ABC MADRID 19-08-1969 página 70

JOSÉ LUIS ALONSO: UNA AVENTURA TEATRAL ARGENTINA, URUGUAY, CHILE Y MÉJICO TIENEN UN TEATRO PROFESIONAL CON INTENSA VIDA Sudamérica, en lo teatraL naca más a Europa que a Norteamérica. Los autores y los movimientos teatrales europeos son allí conocícfos al día LA COMPAÑÍA VISITO EL CEr MENTER 10 DONDE ESTA ENTERRADA LA XIRGÜ Y LA CASA DE LA GRAN ACTRIZ ESPAÑOLA Triunfo ante dos núl estudiantes contestatarios, ganados por el verbo de España, en la Universidad de Santo Domingo S OLO unas horas median entre la llegada a España de la Compañía del Teatro Nacional María Guerrero y mi conversación con su director, José Luis Alonso. Siete meses de continua actividad en once países se yuxtaponen, con sus recuerdos. emociones y rasgos peculiares, en la mente del hombre de teatro. Elijo intencionadamente este momento para entablar el diálogo, porque todavía no pudo hacerse la reflexión y desglose de lo vivido, ni el ambiente que recibe al director escénico ha matizado la evidencia de las sensaciones que tras vivas, frescas, a flor de piel. Quizá, al cabo de unos días, cuando sean publicadas estas impresiones, sorprenda al propio entrevistado el valor directo que, no obstante la nebulosa en que asegura encontrarse, tienen sus respuestas. La agudeza de visión entrañada por sus observaciones. La experiencia humana, hispánica y teatral que comportan. Tres relojes, el del Palacio de Comunicaciones, el del Banco de España y el más musical del antiguo Banco Español del Río de la Plata, dan sus horas. Nos hemos citado en una cervecería cercana a la fuente de la Cibeles y todavía, no obstante la tónica del lugar y el cambio de hemisferio y temperatura, parece como si a José Luis Alonso se le reflejara en los ojos el tráfago de la calle Corrientes o la luz del Méjico lindo, tan amigo y cordial para esta aventura ultra- marina de nuestro t e a t r o No es lá primera vez que el director del María Guerrero fue a América. Hace tres años estuvo en la del Norte para dirigir, en el teatro IASTA, situado en pleno Broadway neoyorquino, la representación de La Dama duende en inglés. Y a Buenos Aires marchó en otra ocasión, contratado por Luis César A m a d o r i para m o n t a r una obra de autor francés, Los años del bachillerato que ya había puesto en España. Pero lo de ahora, José Luis Alonso to confirma, advino de todo punto distinto. Le tocó vivir la capitanía del arta, sentirse vez y empresa de la patria sn tierras donde el idioma a d quiere entrañables ecos y el m e n s a j e literario fructifica en consecuencias de proyección cultural, humana y aun de la mejor política. Podría hablar de José Luis Alonso y podría hacerle hablar a él sobre sí mismo. La personalidad del gran director posee q u i l a t e s suficientes para la exégesis laudatoria y el análisis técnico. Pero él, esta, tarde, rechaza todo lo que no sea referirse a la gira de la Compañía María Guerrero por tierras de la América hispana. Quedan, por tanto, latentes en mi algunas curiosidades sobre el pensamiento y m o m e n t o personal del director c o n s a grado en plena juventud, que supo llevar a nuestras tablas ila lección de una comediografía exquisita, traduciendo no sólo los textos extraños, sino las inquietudes que movilizan al teatro p a s a d a s nuestras fronteras, i m p rimiéndole su vitalidad experimental c o m o rasgo dominante. Este hombre joven, que juega nerviosamente con las gafas de sol y algunas veces llega a morder sus patillas, como para fortalecer sus respuestas, es el que puso a Claudel y Giradoux en el teatro de la calle de Tamayo y Baus y acaba de pasear, con categoría y dignidad eminentes, a Calderón de la Barca, Arniches y Valle Ihclán, por América. Advierto un gozoso y merecido relax en quien acaba de dejar la responsabilidad de conducir, teatral y humanamente, cincuenta españoles p o r el mundo. Ante una cerveza jue no acaba, durante más de una hora, Jcsé Luis Alonso me habla de su gira. ¿De quién partió la idea de realizarla? -le he preguntado. ta el último foso. Esto fue tal vez lo que obligó, empujó y decidió a arriesgarse a la gran aventura que s u p o n í a este viaje. ¿Qué tiempo llevó su preparación? -Unos seis meses. Se empezaron a enviar cartas a las Embajadas, para que pulsasen el interés que pudiera tener y las contestaciones fueron muy positivas. ¿Cómo se marcó el itinerario? -Hacer ana gira teatral por Hispanoamérica era un sueño de nuestro ministro de Información y Turismo, Fraga Iribarne, experimentado también por sos colaboradores más inmediatos en el teatro: el director general de Cultura Popular y del Espectáculo, Carlos Robles Piquer, y el subdirector general, Enrique de la Hoz. Este sueno pudo hacerse realidad, e n t r e otras cosas, por la circunstancia, de haber permanecido cerrado el Teafas María. Guerrero esta temporada, por las reformas totales que en él se están naciendo y que van desde el tejado bas- -Teniendo en c u e n t a la idea que preside siempre una gira: enlosar los países más próximos entre sí. De ese modo hemos hecho una especie de rectángulo; porque comenzamos en Costa Rica, de allí balamos hasta. Santiago de Chile, pasando por Colombia y Perú. De Santiago- de Chile cruzamos a la Argentina, De allí a Uruguay y volvimos a subir hasta Venezuela, para ir hasta Santo Domingo, Ecuador, Costa Rica, Puerto Rico y Méjico. -De estos países, ¿dónde encontraron una atmósfera teatral más propicia y vinculada al teatro de España? -ÍAts países donde hay teatro profesional con i n t e n s a vida son Argentina, Uruguay, Chfle y Méjico. En los demás, hay grupos vocacionales, de compañías s e m ¡profesionales, que trabajan sólo los viernes, sábados y domingos. Y lo sorprendente es ne Caracas, con tres millones de habitantes en plena temporada, sólo tenía, un teatro de bolsillo, y repre-