Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 26-11-1969 página 125
ABC MADRID 26-11-1969 página 125
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 26-11-1969 página 125

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página125
Más información

Descripción

PROSCENIO LOS PRINCIPIANTES BE LA BELLA ÉPOCA: JACINTO BINAYENTE do a Donina la eminente actriz Josefina Blanco, primor de sensibilidad, esposa del estilista de las Sonatas María Guerrero coronóse de gloria dando vida a Imperta, criatura toda entereza en su ambición, toda ternura en sus reacciones sentimentales, símbolo de la voluntad femenina elevándose del barro hasta las gradas de un Trono, alma combativa que para el logro de su propósito llega al renunciamiento de sus afectos mas puros. Imperia se halla tan dotada del perfume psicológico de las aventuras de su época- ¿Liane de Pougy, Eva Lavaliére, Wanda de Boncza, Emiliana d Alencon? -que alguien ha sugerido no sea este personaje ficción benaventina. sino beldad de carne y hueso conocida por él en sus andanzas cosmopolitas. Hoy no localizaríamos elementos como Imperia. Quedan muy pocos tronos en el mundo, numerosos miembros de familias ex reinantes andan sin tabaco, viajando en el Metro, dispuestos a tragar como heliogábalos en las cachupinadas organizadas por burgueses pudientes, obsesionados por el enlace con alguna millonaria norteamericana y carecen de numerario para comprarle a una estrella galante un abriguito de visón o una minifalda de Balenciaga. Las Impertas de la nueva ola son unas pobres chicas que desgastan zapatos en una sala de fiestas, limitadas en sus aspiraciones a embaucar a un cateto adinerado que las compre un pisito en Moratalaz con mueble bar, baño de azulejos para lavar la ropa y un televisor que las refrigere la vista con los guapos astros de la torería o los robustos campeones de baloncesto. El público aristocrático que asistió al estreno de La noche del sábado halló muy puesto en razón el desastroso fin del turbulento príncipe Florencio, motivando que una encopetada señorona dictaminase: -Le ha estado muy bien empleado por adentrarse en estos antros canallas. Para arrastrar existencia como la suya no hace falta introducirse en ambientes de golfería barata. ¡Con las casas decentes que le habrían abierto sus puertas sin riesgo para su vida! El segundo éxito fabuloso de Jacinto Benavente en el feudo de Talía fue La malquerida Y parece ser que en uno de los ensayos registróse un incidente pintoresco: Interpretaba el papel de Acacia, María Fernanda Ladrón de Guevara- -a la sazón tan linda. y golosa como hoy lo están Elisita Ramírez o Marisa Paredes- en la flor de su adolescencia y con esa inocencia virginal que más tarde puso en fuga su matrimonio con el genial Rafael Rivelles. En la escena del último acto, cuando Esteban- -encarnado por Fernando Díaz de Mendoza- en un rapto de pasión incontrolada, deposita un ósculo en las mejillas de la doncella, Díaz de Mendoza, a exigencia del papel, hubo de propinar a la bellísima Marujita un beso que resonó en Contaduría. Entonces ella, escandalizada, con sonrojo y candor, exclamó sorprendida: ¡Qué vergüenza. Entonces la eximia Guerrero, acordándose de su nacimiento en las cercanías del distrito de la Arganzuela, poniéndose elegantemente en jarras, fulminó, en términos más académicos: ¡Ecucha, guapina! La única que tenía que escandalizarse soy yor que soy la esposa del donante. Pero me comprimo, porque estamos haciendo arte. Y, por otra parte, para tí es un honor recibir un beso de don Fernando Díaz de Mendoza, aunque sea de mentirijillas. La malquerida fue la revelación como artista excepcional de Marujita Ladrón de Guevara, que por aquella fecha se colum- taointo Benavente, según fotografía de 1903, cuando soñaba con la gloria, no imaginaría segura mente que le estaba reservado un premio Nobel y le dedicarían en la capital de España una plaza. piaba en los quince añitos y justificó la soberanía de Jacinto Benavente en la dramaturgia nacional. En todas las producciones de nuestrt premio Nobel resplandece la veneración a sexo femenino, pues nunca tuvieron las mujeres defensores más encarnizados que quienes no parecen amarlas mucho. Por e contrario, los que más las vituperan, escarnecen y a veces las sacuden palizas de muerte, son, precisamente, cuantos presumen de adorarlas. Algunos hombres casados las estrangularían si esto fuese autorizado. Sin embargo, existen individuos perversos cien por cien, liantes, borrachísimos, incapaces de redención espiritual; pero jamás se encontraría una mujer perfectamente mala y que, en caso de serlo, no manifestase una reacción encomiable. Ellas que si dejan de ser buenas es por maldad masculina, merecieron siempre la devoción de Jacinto Benavente, patentizada en todas sus producciones. Carlos FOBT 0 NY Una escena de La noche del sábado Puede apreciarse, a pesar de que la fotografía es reproducción de una aparecida en una publicación teatral de la bella época madrileña, que los personajes, además de numerosos para lo que entonces se estilaba, estaban presentados con lujoso vestuario, propiedad de la empresa Guerrero- Mendoza.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.