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ABC MADRID 19-09-1969 página 105
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ABC MADRID 19-09-1969 página 105

  • EdiciónABC, MADRID
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CRITICA DE EXPOSICIONES Por A. M. CAMPOY RIMBRANDT, 1606- 1669 Velde, Verschuring, Visscher, Watsrlo, Wcuvennan, y el propio Rembrandt, naturalmente. ¿Qué decir, a estas alturas, de los dibujos y grabados del pintor de los Síndicos y de La ronda de noche Fromsntin, une de los que mejor lo han estudiado, señala sobre todo en él su manera de ver sana, la sencillez de sus medios, su ansia de ser comprensible y verídico. En su obra dibujística y grabada se manifiesta sin duda el pintor de la mágica luz, pues, como creía Ruskin, en. la delicadeza de la linea permanece la delicadeza del pincel habitual. La seguridad del trazo y la destreza extraordinaria de su ejecución, que ss el encanto del dibujo de un maestro, como señalaba Herbert Read, es lo primero que nos llama la atención en estas obras de Rembrandt, y unido a todo ello, un misterio difícil de localizar, pues forma parte esencial de su clima poético, más revalable en su pintura, si, pero decisivamente ambiental en sus dibujos y grabados, en los cuales, según creo, no es ya fácil presentir esa v a g a orientalización que, en sus pinturas, había tan sagazmente sugerido Eugenio d Ors. LA LEY MALRAUX Puede creerse que desde el siglo XVHI hasta bien entrado el XX, Madrid siguió las modas de París. El estilo urbano ma- drileño abunda en galicismos, pero éstos no han sido siempre los galicismos mejores. Se ha imitado más fácilmente lo superficial que lo más categórico parisiense. Mientras aquí nos quedamos sin nobles edificios, París quiere conservar los que el tiempo y las conmociones sociales respetaren. Madrid vulnera la fisonomía europea que tenía; París restaura con amor no sólo los antiguos palacios, sino, cabalmente, los barrios en que éstos radican, consiguiendo así conjuntos mvanos históricos en los que, eso sí, introduce todos los posibles adelantos de la técnica. Para París, el patrimonio inmobiliario es algo importantísimo. Sabe París que seguirá siendo tal mientras su fisonomía responda a la imagen que el mundo tiene de ells Sabe París que una generación de parisienses no tiene derecho a borrar lo que otras generaciones legaron, cuando- el legado es valioso, y sabe París que su riqueza urbana representa tanto como las industrias más poderosas. Su preocupación por salvar lo artístico y lo histórico no es de hoy, pues vemos que a través de las sucesivas reformas que la ciudad exigió, sobre todo las de comienzos del XIX, per Rembrandt apoyado sobre un pretil 1639. A Biblioteca Nacional- -en cuyo Gabinete de Estampas hay 115 obras de Rembrandt- -ha querido hacerse presente en la conmemoración del tricent e n a r i o del maestro de Leiden- -1608, 1669- y a tal efecto montó una interesantísima exposición titulada Rembrandt y artistas de su época al cuidado de Elena Páez, a la que debemos el delicioso catálogo de esta muestra singular, que por cierto podría tener su segunda edición, ya que las fechas de la primera- -fin de temporada- -no serían las más propicias. Los artistas contemporáneos de Rembrandt incluidos en ssta exposición fueron: Cornalis Eega, Be; -chem, Johann Bischop, Bloemaert, Bol, Both, Breenbergh, Buytswech, Cuyp, Dusart, Dujardin, Everdingen, Gheyn, Goltzius, Goudt, Hackaert, Koninck, Lairesse, Lastman, Lievens, Luyken, Meer, Mooms, Ostade, Passe, Potter, Roghman, Ruysdael, Saenredam, Steen, Stoop, Stopendael, Swanevelt, Ulft, Ulie- L Rembrandt: La negra (grabado) 1658.

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