Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-09-1969 página 9
ABC MADRID 10-09-1969 página 9
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-09-1969 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página9
Más información

Descripción

des se escoge una muy desacertadamente: el joven Casimiro Dudevant, vulgarote y msdiccre, hijo natural reconocido del corcnel barón Budevant, qus no tisne descendencia de su legítima esposa y posee una regular fortuna. Des hijos nacen del matrimonio- -Mauricio y Solange- -que al principio parece marchar bastante bien, pero qus poco a poco empieza a hacer aguas, seriamente amenazado per graves desavenencias originadas por mutuas acusaciones de infidelidad que conducen a la ruptura y la separación. obras con el nombre de Arabella, y en Horacio con el de Condesa de Chally, se personifica y satiriza duramente a María d Aboult, la musa de Listz, lo que originará la indignada reacción de da criticada echando en cara a la autora que la envidia porque no pudo arrebatarte al húngaro. Es un duelo feroz de guante blanco y un odio disimulado entre ambas fsminas que durará de por vida. Retos los diques de contención de la legalidad y mientras Casimiro persigue a las criadas de servicio, Aurora flirtea con Aureliano de Seze sin traspasar las fronteras platónicas. Pero después... Después lo más rápido y expeditivo será presentar la lista oficial de sus amantas, casi todos seguros y alguno que otro probable, sin pruebas concluyentes aunque presumibles. Veamos: Julio Sandeau (protagonista de las Ilusiones perdidas de Balzac, y considerado como el padre de Solange) colabora también literariamente con la madre de ésta y de la mitad de su apellido surge la palabra Sand, que- alia habrá de adoptar como seudónimo imperecedero: el editor Enrique Latouche y el señor Flanche, dudeses, como es Próspero Merimée, flor de un día; el poeta Alfredo de MussEt, con el que sus relaciones son volcánicas y archifamosas, pródigas en incidentes, crisis histéricas, celos, querellas, rupturas y reanudaciones... el doctor Fagellc, que en Ven- acia asiste en su enfermedad y alucinaciones a Musset; Stepan Ajasscn de Grand Sagne, Michel de Bourges, elocuentísimo orador y prestigioso abogado que defiende a Aurora y le gana si pleito de divorcio contra su marido, qus resulta condenado por concubinato con las sirvientas Pepita y Clara; Pierre Lsroux, Carlos Didier, el actor Bocage y Federico Chopín, de cuyo amoroso viaje a Mallorca nada diré para mantener la promesa hecha al lector aunque éste, probablemente, ignora que les fue sugerido por el político español Mendizábal y la espesa del cónsul general de España en París, Carlota Marliani. Por último, los amigos de su hijo Mauricio, Lambert y Manceau, que actuó de administrador y tenía cuarenta y siete años cuando Aurora era sexagenaria. He aquí ahora la relación de sus novelas, casi todas con clave, pues correspondían a cada una de sus etapas amorosas y en ellas se describía al protagonista erótico de turno con su retrato psíquico que defería de unas a otras según las circunstancias y los matices de la pasión: Indiana Lelia Ella y él Confesiones de un hijo del siglo Diario íntimo Impresiones de un viaje La señorita de la Quintinie Fracois le Champí Horacio FJ hijo natural El matrimonio de Victorina Consuelo Historia de mi vida La pequeña Fadette Constancia Verreir El marqués de Villemer Lucrecia Floriani El señor Silvestre Albina Fiori La torre de Pércement Daniela y La dicha En Lelia se relata su liaison con Sandeau; en Ella y él la de Musset; en Lucrecia Flcriani la de Chopín, y en La dicha la de Manceau. En diversas El 17 de octubre de 1849, muere en París, a los treinta y ocho años, Chopín, que desde hace dos se halla distanciado de Aurora, debido según ésta a intrigas de Sclange; de la voluble, maligna y enrevesada Solange, que incluso ha intentado coquetear con él y ser rival de