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ABC MADRID 21-09-1969 página 95
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ABC MADRID 21-09-1969 página 95

  • EdiciónABC, MADRID
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MUNDOMOVIL El Jaguar E un clásico inglés de motor delantero. Uno de los más afamados todo atrás el Porsche. En los más moderaos deportivo se tiende a situar el motor centralmente, inmediatamente detrás del piloto. VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL MOTOR TRASERO A UNQUE sea vulgarizarla demasiado, profanarla casi, es cierto, sin embargo, que en lo que se refiere al equilibrio de los coches también es válida la máxima ética aristotélica de que en el punto medio está la virtud No es lo mejor el motor delantero ni trasero, sino el central, tal como lo llevan ya muchos de los mejores coches de super sport El centro de gravedad del vehículo (punto teórico que se comporta como si todo el peso estuviera en él concentrado) queda de esta forma donde más conviene: en el centro. En estos coches, el motor va situado inmediatamente detrás del conductor, pero por delante de las ruedas traseras, casi en el centro mismo. A esto ayuda también la nueva tendencia de situar el motor atravesado, a lo ancho y no a lo largo del coche. La lástima es que esta solución del motor central no sea viable más que para los dos plazas, con un mínimo espacio habitable. En los coches normales de dos filas de asientos y maletero, ha de optarse por alguna de las dos soluciones jnenos buenas: situar el motor delante o traseramente. Ambas tienen entre sí sus ventajas, inconvenientes y partidarios, algunos incondicionales. EL MOTOR TRASERO EQUILIBRA LA FUERZA DE FRENADA En el motor trasero la mayor parta del peso del coche está situada detrás. Este sistema tiene una ventaja a la hora de frenar, a causa del más uniforme reparto del peso en esta circunstancia. En la frenada, el peso del coche- -por la inercia- -sé vuelca sobre las ruedas delanteras, con lo que las traseras quedan con muy poco peso sobre ellas. Esta diferencia de pesos produce un desequilibrio en las adherencias de las ruedas traseras con respecto a las delanteras. Hay que valerse de mecanismos no siempre sencillos ni eficaces del todo para equilibrar la fuerza de frenada mandada a ambos pares de ruedas. Si esta fuera igual, o las traseras frenarían demasiado y se agarrotarían, o las delanteras frenarían menos de lo que su gran agarre- -por el peso- -tes permitirían, perdiéndose capacidad de frenada. El mayor peso que soportan las ruedas traseras cuando el motor va sobre ellas equilibra en gran medida el agarre de las cuatro ruedas en las frenadas y suprime casi por completo este inconveniente. Sin embargo, a esta ventaja se une un gran inconveniente, por otra parte, a la hora de frenar en los coches del motor atrás: como el mayor peso del coche está en la cola, la tendencia a seguir hacia delante de ese peso hace que la parte trasera tienda, ya que pesa más, a ponerse por delante de la delantera; aparece así en el coche una tuerza, que tiende a hacerlo girar sobre su eje, a ponerlo de espaldas al sentido de marcha. Esto no ocurre en absoluto cuando el motor va delante, sino al contrario: la inercia de su mayor peso delantero tiende a que el coche, aunque derrape y dé bandazos, se mantenga con la cabeza por delante y no gire completamente. EN LAS RECTAS LA VENTAJA ES DE LOS DELANTEROS En las rectas, sobre todo a gran velocidad, la ventaja es clara para el motor delantero, por la misma razón: a cualquier externo (el viento lateral, por ejemplo) que tienda a desviar al vehículo de su trayectoria ve su efecto de desviación aumentado por la tendencia a girar de los todo atrás Estos coches requieren un casi continuo retoque con el volante de su trayectoria para mantenerla completamente recta. Es muy difícil que un coche de este tipo pase con éxito la prueba de marchar en recta bastantes metros con el volante suelto sin desviarse, por supuesto, aún con la dirección completamente equilibrada. Al contrario que a los muñecos, a los que el peso en los pies les hace quedar siempre cabeza arriba, estos coches ttpTK pn sienipre a quedar cabeza atrás. B? n circunstancias normales este inconveniente no pasa de molesto, pero en cuanto esas circunstancias no son tan buenas (viento, suelo deslizante, etc. se trata ya de un peligro latente. COCHES SÜBVIRADORES Y SOBKEYUtADOKES 1 comportamiento de estos dos diferentes tipos de coches también es muy distinto en las curvas, aunque en este caso se trata ya más de diferente comportamiento que de ventajas; cuestión ya casi de gustos y hábito de los conductores. Así, los coches de mayor peso detrás, por la tendencia que tienen de girar sobre sí mismos, ayudan a tomar las curvas una vez iniciada con el volante. Ellos mismos se desvían en la dirección del giro. El volante debe accionarse más suavemente, porque su efecto está aumentado por la tendencia del coche a sobrevirar (coches sobreviradores) En los vehículos con el mayor peso delante ocurre lo contrario: el coche tiende a no tomar la curva, a sacar el morro por la tangente, con lo que el volante debe ser accionado más enérgicamente en estos coches ubviradores. Sin embargo, permiten estos últimos más Que los sobreviradores una corrección en plena curva mal tomada o ante una emergencia. En general, a mediana velocidad son más seguros y preferidos por los conductores de temperamente volantístico suave. Piensan, y no les falta razón, que esas filigranas que los todo atrás pueden hacer de girar de golpe y con derrapaje controlado en una curva no vale la mayor tranquilidad de un volante un poco percherón, pero sin sobresaltos. Juan Pablo DEL CAMPO

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