la complejidad de la composición de las Cortes, donde se dan cita los cuatro estamentos políticos de nuestra democracia orgánica- -el sindical, el familiar, el regional y el estrictamente político- -y j la inercia de ciertas costumbres, no será! tarea fácil realizar la transmutación de los usos conocidos en otros de nuevo talante, capaces de sintonizar con esta España de la nueva Constitución de 1967, que va en- ¿GIBRALTAR? cajando progresivamente sus instituciones en moldes de creación reciente. Los siste- plimenta? unas fichas estadísticas íjue han mas electorales, ya ejercitados en el círcu- de remitir al Instituto Español da Moneda lo familiar; la inminente reforma del or- Extranjera, como justificantes de ciertos ganigrama sindical, la promesa de un aso- gastos sobre rendimientos de valores interciacionismo que modifique el reclutamien- venidos por disho organismo. Segrún se nos saber, es frecuente el caso de to del Consejo Nacional, la ley de Pren- hace bajo el epígrafe Nación hacen fichas sa y la asistencia a las Comisiones de re- que, una, insólita respuesta: Gibraltar. consPero presentantes de los órganos de informa- tar se atribuya tal dislate a imprevisión ni no ción, la mayor preocupación por la cosa malicia de los eniplsados banearios. Tampública del pueblo y, en general, el in- bién se nos nace censar que el propio dudable proceso de racionalización que viene corrigiendo siempre en buen sentido nuestra vida nacional, necesitan ló- w n p Nada hay perfecto en este gicamente encontrar en las Cortes un 3. ir. c mundo, y menos una organizamecanismo capaz de reflejar con la mayor ción que, por su alcance nacional y por fidelidad posible la estructura política de su trascendencia social, afecta a todos los la España, que quiere vivir apoyada en españoles. Nos referimos a la Seguridad Social, cuyos logros y avances no pretensus instituciones. Pero en el caso concreto de las Cortes esta transformación parece doblemente necesaria- -nos atreveríamos a añadir que resulta además urgente- -porque la democracia orgánica que hemos elegido los estécnico dominando perfectamente inpañoles para organizar nuestra razonable convivencia, coloca dentro de las Cortes glés, para desarrollo colaboración el centro de gravedad de la discusión de extranjera los asuntos públicos, que el régimen de Escribir: partidos de la democracia inorgánica sitúa en el centro de la calle. Los puntos de Sr. CAMPOS. Gortubay, MADREO- 1 convergencia necesarios para gobernar, la aprobación de gentes diversas, puestas de acuerdo sobre una manera específica de actuación, habrá que buscarlos dentro de las Cortes, donde procuradores de diversa extracción se encuentren o se separen, según el criterio siempre honesto de sus propias conciencias. Precisamente por eso nuestras Cortes se nutren de representaciones tan diversas como pueden serlo el Consejo Nacional, con su contenido específicamente político, o los representantes municipales, que traen hasta el Parlamento sus problemas locales o regionales. Las Cortes tienen que ser el punto de convergencia de los diferentes haces de la opinión española, con patriotismo suficiente para deducir dentro de su recinto una conclusión de validez universal entre todas las diversas opiniones del país. Esta labor de catálisis política es la que corresponde a las Cortes dentro del moderno esquema de nuestra vida nacional. Tarea ciertamente difícil porque será preciso superar muchas viejas rutinas y ciertas comodidades y simplificaciones de épocas anteriores, teniendo el convencimiento de que su éxito o su fracaso determinará el destino final de las instituciones españolas, y en este sentido la responsabilidad del nuevo presidente de las Cortes será inmensa porque también es cierto que sus atribuciones, dentro del cuadro constitucional vigente, son muy amplias. Precisamente por tener tanto poder, la Historia será exigente con su modo de actuar, del que depende en gran parte que las Cortes puedan cumplir satisfactoriamente su tarea. Todos estos problemas tendrán su primera medida de resolución con la elaboración del nuevo Reglamento de