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ABC MADRID 30-09-1969 página 45
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ABC MADRID 30-09-1969 página 45

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. MARTES 30 DE SEPTIEMBRE DE 19 S 9. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 45 BARCELONA al DÍA TEMPERATURAS DE LA CAPITAL Max. 212,4 Mín. 18.3 S de público conocimiento aue sumadas todas las plazas dispon ibles para aparcamiento- -garajes, aparcamientos municipales, aparcamientos particulares, aparcamientos de comercios y edificios destinados a oficinas, etc- todos los coches existentes en Barcelona no podrían cobijarse en ellos. Pero también es de todos sabido que, de hecho, son más los que permanecen durante la noche al sereno que los que encierran en un local bajo techo. Así, y a pesar del déficit de plazas donde aparcar, no todas ellas se completan en las horas en que descansa la ciudad. Entonces, y partiendo de ese gran número que pernocta al aire libre, se produce un hecho cada día en aumento y que se ha convertido en una verdadera plaga ciudadana: la sustracción de vehículos. Según datos aparecidos en un comentario editorial de La Vanguardia días atrás, Madrid y Barcelona figuran a la cabeza, cosa lógica, etí este tipo de delito en España. Y las cifras son bien elocuentes. El aumento de estos delitos en dos años ha rebasado el cuarenta por ciento; es cometido, en un ochenta por ciento, por menores de veintiséis años, y en un cincuenta y tres por ciento, por individuos entre los dieciséis y los veinte años. Nos hemos referido en más de una ocasión, en esta misma columna, al robo de coches. Las variantes oscilan según los períodos del año, los días de la semana, las horas del día, lo concurrido del lugar en que se comete el delito, la pericia del autor del hecho, etcétera. No pocas veces el vehículo aparece a los pocos días de su desaparición en el fondo de un barranco, despeñado por un acantilado, en una localidad más o menos lejana a la de su origen, ó, en el mejor de los casos, en la propia ciudad, pero en otro barrio distinto al de procedencia. Obedece el robo al deseo de disfrutar de un fin de fiesta con vehículo, al puro placer de sustraer lo ajeno, a la intención de desvalijarlo o desguazarlo o a otros motivos cuya gama parece incrementarse con el tiempo. No siempre, es verdad, son indígenas los ladrones. También ciertos extranjeros contribuyen a dificultar la labor de los agentes encargados de la vigilancia. Pero tampoco sería justo cargar sobre el forastero con todas las culpas. De una manera u otra, parece de urgente necesidad el estudio serio y profundo de esta materia y, en consecuencia, el dictado de la oportuna legislación que venga ¡a poner coto a semejantes desmanes. Mientras tanto, el ciudadano propietario de un coche o de otra clase de vehículo se pregunta si no sería conveniente, asimismo, incrementar la vigilancia o hacer más efectiva la existente. No son pocos los que consideran insuficiente la vigilancia nocturna de la ciudad, máxime si se tiene en cuenta el aumento de delitos que hasta hace no mucho se englobaban todos ellos bajo el calificativo de gamberradas pero que hoy, a la vista de sus resultados, requieren una mayor atención y una perfecta clasificación. -N. y G. TEMAS DE AHORA Con el aturdimiento nos llegó la desesperanza. La ciudad de Barcelona, como le ocurre al propio Madrid y a las grandes aglomeraciones u r b a n a s del mundo, de unos años a esta parte tiene planteado un problema de vastísimas proporciones, que al igual que el monstruo mitológico, aparece con dos cabezas descomunales: el incremento anormal de la circulación y! a progresiva escasez de espacia disponible con destino a aparcamientos. Esta segunda cabeza del monstruo, con el tiempo, se ha transformado en la gran obsesión de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Si por un lado la sociedad del neo- consumo ha puesto el automóvil al alcance de las economías populares, y cada quisque se ha sentido socialmente integrado procurándose ¡el correspondiente utilitario, aunque ¡sólo sea para fomentar los embotellajnientos dominicales de las carreteras, por el otro, la estructura urbanística creada en el XIX por el ingeniero Ildefonso Cerda, no ha sufrido variaciones ostensibles. Quero decir que la anchura de las calles y su capacidad de absorción, sigue siendo idéntica a la que lera cuando el parque móvil estaba compuesto por unos escasos centenares de vehículos a motor. A veces, si una se ¡detiene a reflexionar la situación con espíritu objetivásta, sorprende que estas calles, trazadas en una época en la que resultaba harto difícil predecir las constantes que condicionarían su