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ABC MADRID 13-11-1969 página 121
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ABC MADRID 13-11-1969 página 121

  • EdiciónABC, MADRID
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nnni wi REVISIÓN DE CONTRATOS EDITORIALES P ARECERÁ increíble, pero es cierto Se había llegado a establecer una ar- ponencia mixta de escritores y autore que los hombres de letras, tan aten- gucia o sobreentendido que desvirtuaba encargada de proponer una serie de re tos a lo que ocurre en su derredor, completamente el sentido de lo que es lá glas por las que habrían de regirse e: tan perspicaces para advertir cualquier propiedad intelectual. Porque ésta no se adelante los contratos de edición. Prut nuevo fenómeno y tan sensibles para de- contrae a un solo derecho, sino que cons- de su trabajo fueron unas Recomenda nunciarlo, son de una miopía y muestran tituye un haz de derechos, tantos como dones que, tras una vigencia de tres año! una ceguera superlativas para percibir y medios o sistemas de reproducción de la se convirtieron últimamente en Norma comprender aquello que les concierne de obra literaria existan o puedan existir. para la redacción de los contratos de edi una manera directa y particular. Ellos, Naturalmente, cuando en un contrato no ción de observancia obligatoria para am los hombres de letras, que han promovido se pacta más que sobre uno de esos de- bas partes, que puede ser considera el progreso y han acelerado la evolución rechos, debe entenderse que los demás de- más o menos, como un convenio colectiv en tantos aspectos de la vida humana, rechos no mencionados quedan a la Ubre entre autores y editores. han desdeñado siempre ocuparse de sus disposición del autor. Pues bien, venia imEntre otras cosas, dichas Normas propios problemas, como si perteneciesen poniéndose una interpretación contraria, finen el contrato de edición, a un mundo distinto e inmunizado. Con el principio de que todo otras palabras, los hombres de letras han cho no pactado queda vivido siempre en las nubes por lo que vado al autor señalan un i a su situación dentro de la sociedad se zo máximo (quince años) refiere. vigencia al contrato y, lo qti INSTITUTO NACIONAL DEL. LIBRO ESPAÑOL Naturalmente, pese a esa su postura de era muy necesario, alejamiento y de desinterés, no han polos diferentes derechos dido nunca hurtarse a la realidad. Así, constituyen la propiedad hemos visto cómo ante determinadas situalectual de la obra literaria, ciones- -muchas veces desencadenadas por les como los de edición de ellos- -se han visto arrastrados por la cotoros de bolsillo de rriente con gran asombro e indignación de lectores compendiada; por su parte, asombro e indignación absorechos de traducción, cine, r ¡lutamente inútiles ya, por supuesto. Hedio, televisión, etcétera. mos comprobado cómo han sido victimas, Establecidas estas norma Normas para la redacción en una encrucijada histórica, de un fequeda despejado evidentemen nómeno previsto y anunciado por ellos. de los te el futuro de la contratado Y, en un nivel más a ras de tierra- -que editorial bajo una luz nuev contratos d edición e es al que queremos referirnos hoy- -los Sin embargo seguía pendien hemos oído mil veces lamentarse de su el problema de los contrate fragilidad e indefensión en una sociedad DISPOSICIÓN FINAL suscritos antes de su entra estructurada a base de grupos de intereen vigor. ¿Quedarían como tos VI. í. Todo contrato reiaíivo la sacian üe cualquier s bra de ías ses y de presión. Se han visto solos, desmovibles esas situaciones qt ractemtkas reseñadas en las no ÜKS 1.4 y i.6. siempre y cuando dicha validos, empujados de aquí para allá, a la mera existencia de las Noi fibra esté incluida el íüa í de ur de Hí 9 CFI Eos catálogos de los edl merced de los poderosos, y se han dolido íores, será de ob taa rcvistoü solicitud de parle en ctianío a Sas mas condenaba como injuí estipulaciones en conteríitias ÍJÍ ¡KI se aiusteü a lo que Us presentes y han gimoteado por ello, p e r o no tas? La comisión mixta de ai normaá dhpor. cn. con e cccKÍ- O a condiciones relativas a cuantía han sido capaces de reaccionar con la tores y editores estimó que d de tos derechos ¿e aiaor que. a mantenerse la vigencia tieí confíalo entereza y la eficacia de que tan estide edición