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ABC MADRID 14-09-1969 página 9
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ABC MADRID 14-09-1969 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
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COMPUTADORES IDIOTAS ULTRARRÁPIDOS Conjunto coherente de computador electrónico. STA es la frase, bien expresiva, del profesor Samuel, con la jue trata de caracterizar las nuevas máquinas de resolver problemas y que bajo el nombre de computadores, calculadores o celebros electrónicos se introducen actualmente con profusión en las industrias y centros de trabajo. Rechaza el profesor Samuel se les considere como cerebros pues a su juicio no son capaces de sentar si aforismo pascaliano basado en la capacidad de pensar; el ordenador carece de cualquier principio de conciencia, de algún sentimiento íntimo y del menor atisbo de razón. En c a m b i o se manifiesta ejerciendo fuerte tiranía que deriva de su inmensa e inigualable velocidad de acción y de su fabulosa capacidad de almacenamiento de datos, sin que todo ello conduzca a garantizar resultados que se hallen conformados a la lógica. Señala el profesor Samuel, para hacer comprender mejor sus ideas, diversos casos, que considera típicos, en los que los resultados suministrados por los ordenadores son tan absurdos e inaceptables, que no hacen más que confirmar la ceguera intelectual de su comportamiento. Se ha divulgado mucho el caso de aquel computador encargado de la selección de posibles matrimonios, bajo normas de enlaces perfectos o ideales, que aunque no 1 se alcancen, ofrezcan, sin embargo, sufi- E cientes probabilidades de éxito; operando Los errores humanos, o imprevisiones, entre millares de fichas de otras tantas contenidos en los programas quedan conpersonas, el computador selecciona, como sagrados para la máquina, dado el carácpresuntos esposos, ¡las de dos hermanos! ter irreflexivo del computador, que obra Éste absurdo, en realidad, no es imputable con mente completamente ciega. al computador, ya que deriva, como caso Cualquier detalle inicial que haya podiposible, de la falta de la programación, a do omitirse en al programa o consignación la que la máquina se somete ciegamente, errónea en él introducido, debido a defipor no haber previsto la prohibición del ciencias del juicio humano, trasciende, incesto. desde luego, con resultados inesperados e Ctro caso, también muy divulgado, alu- incorrectos. Se ha dado el caso, en Cabo Kennedy, de al problema encomendado de hallar un número mayor en lista dada; el progra- de tener que ser destruido algún ingenio de mador le pedía que después de señalar el esa Clase, al fallar un lanzamiento, que primer número de una lista de números presentaba movimientos incontrolables; la en desorden descendiera en la misma para causa no era otra que el error, incluido fijar un número aún mayor, y así sucesi- en el programa, de inyectar en un momenvamente. La máquina permaneció muda a to dado cantidad diversa de la necesaria esta pregunta. Daba la casualidad de que ¿de carburante; decía el programa alimenel primer número de la relación era pre- tar con mil litros de cincuenta, en lugar cisamente el mayor de todos los facilitados de haber consignado la cifra de mil ciny, naturalmente, dentro de los límites se- cuenta, que era la correcta. ñalados en la programación no era posiEs recuerda también el caso del ordeñable avanzar en búsqueda de un número dor del Pentágono, ique estuvo a punto de mayor que el primero. desencadenar guerra atómica, con la puesRealmente, parecen un poco exagerados ta en acción del horrible aparato de reprelos juicios del profesor Samuel. Los erro- salia, al dar ciertas indicaciones de preres no son imputables a las máquinas y sí sencia de objetos en el cielo, y oue gracias a los defectos iniciales de la programa- al buen sentido del oficial de servicio, en ción. Los mecanismos de los computado- momento de agobio, pero con acierto, conres son juiciosamente inertes y, como se sideró aquellas indicaciones como impodice de ordinario, afortunadamente, no sibles. pueden alcanzar al hombre, precisamente por su falta de iniciativa. Emilio NOVOA

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