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ABC MADRID 19-11-1969 página 26
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ABC MADRID 19-11-1969 página 26

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C MIÉRCOLES 19 DE NOVIEMBRE DE 1869. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 26 ABC DIRECTOR- Torcuato LUCA de TENA DISECTOR ADJUNTO Pedro de LORENZO SUBDIRECTOR: Jesús REVUELTA IMAZ REDACCIÓN. ADMINISTRACIÓN Y TALLERES: SERRANO, 61- MADRID. APARTADO KUM 43- TELEF 225 17 10 Editor: PRENSA ESPAÑOLA. 5. A TEMAS PEM IEMTES LA POLÍTICA DE TURISMO El boom turístico, que se inicia apoyado sobre todo en la primera devaluación de la peseta, en el cambio del dólar a 60 pesetas, cuando se realiza la tentativa estabilizadora de 1959, ha alcanzado cifras espectaculares en los últimos años. De una recepción turística cifrada en unos seis millones en 1960, se asciende a casi 14 millones y medio en 1966, y se alcanzan los 18 millones en 1968. Sin descontar los factores de impulso de este crecimiento que tiene su raíz en la alta coyuntura disfrutada por Europa, no se debe desconocer en qué medida tan considerable ha sido motor de la afluencia turística una política estimulante de la misma, seguida por el departamento ministerial correspondiente. Ahora bien, al ritmo de crecimiento del turismo no corresponde a un ritmo paralelo de los ingresos en divisas que el turismo proporciona. Y así resulta que los seis millones de turistas de 1960 ingresaron unos 296 millones de dólares; en 1954 aporta el turismo 852 millones; 1.027 millones en 1965; 1.202 millones en 1966, y comienza a descender la cifra y suma, con ia máxima recepción turística del pasado año, solamente 1.111 millones de dólares. En suma, y en conjunto, parece dibujada, con claridad, una tendencia: crece el número dé turistas y decrece, en términos comparativos, el ingreso proporcionado por el turismo. Cosa es, entonces, de preguntarnos si no se estará promocionando excesivamente UNA la afluencia de un turismo barato con facilidades de precios políticos- -unidas a la ventaja del cambio monetario- -con lo cual se perjudica a la rentabilidad cierta que deben obtener de sus inversiones las empresas privadas creadas para actuar en el sector. No es sólo preocupación nuestra, pues Exísts una DOLCS CAFFE pera coda otros periódicos han señalado el problenecesidad. En cualquier tamaño es perfecto, sólida. duradera y brillante ma, ni es preocupación de ahora. En el informe del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, publicado en 1962, ya se advierte: DIGNA BE SENTARSE A SU MESA Otro síntoma por el cual el Gobierno Pfdaia en les buenos comercios de! ramo o s: puede influir en la cantidad de inversiones VANO, SÁNCHEZ Y CÍA. S. A. -ALICANTE hoteleras es el de la alteración de su política en cuanto al control de precios. Hay indicios poderosos de que los actuales precios oficialmente regulados son demasiado bajos para cubrir los costes corrientes de en el sorteo del día 15 de noviembre funcionamiento. ha dado Y el mismo texto recomienda la fijación libre de los precios, sobre una base anuaL por la industria hotelera, sector, en él además, donde afirma que corresponde operar con la máxima eficacia a la empreNUMERO 10.813 sa o iniciativa privada. más aproximaciones y centena y tiene el Prácticamente, estamos en la misma siGORDO para el sorteo de NAVIDAD tuación. Los precios siguen fijados oficialmente, y aunque las diversas categorías No deje de pasarse y comprar en de los establecimientos determinen una LA LOTERÍA DEL CARMEM scala gradual de precios, el sistema no es, en conjunto, seguramente, el más adecuaSe remite a provincias previo pago. Admása. núm. S 8 Carinen, S- MADRID do para la existencia económica del sector, que necesita para su desarrollo y amortización una rentabilidad despejada y sólida. Y sobre el cual no debe pesar el impacto propagandístico de la oferta de duros a peseta, que ha colocado a muchas empresas en situaciones de grave apuro. Desde, luego, la libertad de precios a la que apuntó el citado informe del Banco Internacional podría quizá tener otras no convenientes repercusiones, en consideración de las cuales fue desechada. Pero sería posible, y seguramente eficaz, crear un sistema mixto. Sistema que mantuviera el control de precios, actualizándolos en el nivel que sea preciso, para la base genérica de la industria hotelera. Y dejar precios libres, al mismo tiempo, para aquellos establecimientos que por cumplir determinadas condiciones de verdadero lujo, de