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ABC MADRID 11-09-1969 página 87
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ABC MADRID 11-09-1969 página 87

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página87
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NOVELA NUEVA E evidente que el desarrollo de las cien- de las rentas... etc. que serán realidad cias y, especialmente, de la técnica pronto, en una mañaaia que ya empieza a está produciendo trastornos- casi pa- alborear. Claro que aún quedan residuos de tológicos en el ordenamiento de la vida sociedades paleolíticas y feudales; que se humana, porque la conciencia del hombre muere de hambre y de enfermedades prievoluciona mucho más lentamente y cuan- mitivas; que hay mercados de esclavas; do se acomoda jadeante a una nueva si- que se amordaza la conciencia y se tortutuación ésta ha cambiado ya. ran los cuerpos; que todavía el hombre exEn otras épocas, o ambos desarrollos plota al hombre y hay guerras de relimarchaban paralelamente o era el del gión; que se expolia y se coloniza... Pero pensamiento el que operaba en vanguar- son las inevitables fosilizaciones de un padia. En cualquier caso, durante largos pe- sado que colean en el torbellino irresistiriodos de tiempo, el hombre se encontraba ble desencadenado por las fuerzas progreinstalado en un mundo con un escaso sivas. margen de sorpresas. Eran esos periodos Ante estos cambios profundos que se escomo lentas invernadas, durante las cuales tán operando, el hombre actual no es cagerminaban a la vez todas las semillas que paz de acomodar a ellos la óptica de su habrían de dar sus frutos en la prima- conciencia. Son más rápidos que sus reflevera. La sociedad feudal, el mundo bur- jos. Por eso, la verdadera cultura- -ideas. gués, el capitalismo incipiente, la era del artesanado, el maqumismo, el mercantilismo, la irrupción de las masas y las formas extremas de gran capitalismo y socialismo, por ejemplo, han sido otras tantas acotaciones en el tiempo que dieron lugar a la fermentación de una cultura propia en cada uno de ellos. Es decir, que en cada caso, el espíritu del hombre pudo tener conciencia de lo que estaba ocurriendo y de reaccionar en consecuencia. Ni que decir tiene que sus expresiones más significativas, las artes, experimentaron las mismas mutaciones, especialmente las plásticas, como más capaces de reflejar la metamorfosis del mundo sensible. Hoy los saltos del progreso material son tan frecuentes y de tan. largo alcance que no dan tiempo al hombre a acomodarse plenamente a sus resultados. Apenas se ha acostumbrado al teléfono, llegan la radio y la televisión; No ha terminado de hacerse a la idea de un viaje en un trimotor cuando ya están los reactores navegando el aire, se habla de cohetes y ve. sentado cómodamente en su casa, cómo llegan unos hombres a la Luna. Entre los polos opuestos clásicos de socialismo y capitalismo brotan nuevas y distintas direcciones: neosccialismo, sociedad de consumo... De bregar con mulos y manceras, el campesino pasa a dirigir tractores y otras máquinas agrícolas. Del hogar con leña o carbón, el ama de casa asciende a disponer de fuego a gas, de lavadoras y fregaplatos automáticos. Sin transición, espasmódicamente. se Dostowieski arrinconan instrumentos y técnicas. No media un suspiro cronológico del analfabetismo endémico a la plétora universitaria; de la lana bíblica y del algodón de la es- estados de conciencia, sistema de valores, romper la lógica interna de los hechos clavitud a las ñbras sintéticas; del inmo- etcétera- -resulta inadecuada. El espacio y los personajes, ¿es hacer novela nueva? vilismo aldeano a las migraciones masivas entre salto y salto el hombre lo ha llena- Si empleando esos recursos se nos muesdel turismo; de la moral sexual pudibunda do hasta ahora con reflexiones, experien- tra algo nuevo, inédito, inexpresable de y represiva a la exhibición pública del ins- cias y destilaciones de su espíritu, constru- otra manera, sí. Si, por el contrario, se tinto; del deseo apoplético a la plácida ca- yendo así su vivienda cada vez como si di- nos dice lo que ya está dicho o puede demaradería; del ahorro al crédito; del amo jésemos. Tenia respuesta para cada cir- cirse de una manera más clara, lógica y al ejecutivo... Se ha decapitado el mis- cunstancia. Ahora, no, porque la carrera convincente, no. Si las matemáticas y la terio de la mujer los curas visten de pai- no le da tiempo a mirar atrás y a los la- filosofía tienden al vigor y á la luminosano y hablan de sociología: los hijos dos, de cerciorarse a dónde ha llegado, de sidad, ¿por qué ha de ser confusa una norehusan la herencia espiritual de sus pa- descansar y recuperar energías antes de vela? ¿Sólo para aburrir y desconcertar dres y las levas juveniles se orientan ideo- seguir. El hombre actual va corriendo, con al lector? ¿O es que se cambia la conlógicamente hacia metas inéditas; los na- la lengua fuera, en pos de esa liebre me- dición de rusticidad de un hombre vistiéncionalismos se resquebrajan y se abaten cánica que a cada paso le saca más ven- dole con un traje de etiqueta o de arlelas fronteras; los antibióticos y las vacu- taja. quín? nas reducen el perímetro de la patología Sinceramente, creo que esa nueva noNadie como el artista para darse cuenta médica y se trasplantan órganos vivos... Y de ese dramático distanciamisnto. De ahí vela que todos postulamos y esperamos se todo ello en el transcurso de una genera- su inquietud, sus inesperados virajes, su producirá sencillamente, llanamente, cuanción. Y los proyectos y programas: auto- evolución enfebrecida. Necesita interpretar do el novelista descubra esa nueva conmatización del trabajo, ocio, abolición de el momento, transfundirlo y revelarlo. Se ciencia del hombre en proceso de formalas clases económicas, democracia social, siente desbordado, pero quiere retener la ción o quién sabe si cuajada ya, y nos la igualdad absoluta de los sexos, viajes inter- imagen y representación de cada momento. revele, al igual de Dostowieski, Kafka, planetarios, federación política y económi- Son relámpagos de realidad que intenta Sthendal y Baizac nos descubrieron, en su ca de los continentes, comunicabilidad y aprehender. Eso explica sus sorprendentes día, sus mundos, sin necesidad de estupeporosidad entre hombres y pueblos, derrota y radicales cambios, su irritabilidad, sus facientes ni de jactarse de que lo hacían. del cáncer y del infarto cardíaco, sanidad erispaciones, especialmente de los artistas y cultura masivas, distribución equitativa plásticos, cuya expresión se basa en la moÁngel MARÍA DE LERA delación, en las formas y su mundo es el que entra por los sentidos. La literatura es más bien arte de contenido- sin que ello quiera decir que sea insensible a las formas, sino que lo es en menor grado y más accidentalmente. Y, de entre los géneros literarios, la novela es el que surge más del interior del hombre en cualquier circunstancia. Es como su sombra, como su proyección. Cambia cuando él cambia y hasta la evolución de sus formas expresivas se adecúa a sus gustos, sensibilidad, receptiva, educación y cultura, incluso a sus hábitos y costumbres. Por ello, su transformación es tan lenta y por esa misma razón? rio puede intentarse solamente a través del juego de las formas. Se postula una novela nueva. Bien, ¿pero cuál, cómo? Escribir sin puntos ni comas; hacer posible la alteración del orden de los capítulos; empedrar el texto con frases en otros idiomas; alterar indistintamente los tiempos; introducir adrede al lector en largos y oscuros túneles; jugar a la magia, a la antinomia y al disparate;

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