futuro, jmeden aceptar y engullir las oleadas de tránsito rodado, que materialmente las invaden a todas horas del día. Pero con todo, una cosa es la ventaja de poder circular con mayor o menor ¡desahogo y otra muy distinta Ja oportunidad de inmovilizar el vehículo en un momento dado. El aparcamiento constituye, hoy por hoy, el más grave de los ¡problemas. Y hasta la fecha no se ha desarrollado ningún plan racional que tendiera seriamente a resolverlo. Creo entender que la finalidad propia del vehículo es la de transportar de un punto de partida a otro de destino. Y para lío se hace preciso desaparcarlo del ¿primitiva lugar que ocupaba, para aparcarlo de nuevo allá donde el usuario se- -dirige. La distancia que media entre ambos puntas equidistantes, es la que el vehículo cubre circulando, pero es obvio me no tiene por qué, ni puede estar circulando permanentemente, sin dirigirse a parte alguna. Los técnicos municipales en materia de circulación han ¡procurado por todos los medios dotar fle fluidez el torrente circulatorio. Lo único ue, al parecer, importa es circular; circular sin que se sepa cómo, dónde, ni cuándo podrá uno detenerse. Porque ante la complejidad del conflicto que presenta el aparcamiento, han adoptado la política de ir colocando a mansalva discos de prohibición. Cierto que se han construido algunos aparcamientos subterráneos, por parte de empresas privadas, que, no obstante, están lejos fie cubrir el nivel mínimo de las necesidades que día tras día va imTPpniendo el incremento del parque móvil. Pero la contribución de las tales plantas subterráneas no veo que corresponda a una política de efectos resolutivos. Por cada píasa ganada en los aparcamientos de pago, se pierden docenas de espacios en la superficie, víctimas de las nuevas señales de prohibición, que proliferan como las setas en la umbría. Creo sinceramente que, en este aspecto, la genialidad de los técnicos se ha demostrado más bien inoperante, y entre los barceloneses cunde ya el pavoroso interrogante en torno a lo que ocurrirá cuando las fatídicas señales cubran la mayor parte del espacio todavía disponible, y el coche sirva únicamente para circular en él, sin la menor probabilidad de abandonarlo, de apearse, como una noria enloquecida que no cesa de dar vueltas, sin solución d continuidad. Pero mientras los ciudadanos escudriñan con temor el futuro inmediato, comienzan a desconfiar de las esclayizadoras ventajas que les ha proporcionado la sociedad del neo- consumo, y sospechan que los técnicos municipales no aciertan a encontrar la brújula orientadora, llega a su conocimiento una noticia, fechada en Washington, abrumadoramente paradójica, que A B C publicó en su edición del pasado 19 de septiembre: la Asociación N a c i o n a l de Aparcamientos, organismo estadounidense, concede una distinción especial a Barcelona, en reconocimiento a su destacado papel en la solución de los acuciantes problemas de aparcamiento en la Europa occidental distinción que será entregada personalmente al Servicio de Planificación de la ciudad y al ingeniero municipal de Tráfico. La noticia ha causado afectos aturdidores. ¿Es posible? se pregunta el barcelonés, el mismo que vive obsesivamente agobiado por el problema, que consume litros y más litros de carburante, dando vueltas a la caza de un espacio libre donde dejar el coche, que ve destrozados sus nervios ante tanta señal y tanto celo en hacerlas cumplir, multa en ristre, por parte de los guardias, y ahora, de súbito, se demuestra que, después de todo, la genialidad de los técnicos y sus procedimientos viene corroborada por una distinción de allende los mares. No cabe duda que la noticia ha promovido el desconcierto general, y sé de muchos que se han llevado las manos a la cabeza con un gesto harto revelador. Y en eso estamos, definitivamente resignados ante lo que en materia de circulación y aparcamiento, nos deparen los tiempos venideros. -Roberto SALADRIGAS, FIESTAS INFORMÁTICA CURSO DE PROGRAMAD ORES Plazas limitadas Test de aptitud gratuito. Solicite entrevista llamando al 232 49 69, de 11 a. 2 y de 7 a 10 San Mateo, 9 Don José Tarín Iglesias pronunciara el pregón e! próximo viernes Barcelona 29. (De nuestra Redacción, por telex La Asociación de Comerciantes y Vecinos de las Ramblas barcelonesas h a hecho público el programa ás las fiestas organizadas en honor de Nuestra Señora del Rosario, Patrona ds esa popular vía. El próximo viernes. 3 de octubre, a las ocho de la tarde, en el Hotel Oriente pronunciará el pregón de las fiesta? el director del Diario de Barcelona dor Extenso surtido. Peinados en el acto. Fabricación propia. También a plazos. F ERMA Barquillo, 43

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