las Cortes que sustituya al anticuado ordenamiento de la vida parlamentaria nacional. Desde la composición de las Comisiones hasta el establecimiento de un adecuado y frecuente sistema de interpelaciones, el presidente de las Cortes puede orientar en un sentido o en otro la vida del Cuerpo legislativo, acompasándolo a la evolución de la vida política del pass, o cerrando las puertas a toda renovación, al menos durante cierto tiempo. Poner las Cortes a la altura de la reali- dad española en plena transformación, vitalizar sin falsas prudencias una institución cuyo Reglamento debe ser reformado con apremio, conseguir que el gran diálogo nacional se cumpla en nuestro hemiciclo para convertirlo en el espejo cóncavo de la vida entera de la Patria son las grandes tareas que aguardan al señor Rodríguez de Valcárcel en su. nuevo cargo España entera está segura de que sabrá llevarlas a buen fin. Don Antonio hurmendi llevó a la Presidenci- a de las Cortes una virtud política superior, de la cual había ya dado múltiples y muy firmes pruebas durante su eficaz gestión al frente del Departamento de Justicia. Esta virtud política, la prudencia enraizada en un equilibrado y exacto sentido del más noble entendimiento de la juridicidad, de la honrosa y necesaria servidumbre al recto ordenamiento de la Ley, será siempre la base imprescindible para construir, día a día, etapa tras etapa, el imperativo que corona y da sentido a toda obra de gobierno democrática; el establecimiento de un Estado de Derecho. En la Presidencia de las Cortes, Iturmendi ha visto cómo se iba tonificando el pulso político del país, y sin gestos grandilocuentes, sin fáciles maniobras calculadas para la galería, ha posibilitado el proceso. Sin acelerarlo, con velocidad imprudente; sin asumir tampoco la función de un obstáculo esterilizador de, la natural evolución. En la época de Iturmendi en las Cortes quedan fechados acontecimientos políticos tan importantes, tan decisivos, como la aprobación de la ley de Prensa, de la Ley Orgánica del Estado y la votación favorable al Príncipe Don Juan Carlos de Borbón como sucesor del Jefe del Estado a título de Rey. Al reconocimiento que cualquier ciudadano debe sentir hacia un gobernante capaz, prudente, constructivo, como lo ha sido Iturmendi, nosotros, los periodistas, podemos añadir una calificada gratitud. El abrió, en 2965, a la Prensa las deliberaciones de las Comisiones legislativas. Y con ello renació una de las modalidades periodísticas de más interés para los lectores, de más valor para la proyección informativa; las crónicas parlamentarias en los debates y en los significativos comentarios y presagies de los pasillos de las Cortes. I. E. M. E. en instrucción facilitada a los Bancos, bajo la columna titulada Territorios estadísticos incluye a la colonia británica como país soberano. Nos consta q. ue no existe mala fe en esta clasificación territorial tan sui ffeneris que practica el Instituto, y queremos pensar que razones de tipo estadístico aconsejarán tan peregrina solución. Pero resulta paradójico ene un organismo oficial español reconozca implícitamente en STis documentos una situación- -la personalidad jurídica I Peñón- cuya ilegalidad es reconocida en todo el mundo. demos menospreciar, si bien saos permitimos señalar ciertas deficiencias que nos transmite un médico santanderino. Según nos informa, los asegurados cada vez tienen menos posibilidades de elegir entre un número amplio de cirujanos, ya que en algunas provincias- -y en el futuro en toda España- -operará un jefe por especialidad y provincia. Ocurre así que todos los cirujanos que venían operando, con sus derechos reconocidos en el artículo 23 del Estatuto Jurídico del Personal Sanitario de la Seguridad Social, no tienen, oportunidad de poner a prueba sus servicios. Aunque ignoramos las razones internas que puedan justificar esta jerarquización de los cuadros médicos, es evidente que los beneficiarios preferirán siempre un número amplio de especialistas para elegir antes que sobrecargar inútilmente a uno sólo.

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