ABC MADRID 28-10-1969 página 27

i Artístico alM tar de bron oe de la religión Jain, que tiene en el centro la efigie de Mahacira, f u ndador de jalnismo, perteneciente al siglo VI antes de Jesucristo. Maravillosa ventana- celosía, en madera tallada, con un grupo de diosas- serpientes protectoras. Un mundo exótico, lleno de contrastes, de expresividad y de manifestaciones plásticas, desfila sucesivamente ante una infinidad de obras antiguas, como el altar de bronce de la religión Jain, que tiene en él centro la efigie de Mahacira, el fundador del jainismo, perteneciente al siglo VI antes de Jesucristo; del XVH, es la estela de piedra, de Nepal, con la expresiva representación de los dioses Ziva y Parvati, que recuerdan su poder y la fantasía humana. Otras dos estalas, la del dios Vichnú, dominado por su sueño creador, del siglo XV, y la de la terrorífica efigie de la diosa Kali, en madera, que, junto con Ganesha, el dios- elefante, y Ravanna, príncipe de los demonios, completan la fase de las supersticiones malignas, provocadas por el fanatismo hindú, de arraigada fuerza espiritual, desde remotas épocas. Realmente, resulta complejo y difícil el dar a conocer la fuerza narrativa de las pinturas religiosas hindúes; la expresión de las escenas hitológicas, pintadas sobre tela- -tan perfectas que dan la impresión de ser tejidas- las cuales giran en torno a Krixna y Balarama; la belleza de un relicario tibetano, delicadamente labrado, o de cualquier pieza de Rajasthan, lo mismo en tapices que en las puertas de madera, policromadas, procedentes del palacio de un Maharajá de Bundi, compitiendo con la viga tallada, del Templo de Chandragiri, de Kerala, en el Sur del país, todo ello de una categoría excepcional. Esto es, en definitiva, el alma y la civilización de un pueblo que, como la India, ama sus costumbres y tradiciones, mantenidas hasta el extremo de que los patias hilan la seda y los bahmas el algodón, por tanto, jamás una hija de un bahma podrá casarse con el hijo de un patia aunque se amen profundamente, por la diferencia de castas, sobre las cuales descansa la propia organización social. Carmen PERARNAU DE BRUSE Original exvoto de marfil de una iria 8 re con su hijo, procedente- del Estado autónomo d e Orlsa. Deliciosa figura de la popular diosa Rada, e s p o s a del dios Krixna. Valiosa pieza, en bronce de Orlsa. r Detalle de una estela de Nepal, con la expresi a; representación de los dioses Zlva y Parvati, que recuerdan su poder y la fantasía humana.