Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 16-10-1969 página 3
ABC MADRID 16-10-1969 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 16-10-1969 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

EDITADO PRENSA M A D POR ESPAÑOLA, R ID SOCIEDAD ANÓNIMA FUNDADO EN 190 B POR DON TORCUATO LUCA DE TENA ABC m REDA CC I 0 N ADMINISTRACIÓN Y T A L LE RE S SERRANO, 6 1- MADRID EGURA es el nombre de un rio. También es el nombre de un pintor: Enrique Segura. El río, por una La dubitación de ese problema- cuermagna operación de ingeniería hidráulica, recibe ahora el trasvase de otro río: po, alma- -se ha acentuado en la pintura el Tajo. Pero al pintor no se le tras- a medida que una civilización abstracta, vasa nada ni nadie. Enrique Segura es lo fue disminuyendo en el pintor, y aun en más autónomo que existe en el arte de la cualquier mortal, la facultad de ver En la Escuela Militar de West- Point suspintura: un gran retratista. pendieron a media promoción de cadeLa gran ausencia de mi vida es toda- tes porque ninguno pudo decir si los bevía, en mi biblioteca, una cierta presen- cerros tienen los cuernos delante o decia gracias a Enrique Segura. Es como trás de las orejas. Esa misma decadencia si mi mujer hubiera capitalizado unos de la función objetiva, de ver es la que ahorros de color, sonrisa y mirada pen- hizo que muchas veces los retratos que sativa, para dejármelos en herencia. Ha- tenían obligación de ser objetivos, se ce poco, tomando los anos por la otra cargaban de confidencias subjetivas del punta, retrató también a mi nieta. Esta propio pintor. Ya dije alguna vez que el vive en su cuadro no de unos ahorros, retrato del Inquisidor Niño de Guevasino de unos anticipos. Está vestida de ra de El Greco, podía titularse: retrato amazona. Va a subirse al caballo de la del miedo que El Greco le tenía al InCarlos vida, y se ve en la mirada penetrante y quisidor Como La Corte de retratoIV de Goya, podría rotularse: del casi burlona que no desea galopar sobre poco respeto que le tenía Goya a la Corlos días, sino cruzarlos con el trotecillo te de Carlos IV filosófico y pausado de la sencillez. Todo esto ha terminado en una pinA mí el arte de la pintura me ha pa- tura de abstracciones y subjetividades recido siempre un milagro. La escultura, que culmina en los genios de la distorcon su bulto plástico y sus dos dimen- sión y de las alusiones lejanas a lo figusiones, aprovecha lo existente y ocupa rado. En una fila del patio de butacas tanto aire como ocupa el modelo. Según de un teatro, entraba un espectador rela antropología bíblica, Dios sacó al hom- zagado e impuntual. En la estrechez de bre de un muñeco de barro. Dio vida a su avance colocó olímpicamente su zauna escultura que de antemano le daba pato sobre el zapato de otro espectador. ya altura y anchura. De una pintura, aun Y surgió el diálogo: siendo Dios Todopoderoso, no habría po- ¿Dónde tiene usted los ojos? dido sacarlo, porque el cuadro hubiera- -En su sitio, señor: ¿o cree usted que tenido que ser anterior a la obra divina: me ha pintado Picasso? o sea, que entonces el Dios hubiera sido No es que yo celebre, ni mucho meel pintor. nos, esa posición del beocio y el vulgar. La tendencia natural de todo arte plás- Pero de cuando en cuando conviene retico es a evaporarse en espíritu. La dan- gresar a la higiénica seguridad de lo simza no es más que el esfuerzo de la es- ple y exacto. Benavente solía decir: Hay cultura por convertirse en música. A fuer- dos cosas que le gustan a todos los homza de sacarle punta al volumen c o m o bres y que ninguno confiesa la ópera quien se la saca a un lápiz, lo escultó- italiana y las mujeres gordas. Dicho corico trata de construir un lenguaje don- mo una boutade contenía en el fondo de quepan los conceptos más sutiles. Ni- el mismo pensamiento que más