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ABC MADRID 13-08-1969 página 79
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Descripción

Creemos que éste es un principio casi axiomático, aunque noy, por razones fáciles de entender, tehaya relegado desdeñosamente al olvido. Sin embargo, la razón de ello- tiene un fundamento científico. Ceden la palabra- al ilustre veterinario Cesáreo Saos La respuesta del animal frente al estímulo nuevo varía eco. el grado de vivacidad cerebral, con el temperamento. Durante el toreo todo es instintivo, na dicho acertadamente Belmente; en él toro, mucho más; en el toro, la imagen del estímulo es solo ana representación que desencadena el sistema motor y pone- i movimiento todo el mecanismo para alejar el obstáculo ne molesta y amedrenta su libertad. (El toro, al cambiar de medio, encerrado en la plaza, sufre modificaciones en la vida íntima, las reacciones primitivas, un producto instantáneo e inmediata de las actividades nerviosas en su equilibrio normal, cambian y adquieren manifestaciones originales En la plaza, el toro exterioriza reacciones individuales, cada toro tiene un lidia diferente tes reacciones individuales no son rigurosarceate; ordinales, se desarrollan dentro del cuadro de te especie, sosieexpresiones puramente tónicas del temperamento. Sabemos qué las modalidades constitacionaies varían la intensidad afectiva de un a otro animal y son. 9 a clave de todas las reacciones y base de los características individuales... Sos toros durante ia üdia son individualidades distintas; los miamos impulsos y con idéntica actuación son capaces de provocar verdaderas descargas motoras rítmicas o fuertes sacudidas rudas, impetuosas, que nacen muy variable la lidia, blanda en un caso y peligrosa en el Pues s: cada toro tiene sa lidia. Pero lo curioso es que todos los toreros tiene una misma y única mandra de (lidiar. Y ello, incluso con independencia de las cualidades del animal, de sus reacciones frente a los, estfenulos extemos. Y es que se torea pensando en el torero, y no en el toro, como debiera ser. GEOMETRÍA DE TOREO Ortega y Gasset se complace en poner de relieve los valoras estéti- eos del toreo. Y del mismo modo insiste en los versos de Zorrilla- el diestro es la vertical; el toro, la horizontal -para referirse a la geometría del toreo. En su Borrador del epílogo para Bcmingo Ortega escribió lo siguiente: Constituyen (toro y torero) lo que los matemáticos llaman un grupo de transformación y lo asi llamado es tema de una de las disciplinas mas abstrusas y fundamentales de la ciencia matemática. Y come es sabido que la geometría reclama en sus cultivadores una peculiarísima dote nativa para la intuición de las relaciones espaciales, ello acontece también con la geometría del toreo. Sólo que ésta es una geometría actuada, aun en el caso insólito de esta conferencia que busca la formulación teórica de lo que antes se ejecutó. En la terminología taurina, en vas de espacios y sistemas de puntos, se habla, da terrenos y esta intuición de los terrenos- -el del toro y el del torero- -es el don congénito y básico que el gran torero trae al ¡mundo. Merced a él sabe estar siempre en su sitio, porque ha anticipado infaliblemente el sitio que va a ocupar el animal. Todo lo demás, aun siendo importante, es secundario: valor, gracia, agilidad de músculo. JS 1 esfuerzo y un continuado ejercicio permiten que quien carece de ese don llegue a aprender algunos rudimentos de la ciencia de los terrenos y consiga realizar, sin ser atrepellado, algunas suertes gruesas como los capotazos de los peones. Pero el toro auténtico y- pleno presupone ineludiblemente aquella extraña inspiración cinemática que es, a mi juicio, el más sustantivo talento del gran torero. Por eso la excelencia de éste aperece inmediatamente desde sus primeras actuaciones. Tampoco el torero se hace, sino que nace. La geetnetría del toreo se centra en el conocimiento o intuición de los terrenos de toro y torero. Pero pocos toreros de hoy dominan esta ciencia; los más, a lo sumo, han llegado a aprender algunos rudimentos y ello les basta para ejecutar suertes gruesas perc no el toreo auténtico y pleno. EL ARTICULÓ 89 En el Reglamento taurino este artículo consagra la libertad de contratación de las Empresas. Dice así, textualmente: Las Empresas tienen absoluta libertad, dentro da las condiciones reglamentarias, para la adquisición de reses, caballos, monturas, puyas, banderillas y demás elementos que se utilizan en las corridas, sin que ni los lidiadores ni les ganaderos, por sí o en nombre de las organizaciones que representen, puedan exigir a aquéllas que las reses sean adquiridas de ganadería o entidad determinada ni imponer que los otros materiales ¡para 4 a lidia sean facilitados por contratistas o constructores designados por ellos. La Empresa que nc hiciera uso de esta facultad y con posterioridad culpara de sus deficiencias o las atribuyese a imposiciones ajenas, será sancionada con multa de cinco mil pesetas. Ciertamente el recto ejercicio de esta libertad, reconocida oficialmente, contribuiría a sanear el turbio ambiente que rodea a la fiesta nacional. Desaparecerían, sin duda, las nefastas imposiciones de determinados diestros y las contrataciones llevarían el sallo y 1 a garantía de la legitimidad. Félix Campos Carranza, al comentar este artículo del Reglamento, recuerda la firme actitud de don Indalecio Mosquera, que fue empresario de la plaza de Madnd y no se plagó a las exigencias de Ricardo Torres Bombita Dos años duró la ruptura, que perjudicó considerablemente el crédito artístico de Bombita avisante durante esas temporadas del coso madrileño. Cedió el torero y volvió a Madrid, pero el público le recibió con indiferencia, casi olvidado de él, habituado a no verle. Creemos, de verdad, que en esta pugna, si está apoyada en justas razones, es el torero el que más pierde, aunque sólo sea. por el grave riesgo que corre, de caer en. el olvido y la indiferencia, cerno sucedió hace más de medio siglo con el diestro de Tomares.

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