confort extraordinario, puedan cumplir una finalidad de atracción de turismo de prestigio- -turismo para el que los precios no cuentan- -en favor del prestigio total turístico español. De esta forma resultaría fácil potenciar todo lo posible la recepción del turismo caro, o más rentable, dejando a la competencia en el buen servicio, sin grave alteración de los precios, la recepción y atención del llamado turismo barato cuya venida sigue siendo necesaria. Y cuya afluencia seguirá produciéndose, porque está predeterminado por el poder adquisitivo del nivel de salarios europeo. ¿Convendría una ley de turismo para resolver estas cuestiones? Creemos que no es necesaria una ordenación tan general y de tanto rango; que, por otra parte, a lo que conduciría, sin remedio, sería a un intervencionismo mayor, con todas sus posibles perjudiciales consecuencias, en un sector donde la actividad económica predominante debe ser de la iniciativa privada. La solución de esta cuestión pendiente requiere decisiones que operen sobre la orientación de la política de turismo y sobre algunos problemas concretos de la misma. Nada más, salvo subrayar que el tema tiene marcado sello de urgencia. planetario EL REALISMO DE ÁLDECOá Ayer, a la caída de la tarde, cuando si gran acantilado es de cinabrio, he ruelto a la isla. Así comienza Ignacio Hdecoa, en 1967, su novela Parte de Eiia historia He vuelto a la isla sigaifioa he vuelto al contacto con una realidad concreta. Aldecoa espiga entre ios pescadores el léxico directo, preciso, Se su relato. Su novela estará hecha con palabras significativas, actualmente significativas. Hay escritores, novelistas españoles, tenidos Dor realistas que buscan su vocabulario en viejos lexicones, en manuales de oficios caídos en desuso, en páginas de olvidados escritores del siglo XVIL El realismo de tales novelistas nos lleva a Quevedo, a Delicado, a Mateo Alemán. Es un falso realismo libresco, pasadisla, carente de vivencias válidas. Al realismo social de una cierta novela contemporánea española se le descubre fácilmente un exceso de información literaria, un defecto de experiencias personales. Aldeeoa buscaba, como Hemingway, el conocimiento inmediato, los datos inmediatos de los que mana la novela hasta cuando, como en el caso de Proust, esos datos inmediatos han sido tamizaSos por el arel de la memoria. Azorín, encalmándose en el dato, en la observación minúscula, penetrante, microscópica, olvidaba la acción. Todo se paraba en el estilismo, en el paisajismo sensual de Miró. Al regresar a la isla, Aldecoa, aislándose, entraba con los pies descalzos, ss decir, dispuesto a herirse, en un microcosmos de realidad geográfica y temporal. Hemingway- -es preciso volver a él- -declaraba a George Plimpton que podía haber hecho de El viejo y el mar una novela de mil páginas con sólo pintar a todos los personajes de la aldea; con relatar cómo había visto aparearse al pez- vela, o aparecer un cardumen de cincuenta cachalotes. Eso es lo que la isla le daba a Ignacio Aldecoa: la parte del iceberg que se oculta bajo el agTia y sin la cual la novela es sólo una fantasmagoría verbal carente de equilibrio. Nadie puede decir en qué consiste exactamente la realidad; pero al novelista le es permitido crear una que sea a la verdadera, a la que de algún modo existe fuera de nosotros, lo que la proyección de Mercator es a la esfera terrestre. La comparación no es mía. Pertenece a Lawrence Durreíl, el novelista que ha sustituido el tiempo bergsoiüano de Proust por el tiempo einstemiano, el continuo espaciotemporal que organiza el extraño universo del Cuarteto de Alejandría cuya lectura debo a José María Loperetia. Aldecoa reconstruye una realidad así haciéndola con vocablos vivos sacados can el arte de arrastre de la atención al mar profuso de la vida pescadora. Temo que la angina de pecho que captura en temprana edad el corazón del novelista no es otra cosa que la mecánica tle su ansiosa atención. La misma mecánica jwe sin día, hace siete años, arrastra el corazón, también joven, de Leopoldo Panero. La búsqueda de la palabra exacta y viva es el camino para la construcción de una realidad verbal, que es la única posible al escritor, ya que la otra, si existe, no es única, sinomúltiple, y se alberga en cada uno de los lectores. Con palabras antiguas, dormidas, no es posible suscitar realidades verdaderas que no sean una suerte de pasado. Aldecoa, lo vemos ahora, ha roto su corazón en la tarea. -Lorenzo LÓPEZ SANCHO.

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