ABC MADRID 07-11-1969 página 30

V I E R N E S 7 DE NOVIEMBRE DE 1969. EDICIÓN DE parece lógico pensar que si se produce una subida o elevación de precios indebida o injustificada la queja y la crítica de la Seguridad Social se dedique preferentemente a la decisión de quienes aprueDISECTOR- Torcuato LUCA de TENA ban los precios nuevos, en vez de dirigirse hacia quienes- -fabricantes, laboratorios, DIRECTOR ADJUNTO; Pedro de LORENZO farmacéuticos- -operan con precios legaSUBDIRECTOR: jesús REVUELTA IMAZ les. ¿Dónde centrar aquí el fallo o la inREDACCIÓN. ADMINISTRACIÓN Y corrección si los hay? TALLERES: SERRANO, 61 MADRID. Sin explicar quedan en este punto la APARTADO NUM 43- TELEF 225 17 10 incidencia impositiva sobre el precio de los medicamentos y la repercusión que hayan podido tener en su caso disposicioEditor: PRENSA ESPAÑOLA, á. A nes de mejoras laborables. Y para terminar oscureciendo el problema en esta fase hay informaciones publicadas en las cuales se recoge algo muy significativo: el Servicio de Defenséi de la Competencia, del Ministerio de Comercio, dictaminó En la polémica sobre el precio de los recientemente que los márgenes comerciay farmaproductos farmacéuticos, de los medica- les ele laboratorio, almacenista precio de mentos, están aún por aclarar extremos céutico, sestudiados sobre un y lícitos e t a son legales de valor capital para decidir, con funda- cien p e pues, s lanzarse alegremente a la ¿Cómo, mento cierto, quién tiene razón. O en censura de la producción y comercio de qué medida la tiene cada una de las par- los medicamentos? tes: la Seguridad Social y la industria Otro interesante enfoque del asunto inquímico- farmacéutica. Aquí, como ocurre en cualquier caso cide sobre una cuestión estructural la con análogo planteamiento, lo más fácil, participación de capital extranjero en este lo más socorrido es tirar por la calle de sector industrial, el llamado coloniaje en medio, y presididos por la pancarta de de la industria farmacéutica española. un slogan popular que condene un Tampoco es difícil aquí dejar correr la negocio sobre la salud pedir la nacio- pluma al talante de condenaciones tan nalización de la industria farmacéutica, genéricas como poco meditadas. Pero panacea de la que si no cabe esperar con como lo que nos interesa, de momento, es seguridad alguna un coste y precio me- la incidencia que pue: da tener en el aunores de los productos farmacéuticos que mento de precios esto capital extranjero se fabriquen, sí podría paliar muchísimo- -acciones, patentes, etc. volvemos, sin el problema, tornando muy difíciles los remedio, a la zona de los interrogantes ataques o críticas públicas a un sector de y las dudas. Cuantas más empresas productoras haya y cuanto más grande sea su la producción nacionalizado. capital más fuertemente competirán, planSabemos, con certeza suficiente para teamiento que no explica la elevación de usarlo como dato, que la Seguridad So- precios. Pero si, al contrario, no compicial, por afirmación de su más alto re- ten, si están de acuerdo para subirlos, tal presentante, el ministro de Trabajo, gastó acuerdo, aunque ilegal, explicaría la suen prestaciones farmacéuticas, durante bida si la demanda de productos farma 1 S 68, 12.390 millones de pesetas, y que se céuticos estuviera atomizada, si fuese la teme, de seguir el ritmo ascensional, lle- suma de las compras individuales en su gar a desembolsar 23.000 millones por di- mayor parte. Ahora bien, como sucede lo cho concepto en 1971, lo cual trastornaría contrario, como se está cada vez más gravemente los cálculos hechos para man- cerca de formar en este sector un cutener el eficaz y perfecto funcionamiento rioso monopolio de la demanda, porque del sistema. la Seguridad Social es la compradora Pero definido este dato no se ha de- única de la mayor parte de la producterminado con claridad, que sepamos, has- ción, tampoco el problema queda aclata qué punto o en qué proporción co- rado en este aspecto. Dado el volumen de rresponde el aumento de la cifra de gastos compra de la Seguridad Social, cada año al incremento de los precios farmacéu- (recuérdense los 13.000 millones de 1968 ticos y hasta cuáles otros es debida a un y su previsto aumento, casi duplicación crecimiento del consumo, en cantidad y en tres próximos año lo más lógico secalidad de medicamentos, por la Seguri- ría concluir que ante el poder inmenso dad Social. Crecimiento debido, por su- de compra de tal cliente éste consiguiera puesto, a la creciente perfección de sus condiciones óptimas de precios en todos prestaciones. y cada uno de los escalones del ciclo Se carece igualmente de estimaciones