ABC MADRID 19-08-1969 página 47
- EdiciónABC, MADRID
- Página47
- Fecha de publicación19/08/1969
- ID0000901299
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A B C. M A R T E S 19 DE A G O S T O DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 47. salta a los puntos de la pluma, gozosa de SEGUNDA DE LA FERIA DE BILBAO contar y cantar una corrida dé toros. Por fortuna la pudimos gustar ampliamente gracias al buen presidente, que como el de ayer (no sé si era el mismo) no consintió a los toreros que presidieran ellcs. El cuarto y el quinto tomaron cuatro vaPlaza de toros de Bilbao. Seis toros la que entusiasmó al público, se basó en lo ras, y los otros tres ¡veinte varas! Y los espectacular, que con otro toro tal vez hu- toros como si tal cosa. del señor marqués de DomecQ, de Jerez de la Frontera, para Miguel biera estado en su lugar, mas no con este Renuncio a detallar lo que Mateo Miguelín Diego Puerta y tan ideal para un torero. Miguelín acabó gtielín Puerta y Márquez. hicieron Mi ¿Para qué? con él de un pinchazo y estocada. Al toro Miguel Márquez. Baste con decir que estuvieron mal. Ya sé Bilbao 18. (Crónica telefónica de nues- se le dio la vuelta al ruedo. que alguien me dirá que siempre en una Los cantar. El tro crítico taurino, enviado especial Feli- cantar otros cinco fueron otro lo eran no corrida de toros fiera y con genio los torede los toros que porque cita al señor marqués de Domecq. A Bilbao eran bondadosos. Necesitaban, pedían el to- ros han estado mal. Rechazo esta opinión. ha mandado una corrida de toros. Ahora, de- dominio. Para el toreo de dominio Un torero, incluso los grandes toreros de esto de decir una corrida de toros, la ma- reo precisas dos cualidades: valor para ex- toda época, han estado mal con los toros son yor parte de las veces es una mentira, o ponerse e inteligencia para saber reducir de dificultades invencibles, pero no con aquellos que como éstos se podían dominar como decía aquél: Yo no miento, exagero nada más. Desde luego, es una exagera- la fiereza. A lo largo dey catorce años lo empleando la técnica ayudada con el valor. vengo repitiendo. Acepto me complace el Tal vez no podían estar lucidos, pero el ción manifiesta llamar corrida de toros ai preciosista presta sacrificio de seis borregos o de seis gatos toreo pero estimo con el toro que searte de lucimiento es una parte del arte de torear sin fiereza, sin trapío, sin raza, sin casta, a él, el que haceque el verdadero torear, o hacía de la fiesta algo y cuando no se puede obtener nos conforsin genio. Genio, casta, raza, trapío, fiereza singular, es él toro de dominio, que cuan- mamos con la pelea, pelea en la que el toreunía la corrida de toros que el señor do se realiza tal y como es añade a la rero tiene que vencer porque posee algo marqués de Domecq ha mandado a Bilbao. emoción que estremece la belleza que sub- que carece el toro: la inteligencia. No exLos toreros han estado mal. Triunfaron yuga. ¡Unir la belleza a la emoción! ¿Dón- tremo la censura. Miguelín Puerta y Márquez carecen de la los toros. Legítimo- triunfo el suyo. Como de gustarlas tan ampliamente como en la ria para lidiar y poder experiencia necesacorrida de eran verdaderos toros, se portaron como fiesta de los toros cuando hay toros en la toros. Ya está muerta. con una los corazo ¡Arriba tales. Salieron a morir. Murieron, pero ven- fiesta? Hoy nos hemos tenido que conten- nes! Ya bricarán los gatos, ya se caerán, dieron cara su vida. Lucharon. Su pelea tar con la emoción producida no por los cortarán las y fue fácil. No tenían enemigo delante, por- toreros, sino por una corrida de