ABC MADRID 20-08-1969 página 74

TOREROS DE HOY í L LAS CORNADAS SUELEN ACÁ BAR CON MUY BUENOS TOREROS SOLO CREO EN DOS ESCUELAS: LA DE LOS QUE SABEN TOREAR BIEN Y LA DE LOS QUE TOREAN MENOS BIEN ANTONIO ORDOÑEZ, TRAS SU SEGUNDA VUELTA A LOS RUEDOS DATOS BIOGRÁFICOS Antonio Ordóñez nació en Ronda el 16 de febrero de 1932. hijo de aquel torero que se llamaba Cayetano y cuyo apodo tuarino era el alado Niño de la Palma La primera vez que se vistió de luces fue en Haro Logroño el 29 de junio de 1948. a los dieciséis años. Tomó la alternativa en Madrid el 28 de junio de 1951, actuando de padrino Julio Aparicio y de testigo el LitrV En 1962 se retiró de los ruedos, para reaparecer dos años más tarde. NUNCA HE LEÍDO QUE UN TORO HAYA COGIDO A UN TORERO EN EL HOTEL VISITA AL MUSEO TAURINO EL AÑO 2040 El toro grande al toro chico: -Estos eran toreros, y no los de ahora. wesí y una tez tostada en las solaneras taurinas. Ha salido, de súbito, como sadaba Alberti, poéticamente, por liéndose con unos años más del cuadro el Niño de la Palma El tercer chico de de Federico Echevarría. El Ordóñez del este hombre con céfiros en las hombre- pincel es un torero con gesto combativo, ras es de Ronda y no se llama Cayetano. junto a una plaza, quizás la del poema de Se han abierto unas puertas correderas Villalón, plaza de toros de Ronda la y Antonio Ordóñez? ntra con visos de far de los toreros machos ¡Q UE fie 1 ro! salero! ¡Cógeme, torillobrinCon esta chuflilla k Está el torero sin el brillo del oro y de la seda en su piso de una plaza madrileña con nombre místico, y tiene en blanco, la tarde de la entrevista, las hojas rojas del calendario de los toreros. Televisan una corrida y el rondeño no dice oste ni meste durante la retransmisión. No suelo hablar nada -dice- Luego nos hemos sentada en un tresillo cercano a un rincón. ¿Cómo va asa lesión, Crdóñez? -le pregunte- Aún duele... Vienen a la boca las cornadas, los algodones que el viento se llevó. ¿Muchas... -No recuerdo exactamente el número, pero muchas. Graves, catorce. -Pero suelen acabar con muchos... m -Ya lo creo. Las cornadas suelen acabar con mu? buenos toreros. Este peligro lo corremos todos hasta que sobrepasamos la aduana psicológica del miedo y el dolor. ¿Y quién tiene la culpa? -La cornada nunca es por culpa del toro. El matador debe conocerlo y presentir todas sus reacciones. Si se percata de esto y conoce que una cornada es fruto de un (alio y no del azar, el torero no se derrumbará; pero si lo despista, malo se hundirá. Tiene el pelo hacia atrás, unos dientes de anuncio de pasta dentrífica y charla sin parar con un andaluz esdrujulizado. Enciende un cigarrillo. Ha entrado una hija y le dice: Papá, te llama al teléfono Earceló. Perdone, no tardo nada. Ojeo la estantería: hay libros forrados en piel y del autor del Verano sangriento aquel peregrino Nobel que iba con el rondeño como bordón, recorriendo todos los cráteres hispánicos. Ha vuelto el de Ronda.