comercial. ¿Por qué r. o ocurre así? concretas acerca de cómo ha repercutido Hay, en fin, otras dos consideraciones la norma de prescribir un solo ejemplar o dosis de medicamento por receta (salvo que suman su parte a lo que tiene de en los antibióticos) ¿Es factor de impul- incomprensible todo este asunto. Nos liso de más consumo o es factor de conten- mitarnos a enunciarlas; Primera: hay que ción del gasto? Otro tanto cabe decir de dar por seguro que los cálculos de la Sela contribución del asegurado al precio guridad Social no estarían hechos sobre de los medicamentos a cambio de elimi- precios permanentes y, por lo tanto, alguna previsión existiría sobre su elevación. nar la limitación del petitorio. De todo lo cual resulta que en un Segunda: la Seguridad Social española, planteamiento básico, previo a todo, nos caso muy raro, cierre, sus ejercicios con movemos alrededor de una aceptada cer- superávit ahorra. Al parecer, en 1958 tidumbre, eje de una serie de oscuridades este ahorro alcanzó la- cifra de millones 23.499. Y está prevista en este cony de dudas. Debe admitirse también como cierto el cepta para la anualidad en curso otra de hecho de la subida de los precios farma- 18.390 milicnes. céuticos. Pero el mismo a su vez nos Sería muy de agradecer que una fuente plantee varias cuestiones nada claras. El solvente y responsable diera a la puprecio de los medicamentos no es libre: blicidad un informe completo e imparcial está sometido a la aprobación de orga- sobre el caso. Mientras tendremos que nismos gubernamsntales. Más aún, en esta seguir con el principal interrogante sin instancia de aprobación figuran represen- respuesta: ¿Qué pasa, de verdad, en esta tantes de la Seguridad Social. Entonces guerra fría de los precios farmacéuticos? ABÓ. LA MAÑANA. PAG. 30 ABC SEGURIDAD SOCIAL Y PRECIOS DE MEDICAMENTOS Señor director: Le agradeceríamos la publicación de ekta colaboración como contestación vara los lectores de su gran periódico a la crónica publicada por su corresponsal en Barcelona con el título de Un aplauso para la Cruz Roja Con independencia de que nos sumamos a este aplauso, como a los muchos que merece tan benemérita obra, hemos reflexionado sobre el loable propósito de no causar molestias a los ciudadanos suprimiendo las cuestaciones, pero en este aspecto concreto creemos que es necesario graduar, lo que es mejor para la causa que se persigue en bien precisamente de los propios ciudadanos y a la administración de un patrimonio aportado por ellos. La Asociación Española Contra el Cáncer se nutre solamente de estas cuestaciones y sus ingresos sobrepasan ya los cien millones de pesetas. Supongamos que siguiéramos la iniciativa de tener socios con cuota mensual de veinticinco pesetas, lo que equivaldría a extender cuatro millones de recibos anuales y ponerlos al cobro llevando la consiguiente estadística de estos cuatro millones de benefactores, con sus nombres, señas, etc. Ajunque hoy existan máquinas muy prácticas para ello, los funcionarios que se necesitan y la edición tan voluminosa crearía gastos importantes. Pero esto es lo de menos. Los cuatro millones de recibos hay que ponerlos al cobro. Si se hace a través de la Banca, que ya tiene un problema de personal y que ha tenido que sustituir el cobro de las letras por el envío de la serografía de las mismas para que lo retire el cliente, supone un gasto de 3,50 por recibo en la capital y más si es en pueblo o aldea, lo que supondría un gasto no inferior a los doce o quince millones de pesetas al año. No digamos si tuviéramos que encargar a cobradores, la burocracia que tendríamos que crear. Seguimos opinando que los ciudadanos aman las fórmulas sencillas y menos costosas. Habrá excepciones de algunos que les pueda molestar este asalto callejero, pero la mayoría no debe ser asi, pues los números no engañan: CUESTACIONES EN TODA ESPAÑA DE A. E. C. C. Pesetas 1: 2.1 3.1 4.1 5. 6.1 7. 8. 9. 10. 11. en en en en en en en en en en en 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 18.906.113,45 22,795.161,42 24.887.029,89 27.555.167,86 38.628.092.41 47.016.411,01 57.104.770,50 63.882.161,56 74.884.520.67 93.902.414,37 97.463.620,12 y este año 1969 sobrepasa los ciento cinco millones. Una cuestación en el día de su celebración supone la fiesta del espíritu, y éste se refleja en la persona de condición más modesta con la aportación de una peseta. Perdón, señor director, por la extensión de estas letras, pero creemos que en ello va unida nuestra propia existencia y la de dieciocho mil enfermos que gratuitamente se atienden todos los años. -José BIOSCA TORRES, secretario general de A. E. c C.