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ABC MADRID 08-08-1969 página 41
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ABC MADRID 08-08-1969 página 41

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. V I E R N E S 8 DE A G O S T O DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 41. EL CRÉDITO BANCARIO Y SU EVOLUCIÓN Al finalizar el mes de mayo ascendía a 776.125 millones de pesetas, con un aumento del 20,21 por 100 con relación a 1968 LA CARTERA DE EFECTOS SUPONÍA EL 69,19 POR 100 DEL TOTAL DEL CRÉDITO BANCARIO DISPUESTO Madrid. (De nuestra Redacción. El total dispuesto del crédito bancario al finalizar el pasado mayo, últimas cifras disponibles según el Banco de España, ascendía a 776.125 millones de pesetas. Ello ha supuesto en solo un mes un aumento de 17.576 millones de pesetas, lo que representa el mayor incremento mensual, en términos absolutos, de los cinco meses considerados del presente año. El crédito bancario, como ya es sabido, se compone de la cartera de efectos y de los créditos, alcanzando la primera de ellas, a 31 de mayo, una cifra de 537.016 millones de pesetas, lo que supone el 69,19 por 100 del total, correspondiendo los 239.109 millones de pesetas restantes a los créditos dispuestos. La cartera de efectos ha aumentado en el mes de mayo en 13.268 millones de pesetas, mientras que el incremento experimentado por los créditos dispuestos ha sido solamente de 4.308 millones de pesetas, cifra que, a pesar de ello resulta la máxima de aumento intermensual. Dentro de la cartera de efectos, la distribución en ordinarios y especiales era, al finalizar el pasado mes de mayo, la siguiente: CARTERA DE EFECTOS 31 de mayo) Millones de pesetas Efectos ordinarios Efectos especiales Total 497. T 68 39.258 537.016 AffiE DE LA CíUAE CARTAS MARCADAS Cuando se trata de temas económicos y, más concretamente, de política económica, es necesario superar las fachadas abstractas sf de verdad se pretende construir algo positivo. El experto que no sabe aconsejar otra receta, para enfrentarse al alza de los precios, que la congelación de los salarios, bien poco aporta. La cirugía como norma terapéutica general es una barbaridad. Al igual que lo es la congelación de salarios como exclusivo Instrumento de la política económica. Las experiencias españolas de estos últimos años permiten deducir algunas conclusiones que tal vez resulten de orden práctico. Si permitimos que los chisporroteos ínflacíonistas se conviertan en hoguera, no podremos apagarla más que a costa de una recesión. Como el precio es caro e impolítico, se impone un gran cuidado en las medidas preventivas. La más cómoda y sencilla es mantener acogotados los salarios para evitar la expansión del consumo. Solución de fuerte desgaste político, injusta, antisocial y anticristiana. Dado que la inflación es un proceso monetario, a nadie extrañaría que la política monetaria tenga algo que decir. No debe dar, sin embargo, muchos gritos, pues la gran vinculación de nuestras inversiones empresariales al crédito bancario no hace fácil ni atinar con la dosificación, ni lograr una rectificación suave. De ahí, el carrusel de pronunciadas subidas y bajadas que ha caracterizado recientes etapas de nuestra vida económica. ¿Qué hacer, entonces? Extremar la vigilancia y actuar con celeridad cuando se está m tiempo, es decir, apenas se aiísban los chisporroteos. Para ello, eso sí, te requiere un instrumental de gran eficacia, tanto para la delectación como para las maniobras de i- eajuste. Esta mayor capacidad de intervención, al acentuar la sensibilización del cuerpo económico ante el timón de la política monetaria, es, al parecer, el objetivo pretendido por el Ministerio de Hacienda y el Banco de España. Ahora, con un coste de la vida, cuyos componentes, en un porcentaje sustancial, están regulados por el Estado; con una congelación de salarios establecida por el Boletín Oficiíd y con un control del cambio exterior, nuestra economía muestra un atractivo aspecto, pero en el fondo confesemos nos preocupa el hecho de que, en buena parte, continuamos jugando con las cartas marcadas, ante el temor de cualquiel envite coyuntura! No podemos hacer otra cosa, y el horizonte, ciertamente, se nos despeja de manera progresiva. Sin embargo, conviene recordar, de cuando en cuando, algunas realidades para no olvidarnos de nuestra verdadera situación económica. -Nemesio FERNANDEZ- CUESTA. Los efectos ordinarios han representado, pues, el 92,69 por 100 del total de la cartera y, a su vez, el 64,13 por 100 del total de crédito bancario, siendo, por tanto, su máximo componente. El incremento experimentado por estos efectos durante maya último ha sido de 9.849 millones de pesetas. Por su parte, los efectos especiales totalizaban 39.258 millones de pesetas, es decir, el 7,31 por 100 del total de la cartera. En los créditos, dispuestos, los deudores alcanzaron, al finalizar mayo, la cifra Se 171.770 millones de pesetas, lo que equivale al 71,84 por 100 de aquellos créditos y, a su vez, el 22,13 por 100 del crédito bancario total. Los deudores varios a la vista se elevaron a 39.085 millones de pesetas (el 16,35 por 100 de los créditos) y los deudores con garantía real, los restantes 28.254 millones de pesetas (el 11,81 por 100 de los créditos dispuestos) EVOLUCIÓN DEL CRÉDITO BANCARIO Las cifras alcanzadas por el total dispuesto del crédito bancario, a 31 de mayo, en los tres últimos años, fueron las siguientes: CRÉDITO BANCARIO (a 31 de mayo) Millones de pesetas 1967 i 1968 1969 57241 T 645.617 776.125 Comparadas estas cifras entre sí, se observa que en 1968 se superó el crédito bancario en un 12,85 por 100 con relación al anterior, mientras que en el presente año suponía un incremento del 20,21 por 100. Por tanto, se aprecia un sensible aumento en el ritmo progresivo. Si se hubieran comparado las cifras de 31 de mayo de estos tres últimos años con las de cierre del ejercicio inmediato anterior, se aprecia que el aumento experimentado en los cinco primeros meses de 1967 fue del 3,44 por 100, para bajar al 2,32 en 1968 y situarse, por último, en el 5,61 por 100 en el período enero- mayo de este año. Así, pues, el mayor aumento correspondió a 1969, en forma muy destacada. De considerarse los incrementos en términos absolutos, también se daría el mismo caso, ya que en el periodo enero- csayo de 1969 fue de 41.206 millones de pesetas, mientras que en 1967 solamente alcanzó 19.028 miñones. La distribución del crédito bancario, en cartera de efectos y créditos, correspondien-

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