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ABC MADRID 21-11-1969 página 27
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ABC MADRID 21-11-1969 página 27

  • EdiciónABC, MADRID
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A B O V I E R N E S 21 DE NOVIEMBRE DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. FAG. CT RESBALO Y CAYO EN LA LUNA En su paseo de ayer, los dos astronautas recogieron nuevas piedras y piezas de! Surveyor i AVIÓN POLACO OBLIGADO ¡A DIRIGIRSE A VIENA Ü Polonia pedirá la extradición do ¡los dos secuestradores 3 li 1 ¡S Ü ¡I ¡3 1 3 3 i 3 3 S EÍ Viena 20. Un avión de pasajeros polaco que se dirigía a Bratislava (Checoslovaquia) ha sido secuestrado y obligado a dirigirse a Austria, aterrizando al mediodía de hoy en el aeropuerto de Viena. Los secuestradores son dos jóvenes polacos, según ha comunicado el Ministerio austríaco del Interior. El aparato, un Antonow 24, se áitv gía en vuelo regular de Varsovia a Bratislava con 18 pasajeros cuando dos jóvenes polacos, armados con pistolas, amenazaron a los pilotos, obligándolos a cambiar de rata y dirigirse a Viena. Al aterrizar el aparato en el aeropuerto austríaco los secuestradores se entregaron sin ofrecer resistencia a la autoridades del país. Según la Policía, las pistolas que utilizaron ambos jóvenes para llevar a cabo el secuestro eran de gas, con apariencia de ser auténticas. -Efe. DESPUÉS DE UN ACOPLAMIENTO PERFECTO, EL NODULO LUNAR FUE ESTRELLADO CONTRA NUESTRO SATÉLITE A las 9,48 de esta noche inician el retorno Fresnedillas 20. (Crónica de nuestro redactor, enviado especial. Esta tarde, a las 7,20, terminó la fase critica del vuelo del Apolo XII Quedan aún dos momentos delicados: la escapada de la órbita lunar y la reentrada en la atmósfera terrestre, pero estas son operaciones que la N. A. S. A. y sus astronautas se saben ya de memoria. Los momentos críticos de esta tarde eran, primeramente, el despegue, y, después, el acoplamiento del intrepid y el Yankee Clipper Las dos operaciones han sido ejecutadas con extraordinaria perfección. Charles Conrad y Alan Bean han asombrado a todos los técnicos de la N. A. S. A. como hemos podido comprobar en una conferencia de Prensa mantenida en Houston y seguida en directo en esta estación espacial. Conrad y Bean no tienen posse carecen de antecedentes espectaculares y su aspecto es más bien vulgar. Sin embargo, tanto Conrad, una de Xas cuatro personas en el mundo con tres vuelos espaciales en su haber, como Bean, un novato del espacio, han sido hoy unos exploradores perfectos y, al mismo tiempo, unos profesores en extremo didácticos. Y todo ello amenizado con el excelente humor del comandante Conrad, quien ha hecho lo imposible por suplir con su palabra la ausencia de imágenes, ya que, como todos temían aquí anoche, no se ha podido reparar la avería. La jornada comenzó para los tripulantes del Intrepid poco después de las tres de la mañana. Después de dos horas escasas de comprobaciones de su equipo lunar, iniciaron su segunda salida con más de una hora de adelanto sobre el horario prefijado. A las cinco menos diez de la madrugada se abrió la escotilla, porJ a qne descendió Conrad, quien puso el pie sobre la superficie a las cinco y un minuto. Minutos más tarde le seguía Bean. En la jornada de ayer los dos astronautas habían recogido unas piedras lunares, aparte de montar el laboratorio AI SEP. Hoy, la misión consistía en visitar el Surveyor pero también recoger piedras que fueran interesantes. Bean y Conrad se habían preparado adecuadamente para este cometido. En los últimos meses han recibido una formación específica en cuestiones de Geología y han hecho numerosos trabajos sobre terrenos geológicamente interesantes. Bocas agudas, cortantes, con cristales Incrustados iban a parar a los sacos me transportaban Conrad y Bean en su paseo por la Luna. Para localizar muestras más interesantes se dedicaron a explorar en cinco pequeños cráteres. Pero los macutos de los astronautas no eran demasiado grandes; además, no podrían regresar con más pesó del debido. El trabajo expKcativo de los astronautas posiblemente haya contribuido a que los treinta kilos de rocas lunares que el Apolo XII traiga a la Tierra sean un verdadero tesoro científico, infinitamente más interesante que el que consiguieron Armstrong y Aldrin en su expedición. El proceso seguido esta mañana en su trabajo geológico era el siguiente: los astronautas informaban de alguna roca ciirinsa que acababan de divisar y la describían; en el Centro