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ABC MADRID 14-09-1969 página 131
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ABC MADRID 14-09-1969 página 131

  • EdiciónABC, MADRID
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de la fiesta brava. Ojalá ocurriera esto todos los días. Por eso Zabala es hoy noticia y yo le desafío a este mano a mano. Además, está la arena de los ruedos muy caliente. -Vicente, ¿cómo ves la actual crisis de la fiesta? Tícente mueve las manos. No fuma. Mira de frente. Disiente: -No me rusta la palabra crisis Digramos que atraviesa un momento difícil, muy delicado; pero, afortunadamente, superable. Hay libros de toros en Ja estantería, cuadros en las paredes, apuntes de Casero y de Roberto Domingo, y carteles de seda. La luz llega hasta este salón del quinto piso tamizada y blanca como los vendajes nuevos antes de taponar el cornalón a los toreros. Victoriano de la Serna, aquel médico torero del famoso pase de las flores de Ruano Llopis, figura en un cartel de seda. ¿Quiénes son los culpables de esa situación que llamas difícil? -Son varios los factoíres que han desencadenado el actual estado de cosas. No se debe culpar en exclusiva a los empresarios, a los toreros, a los ganaderos ni tan siquiera a la critica. Todos han tenido su parte de culpa. -Pero primordialmente, ¿qué es lo que ha fallado? -El toro. Por muchas vueltas que se le dé al asunto, siempre se vuelve a lo que es fundamental en este espectáculo. La disminución del toro de lidia ha sido nefasta. ¿Cómo explicas tú el hecho de que los toros pesen hoy tanto como los de cualquier época? La respuesta es instantánea. Vicente Zabala, el hombre que se coloca en los tendidos junto a los espectadores, no tiene pelos en la lengua. 1 peso es una burla. To empezaría por suprimir la tablilla que anuncia los pesos en la puerta de los chiqueros. A los toros hay que medirlos poV la edad, por sus pitones y, sobre todo, por su casta. Hoy se lidian toros gordos, pero la mayoría no han llegado a los cuatro años reglamentarios. En cuantd a la bravura, es muy discutible que un animalito que permite que un individuo se esté ef emp que quiera junto %l a pala del pitón sea auténticamente bravo. -Bueno, ¿pero cuál es el ideal de bravura? ¿Qué entiendes tú por bravura? -JLa bravura debe ir acompañada siempre de la nobleza, pero de una nobleza temperamental. Hay ganaderos que salen satisfechos porque sus toros se han dejado instrumentar doscientos pases, muchos de los cuales son conseguidos por el diestro a patadas, con palos en el hocico o en el mismísimo morrillo. El toro- -como decía Ortega y Gasset- -debe ser un profesional de la furia. LO QUE ESTA OCURRIENDO ES NORMAL En un reciente coloquio en la Casa de ABC, Vicente Zabala desarrolla sus ideas sobre la situación actual de la fiesta. A su lado, Antonio Díaz- Cañabate. dente de ella. Primero, la crítica taurina en el ¡periódico de prácticas de la Escuela de Periodismo; luego, la colaboración de todos los semanarios taurinos, y, por último, la crítica de verdad medida, justa, insobornable, denunciadora del fraude, las conferencias en Universidades, Colegios Mayores y clubs taurinos, y el certificado público de su cabal honradez que es el prestigio. ¿Crees que es normal el fenómeno que se está produciendo en la fiesta? ¿Qué fenómeno? -El del toro a la m e d i d a escaso de trapío. -Completamente normal, aunque se les ha ido la mano. Me explicaré: en todas las épocas, cuando ha mandado una figura, el t o r o ha disminuido considerablemente. Luego, cuando se desgasta el torero o se retira, vuelve a crecer el toro. Lo que ocurre es que hemos tenido muy mala suerte. El reciente dictador taurino, más pillo y probablemente con más influencias que ningún otro en toda la historia de la tauromaquia, ha tenido prisas. Ha buscado el becerro desmochado por todos los medios. A la vista está que en. cuanto ha encontrado problemas, como consecuencia de la campaña invernal por parte de la crítica, ha buscado pretextos fútiles para irse a los pueblos. En las plazas de categoría, salvo alguna rara excepción, que desde luego desconozco, está saliendo el toro con puntas. -También se dice que a Manolete lo mató un toro afeitado... -Eso se dice. Pero Manolete no tuvo inconveniente en ir a linares a finales de agosto, cuando le quedaban dos meses escasos de profesión, ya que pensaba retirarse ese mismo año, a enfrentarse a una corrida de Miura. Mientras hay figura actual, ccfnsiderada por algunos como cumbre, que sólo ha viste los toros de don Eduardo en alguna fotografía... -Por el camino que llevamos, creen los pesimistas que la fiesta desaparecerá definitivamente. -Eso sólo lo piensan cuatro viejos y un montón de esperanzad amigos de los ani males... (imagino que amigos del toro, pues ven cocer langostas y cangrejos vivos sin pestañear) La fiesta tiene que evolucionar. Hay que hacer eso que leemos tan a menudo en otros campos: cambiar radicalmente sus estructuras. ¿Es humanización lo que necesita el espectáculo? -La humanización ya vina de la mano de Fleming. Este fue el que humanizó la fiesta. En otro sentido, el dictador Primo de Rivera, con la implantación del peto protector para los caballos de picar había puesto lo demás. -Sin embargó, los aficionados se quejan del peto... -Los aficionados se quejan del parapeto que es distinto. Los caballos salen amurallados. Los toros se rompen ante esa mole acolchonada. El peto actual está muy lejos del que aprobó Primo de Rivera. También los caballos han cambiada, Ya no se pica con aquellas sardinas -nombre que usaban los viejos revisteros para denominar los enclenques y enfermizos caballos- hoy la suerte de varas se ejecuta sobre caballos percherones, de mucho peso y enorme aleada. LA FALSEDAD DE LA GUERRA TAURINA -Veamos otro tercio. ¿Qué opinas de la guerra taurina -Que es absolutamente falsa. Los empresarios (a. los que, por cierto, debe muy poco la afición) son capaces de ir detrás de un torero hasta donde sea cuando el torero les interesa. Lo propio hace el torero con el empresario si quiere mantener su rango en las plazas de categoría. Si cada uno tira por su lado y pasan los mean sin encontrar fórmula rápida de armistiei es porque ambas partes se encuentran felices así. El empresario no quiere contratar a torero y medio. Si acaso, a un Pero el otro se empeña en ofrece, también al medio torero para que así no les Vicente Zabala ni fue torero, ni lo intentó. Es un gran aficionado que quiso ser crítico, y supo serlo. Me dice que el toreo que le gusta es el toreo de verdad: el arte; que antes de ser ganadero, empresario; antes que monosabio, apoderado o crítico, hay que ser una gran aficionado, y él lo es desde que su padre, cuando muy niño, le llevó a la plaza todas las tardes toreras de Sevilla. Ya en Madrid, la amistad con los aficionados antiguos y la del hijo de Nicanor Villalta le llevó a un grupo taurino compuesto (por gente joven. La primera peña taurina Juvenil que se fundó en Kspafia se llamó, y se llama, Los de hoy Vicente Zabala fue cinco años presi- i

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