ABC MADRID 16-11-1969 página 135
- EdiciónABC, MADRID
- Página135
- Fecha de publicación16/11/1969
- ID0000911187
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LA CONQUISTA DEL ESPACIO HA DESCUBIERTO EL DESEO SINCERO DE OBTENER UN TRIUNFO PARA TODA LA HUMANIDAD Los aspectos espirituales beneficiosos de esta empresa son impresionantes. La intrepidez y el valor de los astronautas son plenamente admirables. Pero debemos recordar también que estas estrellas de la raza humana nunca podrían haber despegado del terreno- -y ciertamente nunca habrían alcanzado la Luna y vuelto luego a la Tierra con seguridad- -si no hubiesen estado apoyados por la habilidad, el trabajo, la devoción, la lealtad y i a cooperación de centenares de miles de científicos y técnicos que han hecho posibles las hazañas de los astronautas. La gran proeza del personal de tierra es mora I mente aún más impresionante- -y más alentadora- -que la proeza de los astronautas; porque evidentemente la cooperación leal es muy difícil para la naturaleza humana. Las tragedias de la historia humana- -privada y pública- -derivan todas de fracasos en este campo del esfuerzo moral. El aspecto político de la c o m p etición internacional por la conquista del espacio exterior es también impresionante y alentadora. Al aplaudir sus mutuas hazañas astronáuticas, líos rusos y los norteamericanos han mostrado una caballerosidad y generosidad que han faltado con demasiada frecuencia en sus relaciones mutuas respecto a los asuntos terrestres. Cada una de las dos partes está ansiosa por deshancar a su rival, pero esta sed de victoria no ha hecho a los competidores mezquinos, rencorosos o injustos en su actitud hacia el otro. El agrado que cada uno de estos rivales ha mostrado hacia los éxitos del otro no es una pantomima diplomática, sino un sentimiento verdadero; es la complacencia én una victoria que se c o n sidera- -justamente- -no sólo como un triunfo para una fracción de- la raza humana, sino como un triunfo de la humanidad, una e indivisible. Este espíritu es de máxima deportívidad; no es el espíritu con que los seres humanos juegan a la política y se declaran las guerras. LA AMPLIACIÓN DEL RADIO DE ACCIÓN DE LA HUMANIDAD HA DEMOSTRADO QUE NO DEBEMOS CONTINUAR LA DIVISIÓN POLÍTICA DE NUESTRO PLANETA EN 125 ESTADOS SOBERANOS ¿Creará el aterrizaje en la Luna un sentido de solidaridad humana que sea lo suficientemente fuerte para prevalecer sobre los efectos divisorios del nacionalismo? Esta es la pregunta fundamental, y no podemos prever la respuesta. Cuando los pueblos europeos descubrieron América y se abrieron paso por mar hasta la India no trataron esta ampliación de su dominio como un patrimonio común que fuera administrado por ellos conjuntamente en bien de todos. Se combatieron mutuamente por conquistar las tierras y el comercio de ultramar con tanta furia como habían combatido en Europa por estas presas. Desde el fin del siglo XV en adelante, cada nueva guerra en Europa estuvo acompañada por una guerra, entre los mismos beligerantes, en la India y en América, y las dos grandes guerras últimas han sido mundiales. Cuando los pueblos europeos y americanos descubrieron el continente polar antartico, lo di- Además de ser fabricantes y usuarios de herramientas- -escribe Toynbee- -s o m o s criaturas morales y espirituales. Este aspecto de la naturaleza humana es más importante que su aspecto tecnológico.