ABC MADRID 09-09-1969 página 8
- EdiciónABC, MADRID
- Página8
- Fecha de publicación09/09/1969
- ID0000902980
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¿DONDE NACIÓ MARÍA? L OS Evangelios canónicos lo silencian. T sólo en los apócrifos podemos encontrar tradiciones, que no siempre satisfacen porque a veces son contradictorias. En esa especie de porfía al disputarse la gloria de haber acunado a la Madre de Dios cuatro lugares salen al paso: Nazaret, Séforis, Belén y Jerusalén. Una tradición cristiana, ya tardía, se inclina por Nazaret o por la cercana Séforis; y como la tesis más lógica, hoy la mantienen muchos. Sin embargo, fue mucho más añeja la creencia oriental de que Joaquín y Ana moraban en Jerusalén, cerca del Templo. Y como nadie ha demostrado con argumentos irrebatibles el error de una creencia enraizada en los primeros siglos de la Iglesia, vale la pena una visita al tradicional lugar; hoy precisamente que celebramos el nacimiento de la Virgen. Muy cerca de la gran explanada del Templo, no lejos de la fortaleza Antonia- -en que Cristo fue condenado por Pilatos e inició su camino hacia el Gólgota- y a escasos metros, hoy, de la puerta de San Esteban, que traspone la muralla de Jerusalén encima del torrente Cedrón, nos espera una sorpresa: En un extenso llano encontramos arquitecturas románicas en un esbelto templo y muy considerables ruinas junto a él, que nos hacen pensar en seguida en viejos siglos. Es un lugar importante, donde el culto pagano, la historia evangélica, la tradición bizantina y la piedad cruzada se han ido suplantando y continuando en el correr de los tiempos. Aquí estuvo- -y por fortuna se conserva- -la piscina Probátiea de Betzeta, tan celebrada por San Juan (v, 1- 9) al narrarnos la curación que junto a ella hizo Jesús del paralítico que llevaba treinta y ocho años enfermo. Se trata de una colosal alberca que medía 50 metros de largo y 13 de hondo, en parte construida de piedra y cal, y en parte excavada en la viva roca. Sin negar la creencia de algunos que suponen allí un manantial de aguas termales, parece estaba más bien destinada a recoger las lluvias invernales, suministrando agua al Templo por un canal subterráneo. Destruida la Jerusalén judía y su Templo, porTito, Boma impuso aquí sus leyes y su religión. Y en este lugar, tal vez per relación con las aguas curativas, dedicaron un templo al dios Esculapio, como se demuestra por inscripciones, serpientes en piedra, que simbolizan a esta deidad, etcétera, hallados en modernas excavaciones. Pero Cristo venció al paganismo y sobre las ruinas del templo idolátrico surgió en el siglo V una espléndida basílica bizantina. Era la quinta iglesia levantada en Jerusalén y, aparte significar un homenaje al milagro de Jesucristo, en su dedicación a María quiso recoger la tradición ya existente desde el siglo II: Que en este lugar nació la Madre de Dios. ¿En qué fecha se levantó este templo que, a juzgar por sus restos, fue amplio y grandioso? El hecho de que ni la peregrina berciana Eteria ni otros lo citen en el siglo IV, es prueba de que aún no existía; pero sin duda podemos remontarlo a los primeros años de la quinta cen- Bella portada románico- ojival de Santa Ana. Bajo el arco, una inscripción árabe referente a su destino como e s cuela de derecho coránico. Una de tas basas bizantinas encontradas en la basílica del siglo V. Fijémosnos en ia característica cruz de aquel estilo. turia, por su arquitectura bizantina y las cruces de su pavimento de mosaico, prohibidas en el 427 por un edicto del emperador Teodosio n, y que suponen acabado este templo antes. Invadido Jerusalén per los persas, el año 614 fue incendiada la basílica Probática. Posteriormente la restauró el patriarca jerosolimitano Modesto. Y en tiempo de Carlomagno (siglo VEtl) se levantó un contiguo monasterio en que cinco sacerdotes y veinticinco religiosos atendieron su culto hasta el año 1086, en que ambos fueron destruidos definitivamente.