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ABC MADRID 18-09-1969 página 11
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ABC MADRID 18-09-1969 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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fino de Jos primeros visitantes de la cueva de ftibadeseMa, deslumhrado por el descubrimiento. LA CATEDRAL DEL PREHISTÓRICO Asturias, como Santander, cuenta con abundantes cuevas, y en ellas, con evidentes vestigios no sólo ds haber sido morada de los hombres cazadores y pescadores del Paleolítico, sino de Verdaderos artistas que dejaron éh las paredes rugosas de sus viviendas muestras evidentes de su genio creador, de su fantasía, capaz de obras todavía hoy excepcionales. En las dos provincias abundan estos antros característic a de las grandes formaciones de calizas (muchos, desconocidos aún) en tos que se descubre que el hombre, tan cercano a la animalidad, logra redimirse (lo vemos ahora claramente) no por su evolución biológica, sino por el esfuerzo de su mente. Xtssde aue en 1880 xina nina de doce años descubre que dentro de la cueva, de Altamira hay animales pintados, y lo que habia era, entre otros, el rojo Bisante (ahora un símbolo Jnundlalmente famoso) que le valia a la cueva la hiperbólica denominación de Opilla Sjxtina del Arte Prehistórico, no se había producido otro hecho de Ja importancia del ocurrido en Ribadesella cuando Tito Bustülo, a la luz de una lámpara de carburo, descubría en Ardines esta- otra cueva prodigiosa, con un gran panel de caballos pintados, que ya denominan algunos visitantes) a catedral subterránea del Magdaleniense asturiano. El profesor Berenguer empieza a mostrarme la compleja topografía interior de la. cueva. Avanzamos por un gran cañón de paredes prodigiosamente decoradas por las más caprichosas formaciones estalac- títicas. El cañón enhebra grandes bóvedas, cada una de las cuales tiene la cavidad de una gran catedral. Hay alturas de cincuenta y hasta de cien metros y numerosas oquedades misteriosas con fondo desconocido. La mente más ambiciosa se anonada ante la profundidad, la altura y los excepcionales juegos decorativos de estalactitas, puestos de relieve por las ocultas lámparas de luz fría que para evitar una alteración de la higrometría de la cueva instala un equipo de electricistas dirigidos por un ingeniero ds la Hidroeléctrica dsl Cantábrico. El suelo de una gran zona de la cueva es- de arenas finas, arenas del río San Miguel (afluente del Sella) cuyas aguas discurrieron por este accidentado cauce hace milenios. Aún se escucha su paso por el fondo de una sima, a más de cuarenta metros del suelo actual de la gruta. ¿CEGABA AL SANCTASANCTÓRUM Un poco mareado de ver maravillas, caída una más alucinante; de ver esculturas de barroquismo inverosímil, figuras nó esculpidas, formadas primorosas cristalizaciones de agua y cal) llegamos al centro de ja galería, donde ésta se bifurca en dos grandes brazos, uno de ellos de más ds un kilómetro. Allí se alza una gran bóveda, que puede considerarse el crucero de la catedral subterránea. Veo que el profesor Berenguer da una orden misteriosa a uno de sus ayudantes expertos. Se encienden unas luces disimuladas en el suelo y como si se tratase de la iluminación del telón de boca de un escenario o de una pantalla de cinemascope con cincuenta metros cuatisdos, apareció ante mis ojos y los de otras personas que nos acompañaban el gran panel de las pinturas. Comprendí que habíamos llegado al sanctasanctórum de la cueva Tito Bustülo Allí estaba él admirable- conjunto, quince de un total de veintitrés figuras admirablemente dibujadas y pintadas: caballos, sin duda asturcones salvajes del vecino Sueve; cánidos, bóvidos y hasta un insinuado bisonte aue acaso difumínó el tiempo. La emoción estética qué se experimenta es la de encontrarse con la exposición allí presentada por un genial artista del Magdaleniense. La descripción y filiación critica y técnica de cada figura y grupo de figuras aparees por primera vez en un trabajo deL Boletín de la Real Academia de la Historia firmado por Magín Berenguer. Va ilustrado por el autor con una lámina en- color que reproduce, lo más fielmente posible, el panel decorado por Jos rupestres asturianos, y termina con estas palabras: Es necesario resaltar la calidad de estas formulaciones artísticas. Su manifiesto- naturalismo, de una gran fidelidad figurativa, que está expuesto haciendo gala de unas extraordinarias dotes- de observación del natural, exento, sin embargo, de amaneramientos. La if hi 1 ifn 4l de mano y sencillez en los medios expresivos confieren a estas obras una categoría de primerísimo orden. Juan Antonio CABEZAS Reproducciones fotográficas Reflejos

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