de Control los geólogos determinaban el interés de la muestra según la descripción y, en consecuencia. aconsejaban a Conrad y Bean que la recogiesen o abandonasen. Conrad completó su tarea científica mediante una serie de fotografías esteroscópicas del máximo interés. JCTíTO AL SURVEYOR Pero había que acercarse al Surveyor Desde su mesa de control el doctor Berry procedió a un chequeo médico de los astronautas gracias al esteroscopio a distancia. Estáis bien afirmó el control; los dos astronautas se pusieron en marcha sin necesidad de atarse por la cintura, como se había previsto en un principio. Desde Houston llegaban las órdenes con el itinerario a seguir: 4 íVeinte pasos en línea recta, torcer a la derecha en ángulo de veinte grados Por fin los astronautas divisaron el Surveyor al fondo del cráter que, según informó Bean, tiene escasa profundidad. Primeramente fotografiaron el ingenio no tripulado que llegó a la Luna en abril de 1967. Después, los astronautas extrajeron de su maletín de instrumentos unas tenazas para cortar una serie de partes del Surveyor que han de traer a tierra: la cámara de televisión y unos trozos de cable aislado, que posiblemente albergue algunos i3i croorganismos. E s t a s piezas son del máximo interés, ya que los cien, tíficos quieren comprobar si han podido resistir los rigores lunares las posibles bacterias que hubieran podido quedar albergadas en estos cables. Los astronautas evolucionaron con cuidado en torno al Surveyor Se trata de un aparato con demasiados picos cortantes, que podían desgarrar el traje de los astronautas. El Surveyor estaba pintado de blanco, pero los rigores de la temperatura lunar le han dejado un poco oscurecido. Xonrad y Bean siguieron trabajando con aplicación, sin descanso, pero con buen humor. Conrad insistía en la suciedad lunar, de la que ya hablara ayer en su primera salida: Me estoy poniendo más sucio qué un carbonero afirmó e! comandante. Houston, una vez más, apremió, 7 los astronautas regresaron a la base lunar. El primero en subir al Intrepid fue Bean, quien desde arriba ayudó a introducir en el modulo lunar todo el material recogido en su segunda expedición. También, por indicación del Centro de Control, 3 1 1 3 j 3 3 Ü H BANDIDAJE AFIRMA VARSOVIA Varsovia 20. Polonia se dispone a solicitar la extradición de los dos individuos que secuestraron hoy un avión de dicha nacionalidad durante un vuelo internacional, según informa la agencia polaca, que califica el hecho de bandidaje cometido por dos personas que no han sido identificadas. -Efe- Reuter. S I I SECUESTRADORES CONDENADOS A DOS AÑOS 3 Ü a S ¡3- 3 3 3 Berlín 20. A dos años de prisión ha 3 condenado un Tribunal militar francés 3 a los dos berlineses orientales, Peter j Klemt, de veinticuatro años, y Ulriob. von Hof, de diecinueve, autores del se 3 ouestro de un avión de pasajeros polaco, al que, desviándole de su ruta, obliga 3 ron a aterrizar en Berlín occidental. 3 Al finalizar la condena quedarán en 3 libertad de permanecer en la República 3 Federal. -Efe. Y AHORA PRESENTA SU VARIETÉS todas las noches a las 12,15 ESPECTÁCULO TÍPICO ESPAÑOL 1 PLA 2 ADEL B E 22 H 8 08 recogieron la cámara de televisión averiada para analissarla aquí en la Tierra. Sobre la Luna quedó, sin embargo, el paquete de las herramientas, cámaras de fotografías y las mochilas de supervivencia Cuando la operación había terminado Conrad informó del gran susto de la jornada: ante el desconcierto de todos lo técnicos de la N. A. S. A. el comandante del Apolo contó que durante su pase había experimentado una caída. Fue un r e s b a l ó n pero sin consecuencias. La N. A. S. A. había temido una caída en 1 Luna; el astronauta se podía romper unapierna y ara ese caso se habían hecha ensayos de rescate del lesionado a cargar de su compañero; pero cabía también 1 posibilidad de que se rasgara el traje lunar, y para este accidente no habría habido emergencia posible. Lo más proba- ble es que hubiera perecido casi al instante. Afortunadamente, Conrad no sufrió ninguna contrariedad con su caída que ha venido a demostrar que el hombre no es tan frágil en la Luna como se estimaba y que el ser humano posee una capacidad asombrosa de adaptación a distintos ambientes. Pasado este susto surgió el susjiense propio del despegue de la. Luna. Esta ve Gordon podría bajar casi a ras del sneltf para rescatar a sras compañeros, pero mejor sería no tentar a la suerte. A las 3,23 d asta tarde, el Intrepid encendió sus

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