ABC MADRID 31-10-1969 página 10
- EdiciónABC, MADRID
- Página10
- Fecha de publicación31/10/1969
- ID0000909026
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Museo del Palacio de Colistan, en Teñeran (siglo XIII) VEINTICINCO SIGLOS DE MONARQUÍA L OS Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía verían con complacencia la existencia de dos milenios y medio de régimen monárquico en Persia. ¿Persia o Irán? La primera denominación geográfica acaso suena mejor qué la otra, pero tiene el inconveniente de referirse a una parte del inmenso país, aunque la más gloriosa: Pars, que encierra las ruinas de Persépolis. la tumba de Ciro y la ciudad de Shiraz. Es como si España se llamase Castilla. Por el contrario, Irán, que puede parecer un verbo, y confundirse con el vecino Irak, significa en realidad país de los nobles arios, llamado Anana. Veinticinco siglos de régimen monárquico, sólo interrumpido, ya en nuestros días, por unos meses, por la demagogia de Mohamed Mossadeq, llamado el viejo llorón en pijama Sólo un siglo menos que la monarquía, japonesa, que no se ha apartada de la misma familia imperial, aunque los soberanos no seguían necesariamente de padre en hijo, sino más de una vez de abuelo en nieto, o en bisnieto, como fue el caso de Francia del rey Sol y de IiUis XV. En Persia sí que hubo cambio de dinastías; sólo en los últimos dos siglos y medio la actual es la cuarta, siguiendo la afghana, cuyo principal personaje es Nadir Shan, de pasado novelesco y conquistador del norte de la India, desde donde llevó a su capital el todavía famoso Trono del Pavo Real; la zand, de Karim Shan, de origen humilde, casa que en el poder supremo no llegó siquiera a medio siglo; la kadyar, fundada por Aga Mohamed, jefe de los eunucos, pero buen militar, aseguró a los suyos el poder de 1794 a 1925, cuando el último miembro de la dinastía fue derribado y sustituido por Reza Shan Pahlavi, el Grande, padre del actual monarca. Es Pahlavi, y no Pahlevi. deformación que no gusta nada a los subditos. Pahlavi es una de las provincias húmedas y fértiles del litoral del mar faspio, y su capital es Enzeli. A través de tantas glorias y vicisitudes, enlazadas con el régimen monárquico, no es posible desconocer el hecho de qué la nación persa, como tal, se inclina más hacia el régimen jerárauico ¡que él arando musulmán, que es en mayor grado igualitario. Ello se nota también en la religión. ¿No es acaso la misma que la de los árabes, la ereada por Mahoma en los dos primeros decenios del siglo VH? Hasta cierto pun-