seriamenjinski, en el Espectro de la Rosa que- te me decía el maestro Falla, paseando ría convertirse en perfume y para eso conmigo por los bosques de la Alhamsaltaba por una ventana con un salto tan bra: Es cierto que se ha profundizado extenso que más se recuerda como mar- mucho en la armonía y la instrumentaca gimnástica que como expresión incorpórea de ninguna fragancia. Luego quiso estirar la sutileza y llegar a bailar la oración, el éxtasis o el amor de Dios. Lo que le pasó, naturalmente, fue que se volvió loco. Rodin se empeño, en el extremo contrario, en hacer grandes figuras voluminosas que hubiera querido él regar por las colinas, ios viñedos o los bosques: porque sus piedras, en realidad, formaban parte del paisaje de Francia. NUEVOS Pero el pintor, en un equilibrado término medio de la escala creadora, comLOCALES porta una gloriosa limitación de posibilidades de evasión o fuga. A lo mas que puede llegar es a conectar con un alma a través de una sonrisa. La Gioconda no sería nada si no sonriera. Pero la sonrisa de La Gioconda sería todavía menos si no existiera La Gioconda S EL PARECIDO ción a partir de Debussy y Strawinsky, pero hay momentos en que los músicos darían un dedo de la mano por una buena melodía. Y los autores de creación, por un buen argumento. Y los pintores- -añadí yo- por un buen parecido. Decir que se ha tratado de pintar el espíritu del modelo, puede ser una disculpa de cierta impericia. Parecerse St modelo es, sin embargo, la máxima hazaña no sólo plástica, sino intelectual. Porque todo ser humano se parece a su a, lma. Se dice torpemente de un buen retrato que está hablando Pero ya dijo el cínico de Talleyrand que las palabras sirven para ocultar el pensamiento. No; no está hablando el retrato. Está callado y por eso se parece más a sí mismo. Todavía vivía Calderón de la Barca, que depuso en los autos como perito, cuando se tramitó aquel famoso expediente administrativo para resolver si los pintores debían pagar alcabalas como obreros manuales, o estaban excluidos de ellas como artistas liberales. Por eso los pintores, escocidos por esas vacilaciones, fueron muy celosos de su empinamiento aristocrático. Velázquez estaba m á s contento de su hábito de santiaguista que le otorgó el Rey que de Las Meninas A Goya nada le gustaba tanto como tratarse e intimar con las duquesas: por lo cual en el último tercio de su vida se firmaba: de Goya Al fin y al cabo, Ho Chi- Minh, el máximo demagogo d ¿e, la revolución vietnamita, estuvo en su juventud a punto de quedarse a vivir en El Havre porque el maletero de la estación le llamó monsieur GOYA, 89 GELTRA Pero Enrique Segura es el polo opuesto de un snob Cuando entra en una habitación la llena con su ceceo andaluz y su formato poderoso de gran capitán de la pintura. Es como un fauno con estatura de árbol que va cazando ninfas y nereidas. Yo escribí alguna vez sobre ese misterio que es para mi lo que se ha llamado la escatología intermedia es decir, el período de inmortalidad que va desde la muerte individual hasta la final resurrección de la carne. Me resulta inconcebible un alma sin un cuerpo; algo así como un- lapón sin abrigo. Algunos teólogos me han explicado que mientras el cuerpo físico se deshace en la tumba, como los vestidos que se apelillan en la alacena, ya se viste la persona humana con un primer cuerpo glorioso donde todo- -ojos, boca, manos- -está como sublimizado. Y yo hago así mi pequeña oración: Gracias, Señor, por esa molestia que te tomas por mí... Pero, la verdad, yo me contentaba con ella tai como la pintó Enrique Segura. Porque, querido Enrique, he visto a varias personas piropear a mi nieta ante tu retrato. Y he visto a muchas, ante él retrato de mi mujer, llorar... y aun rezar. José María PEMAN De la Real Academia Española

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.