toros. los borregos, ya sede esta corridaorejassedel que los toreros no les presentaron batalla. Emoción tensa, vibrante, continua, intensa. nadie se acordaráDómeos, al que envío la ñor marqués de Se vinieron abajo. Sólo Diego Puerta, en Emoción que era como un vendaval que felicitación de los primeros momentos de su faena al aventaba el tedio de la rutina, el aburri- lo es. -Antonio este viejo aficionado, que DIAZ- CAÑABATK. quinto, se enfrentó con él oponiéndole co- miento de la monotonía. Emoción qué aún raje, pero el valeroso Diego había sufrido al lancear de capa una fuerte contusión en la frente, producida por un derrote, y sePRIMERA CORRIDA guramente resentido por tan violento golpe no continuó hasta apoderarse por completo del toro, pues camino de ello llevaba impulsado por su valentía y la eficacia de los pases, en los que el toro iba reducido y sometido a su mando. Quiero que conste esta excepción en favor de Diego Puerta. Es posible que Miguelín Puerta y MárPlaza de toros de Bilbao. Seis bastián. Lo digo con la mano puesta. sobre quez no se hayan visto ante una corrida toros de don Salvador Guardiola, el dolor de mi corazón. En el ruedo no ha de toros tan auténtica como la que ha de Sevilla, vara José Fuentes, An- ocurrido la menor cosa y el menor pase mandado a Bilbao el señor marqués de tonio Millán Carnicerito de Ube- que merezca un comentario, so pena de Domecq. A las ferias de Bilbao de antaño repetir siempre el mismo. ¿Cómo variar el da y Juan José. venían muchas como ésta. Temían los tocomentario, si los toreros no varían su forBilbao 18. (Crónica telefónica de nuestro ma de torear? Esto es absolutamente imreros a la feria de Bilbao. Ya no vienen, porque ya no las hay. El señor marqués de crítico taurino, enviado especial. He vis- posible, sólo hay un medio: Dejarse aluto ocho corridas en la Semana Grande de cinar. Y esto no entra en mis cálculos. Domecq tenía una, y los viejos aficionados hemos vuelto a percibir la emoción del San Sebastián. El que haya tenido pacien- Respeto las opiniones de los demás. Digo toro. Los toreros han estado mal. A mí me cia para leer mis crónicas sabrá que de las lo que veo. Mis ojos y mi juicio pueden ha importado un pitóte. MI apetencia (que ocho, tan sólo una mereció la pena de ver- estar equivocados. Me aplico a encontrar debería ser la general apetencia de los pú- la y escribirla. No es por ponerme moños, asidero donde apoyarme para realzar lo sabe el trabajo que cuesta blicas) es ver corridas de toros. ¿Que los pero nadie vulgar, elevado al cubo, deco- bueno. Se suceden corridas aquí y allá. Se la toreros están bien con ellas? Miel sobre ho- mentar lo Los toreros no hacen nada más ovacionan casi todas las faenas. Se concemonotonía. juelas. ¿Que están mal? Me basta y me que repetir una sola faena. Rarísima vez den orejas y más orejas: ¿Mi ceguera es sobra con la presencia en la plaza de una se salen de ella. El que tiene una. cualidad tanta y tan espesa que no distingo lo buecorrida de toros. Y esto es lo que me ha la exhibe sin ninguna variación, y al cabo no de lo malo? En algún momento vacilo: ¿Estaré ofuscado con un criterio demasiapasado hoy, que la corrida ha transcurrido de unas cuantas corridas termina por pa- do exigente? Mi vacilación termina cuanen un soplo y que ni en un solo momento recemos un defecto. De los verdaderos de- do de pronto surge algo que se alza sobre he sentido el tedio de la rutina, el aburri- fectos no hablemos. No nos perdonan ni la vulgaridad, la rutina, la monotonía. miento de la monotonía. Los toreros esta- uno, y por si esto fuera poco, pretenden ¡Eso bueno, cabe