su madre, que la detesta. Ella me dijo que sólo moriría en sus brazos. Son sus últimas palabras. La Sand al saber la noticia, mete Aparte de que los años no pasan en balde y han hecho decrecer sus desenfrenos de vampiresa, también la persuasión de que el anhelado y supremo amor no sxiste ha contribuido a catatar sus sentimientos y a apaciguar sus sentidos. Porque como ella dirá para tratar de justificarse, muchos de sus extravíos obedecieron al afán de adquirir la debida experiencia en Ja filosofía amorosa para volcarla después en sus novelas, seduciendo a los lectores aficionados a los manjares picantes: ¡Pura literatura! Uno de sus más asiduos visitantes es Gustavo Flaubert, su trovador su benedictino como ella le llama, sin que la sincera amistad traspase los límites de los prohibidos cotos de Cupido. En compañía de Gustavo frecuenta los teatros de París, en uno de los cuales asiste a la representación de la comedia de Alfredo Musset Cn ne badine pas avec l amour ante la que no puede menos de sonreír, ya que muchas de las frases y pensamientos bri- liantes que esmaltan el diálogo son de su cosecha. Caída en las barricadas del 48 la monarquía de Luis Felipe y elegido presidente de la República el principa Luis Napoleón- -que dará después el golpe de Estado, proclamándose emperador con el nombre de Napoleón m- -no cesa éste de mostrarle su aprecio y simpatía, lo mismo que más tarde lo haría la emperatriz Eugenia. Aurora, qus se titula socialista y aun comunista o mejor comunitaria sin demagogias ni violencias, agradece las deferencias, p. ero se mantiene leal a las doctrinas de sus íntimos Luis Blanc y Ledru Rollin sin pisar el Eliseo. Su anticlericalismo no significa anticristianismo, pues no ha olvidado las esencias que le inculcaron el padre Premord y las agustinas inglesas. Por todo ello, derribado el segundo Imperio el 70, tras la dertfota de Sedan, asiste horrorizada a la insurrección de la Comunne y a su represión sangrienta por el general Cavaignac. Su popularidad es ya tan grande, que el globo en el que Gambetta se traslada a Burdeos desde París, sitiado por los prusianos, se llama Jorge Sand y apoteósicamente son acogidas las adaptaciones teatrales que de sus novelas realiza Alejandro Dumas, hijo. Como profundo será el ¡pesar que produzca su muerte, el 8 de junio de 1876, declarado día de duelo nacional en Francia, con exequias fúnebres oficiales y el unánime elogio a su obra, hija de su tiempo y fiel al romanticismo y naturalismo sucesivamente imperantes. La condesa O Agoult un rubio rizo del compositor en un saquito y escribe: Poor Chcpín y en polaco: Moia bieda. Es todo lo que ha quedado de aquel poético idilio, condensado tal vez en Tristesse el estudio que tanto ha impresionado a millones de seres sensibles de varias generaciones. Recluida Jorge en su palacete de Nohant con su familia, amigos y el favorito de guardia Manceau, sigue trabajando intensamente y recibiendo el homenaje de colegas y admiradores que la visitan atraídos por su fama y fascinante historial. Próxima a cumplir los cincuenta, ya está más sosegada. La combustión sensual en que se abrazó su ardiente ninfomanía parece haberse ido apagando, aunque todavía queden rescoldos del crepitante fuego. En la villa de La Chartre (lindando con Nohant, en el Berry) se alza un monumento a Jorge Sand de la que sus coterráneos se muestran muy orgullosos, sin acordarse de que sus abuelos y bisabuelos se escandalizaron y abominaron más de una vez de sus cínicos alardes da inmoralidad y libertinaje. Algo de esto ocurre igualmente, en menor escala, en Mallorca, cuyos habitantes enseñan hoy complacidos la Cartuja de Valdemose, que albergó otrora a la memorable pareja tan denostada por sus rústicos y sencillos antepasados. ¡Así son de transitorios y fugaces los juicios y apreciaciones de este jácaro mundo! Federico OLIVAN

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.