en el que e tén serán revisabíes a üaitir e! día í 3 e berían ser revisadas para adaj mulantes ejemplos les han dado otros esjüiio ííe 1974. tarlas a las reglas establecidí tamentos sociales mucho menos significaen las Normas y por eso jx iJ n tivos e influyentes. Han preferido quejarcluyó una disposición final te deí v- p Vuvri i fma iz- r ei rt ¡se en privado a plantear públicamente sus íf v a- ría (U ü ¿H V C P I la que explícitamente se est reivindicaciones; aceptar los que se les pula que podrán ser revisado daba a exigir lo que se les debía; arrea petición de parte, todos a- uí glárselas cada cual a su modo y según líos contratos que no se aju ¡1 da julio de 1969 sus posibilidades a postular colectivamenten a las Normas conce: te soluciones justas. Y cuando alguno o nientes a obras incluidas c algunos han pretendido inducirles a camlos catálogos de las editorial biar de conducta 1 y emprender el camino ei día 1 de junio de 1969, de la solidaridad, -los han calumniado o, cuya publicación date de cinco años ants en el mejor de los casos, les han respon- y de esa forma el escritor se encontraba de dicha fecha. Una comisión mixta en una. situación análoga a la del homdido con la más descortés, hiriente y asbre que, habiendo vendido la albarda, le autores y editores se encargará de estudií fixiante indiferencia. exigiesen también la entrega del asno, o cada caso y de pronunciarse a favor o Por esa razón, los escritores han care- la del que, habiendo ido a empeñar su contra de la revisión, según que, a su juici cido de representación social y de los ór- sombrero, tuviese que dejar en manos del sea o no procedente. ganos asociativos imprescindibles hoy pa- prestamista todas las demás prendas y Pero parece que los escritores no se. ha ra la defensa de los intereses de grupo, quedarse desnudo. enterado. Sé de muchos que andan es Por fortuna, tal estado de cosas no po- riacontecidos y desmoralizados porque entre los que víh incluidos, como es obvio, los intereses de cada uno en- particular. día perdurar indefinidamente. Poco a po- creen sujetos por viejos contratos revisi Por esa razón, los escritores se han visto x se ha ido creando Un nuevo estado de bles que les impide, por una mala ii sometidos en sus relaciones contractuales, conciencia, tanto en los medios ajenos a terpretación de los mismos, aceptar ofe: desde tiempo inmemorial, a unas condi- esta problemática como entre los mismos tas para la reedición de sus obras ciones de inferioridad sólo comparables a editores, aun cuando subsista alguna ex- colecciones de libros de bolsillo o en edl las que, en el Medievo regían entre el cepción personal inevitable. Tanto fue el ciones de Círculo de lectores tan vea señor de la tierra y el siervo que la cul- cántaro a la fuente que al fin se rompió, tajosas en todos los sentidos para 1 tivaba. Porque los escritores no pactaban, por una parte; y, por otra, ra tan des- escritores y que, sin embargo, no se lu aceptaban, y, al ceder un derecho, y por carada y de tanto bulto la violación de decidido todavía a utilizar el recurso el precio de un derecho, hipotecaban de la equidad, que ya no ha habido manera revisión que les ofrecen las Normas ¿por vida todos los demás. Quedaba de de disimularla ni de encubrirla por más qué esperan? ¿No será que les dé miei hecho en manos de la parte contraria. tiempo en una sociedad cada día más dar un paso al frente? Porque he oí (Así, cuando un editor contrataba una obra alérgica a esa clase de agresiones. decir: ¿Y si los editores me declaran se erigía en dueño absoluto de la misma En nuestro país se ha progresado sus- boicot y ya no me editan más? Con por el tiempo que le conviniese, mientras tancialmente en estos últimos años en lo si los editores no olvidasen esas discr que el autor quedaba prácticamente des- que al establecimiento de un sistema de pandas cuando les interesa un autor pojado de cualquier pretensión sobre ella. contratación editorial más justo se reíie- fuesen capaces de ceder a las súplicas d Cuando el escritor ponía su firma al pie re. Como ya es sabido, el Instituto Na- autor que no les interesa. de un contrato, se resignaba a ser expo- cional del libro Español (I. N. LJ: proliado. movió en su seno la constitución de una Ángel María DE LERA f

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