ABC MADRID 16-11-1969 página 159

pueblo norteamericano, lleva consigo tam b i e n responsabilidades norteamericanas, i tanto en Asia como en cualquiera otra parte. Pero podemos confiar er que el nuevo espíritu de cooperación de Asia permitirá, en su día, que sus pueblos puedan hacer más por sí mismos de lo que han podido hacer hasta ahora, con lo que nosotros podremos hacer menos. Si colaboran entre sí, poseen los efectivos humanos y la capacidad sobrada para asegurar su propia seguridad y prosperidad, con el apoyo de los Estados Unidos como asociado en su empresa. Por último, la reconciliación. Si ha de haber paz, debe llegarse de un modo u otro a la reconciliación dentro del Vietnam y de Laos. Creo que los pueblos de ambos países están dispuestos a la conciciliación, si Hanoi les deja. Pero el espíritu de conciliación debe cruzar las fronteras, que hoy son también Entre las tareas del mañana figura el mejoramiento de nuestras relaciones con la China comunista. China es una gran nación con un antiguo sentido de su propia identidad e importancia. Llegó tarde al mundo moderno y en amargas circunstancias. Ahora está abriéndose camino a través de un período en el que descubrirá que el mundo tiene un lugar para una China que modernizará su vida, a su propio modo, y respetará a sus vecinos de las misma forma que busca respeto para sí misma. Ningún presidente norteamericano de la posguerra- -y en lo que a esto respecta, ningún líder soviético reciente- -ignora que la China continental es una realidad. Todos nuestros presidentes sabían que nuestras instituciones internacionales no estarán completas hasta el día en que la China continental ocupe su lugar entre nosotros en la comunidad mundial. Pero debe haber, por parte de los líderes de China, respeto para de slogans y uno de los más popula res es el. de No más Vietnams Estas palabras expresan mi más profunda esperanza. Espero que la resistencia de América en Vietnam disuadirá a los futuros agresores. No obstante, si a pesar de todo se produce la agresión y se pone en peligro la paz en aquella vital región del mundo, debe hacerse frente a ella. De otro modo podrían seguirse consecuencias desastrosas- -no solamente para aquella región, sino para todos los que como nosotros tienen algo en juego si se perturba la paz- Debemos recordar las palabras de Adlai Stevensoiu La lucha contra la tiranía no es una carrera de cien yardas: es una prueba de resistencia. Y la retirada conduce a la retirada como la agresión conduce a la agresión, en esta primitiva comunidad internacional Si se corriese la voz de que los Estados Unidos renunciaban a su papel esta- La quiebra parcial de la opinión pública en Estados Unidos ha enrarecido la guerra del Vietnam. La guerra Indochina- -guerra de guerrillas- -os, por naturaleza, lenta y difícil. Si en la retaguardia- -es decir, en el electorado estadounidense con repercusiones profundas en las campañas presidenciales- -no se hubiera producido un considerable movimiento de protesta, las perspectivas militares del con fHoto serían otras. 1 Vietoong está al borde de sus fuerzas. frentes de batalla. En una conversación en John Hopkins, en abril de 1965, ofrecí a los norvietnamitas una participación en la colaboración pacífica con sus vecinos y con nosotros. Espero que lleguen a aceptar esto. Ellos no quieren ser una provincia de China. Vietnam del Norte es, esencialmente, una pequeña nación subdesarrollada que todavía no tiene futuro. Yo me animé cuando el presidente Thieu habló de un período de posguerra en el que se podrían establecer buenas relaciones entre los dos Vietnam. Por amor a su propio pueblo, el Vietnam del Norte debe unirse a sus vecinos del sureste de Asia para sacar el máximo partido del Mekong y de todos los demás recursos de aquella región potencialmente rica. Esperamos con impaciencia que llegue el día en que nuestra inversión en el sureste de Asta no sea para la guerra, sino para ayudar a su pacífico desarrollo. el derecho que sus vecinos tienen de vivir en paz, y aceptación de las realidades de Fbrmosa. NO MAS VIETNAMS ÜN SLOGAN PARA TODOS bilizador (y desempeñar ese papel no significa lo que dice el equívoco slogan según el cual pretendemos ser los policías del mundo sería sencillamente invitar a la agresión a aquellos que ahora no necesitan de muchas invitaciones. Sería un golpe terrible para las naciones jóvenes que tratan de vivir indeoendientemente en el mundo. En Europa las consecuencias s e r í a n igualmente catastróficas. El presidente que se ve acosado- por las circunstancias sabe que debe buscar a menudo el apoyo del instinto del pueblo americano. Y ese instinto es válido. No permitirá a ningún presidente refugiarse en la irresponsabilidad. El precio que yo tuve que pagar por cumplir con el deber fue muy alto; pero no fue nada comparado con las consecuencias que hubiera tenido de no cumplir con él. E N resumen, fuimos a luchar al Vietnam porque el sureste de Asia estaba amenazado por la agresión y porque, por lo tanto, el futuro de Asia estaba en juego. En los años venideros, nuestra política debe encaminarse a lograr el progreso de esta región, sobre la base de la cooperación. Si lo hacemos así, los sacrificios de nuestros hombres no habrán sido en vano. El debate sobre el Vietnam hace ya tiempo que ha degenerado en un griterío Lyndon B. JOHNSON 31