duda! Y, ban a la defensiva. Los toros, no. Los toros que los tomemos, por refinadas excelencias. to, elespúblico no aplaude. ¡Ay! en efec- lo pero lo pelearon, no se doblegaron hasta el mismo Una corrida de toros de las de ahora viene aplaude con menos entusiasmo que lo malo. (instante de morir. Y no se doblegaron á ser como la representación no de un Perdóneseme este desahogo que me ha no porque fueran indomables, sino portjue drama, sino de una comedia. Muy bien. salido del alma, pero pónganse ustedes en los toreros no supieron dominarlos. Si lle- Vemos la comedia y la comentamos cada mi lugar. ¿Qué decir de una corrida en gan a lograrlo hubiéramos asistido a una cual como su cacumen le da a entender. la que no ha habido nada de notable? corrida memorable. Aun así y todo, para Los críticos teatrales publican su juicio, y ¿Repetir lo ya dicho Infinidad de veces? mí, lo ha sido; y por ello mi felicitación ya no vuelven a ocuparse de la tal come- No me siento con fuerzas. Aspiro a enal señor marqués de Domecq, el cual quizá dia. ¿Qué pasaría si estuvieran obligados tretener a mis lectores, no a enfadarlos con preferiría recibir las felicitaciones de los durante ocho o diez o quince días a mani- la misma rutina y monotonía que critico. toreros. Lo comprendo. Pero los toreros festar su parecer acerca de la misma co- ¿De qué hablar entonces? triunfan casi todas las tardes con los ga- media? No admito la objeción de que la tos y los borregos. Alguna vez tenían que comiparainza no es pertinente, porque la triunfar los toros. Alguna vez teníamos que corrida, esto es, el argumento, el diálogo del toro y el torero, pueden ser idénticos, ver una corrida de toros. Pues voy a hablar de algo verdaderapero la interpretación varía. Cada tarde se mente singular, de un presidente que no lidian unos toros y torean unos toreros recibe órdenes. Aquí no pecó. Puedo echar distintos a los del día anterior. Apelo al al vuelo las campanas del elogio. Allá va De los seis que salieron por los toriles testimonio de los aficionados conscientes. la alabanza de un presidente que ha cumel primeío fue él toro ideal, porque a su Los toreros son como gotas de agua clara, plido con su deber. El primer toro, nada trapío, fiereza, casta, raza y genio unía lo y los toros, como gotas de agua negra. más tomar una vara, dobla sus manos en postueño de su condición, la bondad de su Sólo contadísimos toreros y toros se di- señal inequívoca dé su condición borreguil. temperamento. Miguelín le cortó una ore- ferencian los unos de los otros. Añádase Me malicio que el presidente advirtió a los ja. Triste oreja, no granada con la faena que a esto que los públicos también son inva- toreros que no toleraría sus órdenes de pedía la nobleza del toro y que se dividió en riables en su mecanismo. Aplauden y pi- cambiar de tercio, y me lo malicié porque dos partes; la primera de toreo serio. Los den orejas lo mismo en el Norte que en el Fuentes, que, naturalmente, vio que el toro pases de Miguelín fueron buenos, pero Sur, en el Este como en el Oeste. Con lupa era un borrego, no se quitó la montera. El dado el toro tuvieron que ser buenísimos y tengo que buscar un motivo para aga- presidente, por su cuenta, cambia el tercio. El borrego se cayó tres veces en el ni mucho menos alcanzaron lo superlativo. rrarme a él y sacarle punta. Fueron de los corrientes, por debajo de la La corrida de hoy en Bilbao ha sido primer tercio y otras tres en el último. bondad del toro. La segunda parte, que fue exacta a las siete soportadas en San Se- ¿Qué podía hacer Fuentes con aquella ca- A DE TOROS UN PRESIDENTE QUE NO RECIBE ORDENES