Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 01-08-1969 página 25
ABC MADRID 01-08-1969 página 25
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 01-08-1969 página 25

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página25
Más información

Descripción

A B C VIERNES 1 DE AGOSTO DE 1969. EDICIÓN PE LA MAÑANA. PAC 25. EN ESPAÑA ES VERANO picos, reunión de taurófilos, pues allí están las taquillas de toros. Al principio fue conocida popularmente por la vía del chiquiteo Hoy acaba de abrirse allí una suntuosa sala de fiestas con el supérente título de La belle epoque Con esa sala de fiestas son ya 10 las que funcionan en la ciudad; también hay 16 wyskerias 32 cafeterías, 449 cafésbares y 166 tabernas al estilo antiguo. UN SIGLO LARGO Buen año de centenarios es éste en el que se cumple un siglo del posbarullo revolucionario, repleto de estrenos legislativos bajo la viñeta de la matrona, triangular y sedente, con gorro frigio y espadón al hombro, campeando en la cabecera dé la Gaceta de Madrid. La Gloriosa arremetió en tromba desde 1868 contra todo lo viejo, y, cómo no, en el campo dé la política naval española dejó impronta notable en una guiñada fabulosa de 180 grados. Suprimió de un plumazo el famoso y discutido derecho diferencial de bandera que había sido capaz de levantar una flota mercante de 4.729 barcos con 469.976 toneladas ciscar (que hasta 1872 no llegaron las toneladas moorson de hoy) abrió las puertas a la importación libre de buques y degolló la construcción naval, casera y anticuada. Con esta traca de bombas revolucionarias- que no reales- -llegó la supresión de los aranceles cubanos y del impuesto de descarga en las Antillas, la quinta fie 25.000 hombres para la guerra de los diez años, que empezaba entonces; el empréstito de ocho millones del Banco Español de La Habana, la abolición de la esclavitud, las concesiones telegráficas por cables submarinos y hasta un flamante estreno de reglamento de luces y abordajes. Santander, entonces el único puerto auténticamente trasatlántico en todo él Cantábrico, contaba, además, con una estupenda matrícula y ostentaba en el Norte la hegemonía del tráfico ultramarino, con sus exportaciones harineras y sus tornaviajes de azúcar, cacao y canela. Pero con la llegada de los vientos del 68 las matrículas veleras- -y la de Santander er? i casi exclusivamente de esta clase- -entraron en una paradójica difícil situación. Los armadores de las casas del Muelle- -el más logrado conjuntó arquitectónico europeo, funcional y señorial, del siglo XIX- hechos a la vela y al tráfico colonial antillano, no recibieron de buen grado la invasión europea de los vapores con su aire una carta pastoral anunciando que la. cuestión quedará resuelta, hasta donde pueda alcanzarse, a partir del primero de septiembre, con la creación de 16 nuevas parroquias, que unidas a las 14 existentes; dan un total de treinta. No se trata, advierte, de una simple ordenación jurídico- religiosa, sino de un vasto planteamiento para el logro de las verdaderas comunidades cristianas, a fin de que cada parroquia viva intensamente su propia fe en una acción de caridad, de amor y de liturgia. Algunas de las nuevas parroquias quedarán establecidas en residencias religiosas; otras, de modo provisional, en los bajos de algunos edificios particulares, entre- tanto que se vayan construyendo los nuevos templos y sus dotaciones para los servicios de su apostolado. -J. S. C. nuevo, su nueva técnica económica y comercial y su romántico desvío. Entonces surgió en Santander, en un escritorio del número 16 del muelle la Asociación de Armadores y Consignatarios del Puerto de Santander, que conmemora ya su centenario un poco corrido y que es, con el Círculo de Recreo perediano y constante, la más antigua entidad santanderina supérstite a la vuelta de un siglo. La defensa de los intereses navieros y comerciales de la Sidón Ibera, que cantara don Marcelino, fue el leitmotiv de la Asociación, que mejor puede denominarse así sii objeto social, partitura de un trozo romántico y vivo de la mejor esencia mercantil del Santander decimonónico. Cien a ñ o s construyendo, armando, despachando, consignando y recibiendo barcos que fueron después vapores y que llegaron con el repunte del siglo, superados muchos baches y prejuicios, incompuesta a trozos la política naval y volcada media Montaña en las Aniéricas, a un cénit prodigioso de prosperidad, progreso y riqueza. De entonces acá las cosas del mundo han cambiado de forma radical, y nada digamos de las exigencias del tráfico marítimo y del condicionado económico de las diferentes regiones españolas. Las vueltas del planeta son así de locas y es preciso, a veces, el aceptar situaciones de hecho no siempre legítimas en su origen ni justas en su proceso, pero que ahí están. Cuando cerró por liquidación el Ministerio de Ultramar en 1898, volvieron a ponerse las cosas de espaldas al frente pétreo de las casas del muelle santanderinas y sólo el tesón magnífico de aquella generación mercantil y náutica fue capaz de remontar la crisis y asomar dignamente a los puertos de Europa el pabellón de la matrícula montañesa en nuevas y prósperas compañías anónimas de vapores para el mineral y el tráfico de altura. Desde entonces la batalla, la dura batalla, se mantiene al calor tibio y centenario ya de esta Asociación, que es como un club británico de la City pero más humilde y menos engolado, aunque con el mismo tesón impasible. Del viejo escritorio ya no queda materialmente nada, pero espiritualmente todo. No hay levitas ni sotabarba, ni libras de oro, ni balanzas gigantes colgadas de la viga para los sacos de café. Queda sólo la llama- -osa chispita olímpica, podríamos decir con más propiedad- -y el fairplay Los libros de la partida doble y letra gótica han dejado su sitio al telex y los bergantines habaneros a los bulk- carriers gigantes y rasos como ballenas muertas) o como zapatos. Pero la matrícula, gracias a esa pequeña llama, mantiene un destacado puesto de vanguardia en la flota mercante española, y el puerto va sobre seguro hacia sus propias metas, que no tienen por qué ser las mismas que Vas de sus vecinos ni tan siquiera competidoras de éstos. El humilde club naviero y portuario, infatigable en sus cien años de dura experiencia, sigue cumpliendo su sen- cilla y trascendente misión: transiráte la antorcha del amor a la mar y a los barcos y de la vocación al riesgo del negocio marítimo, al relevo de las generaciones que van sucediéndose una tras otra. Es una cuestión de lealtad al propio destino histórico de un pueblo elegido por el dedo de Dios, en su geografía, para las empresas del mar. -Rafael GONZÁLEZ ECHEGAKAY. ACTIVIDADES DE LA UNIVERSIDAD INTERNACIONAL Por primera vez la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. desarrolla sus actividades con cursos y alumnos propios, dando realidad a los propósitos que el año pasado, al tomar posesión como rector magnífico, dio a conocer el profesor Pérez- Embid. Recientemente en unas declaraciones incidía el vicesecretario, don Mariano SánchezBarba, en tan importante cuestión, que da definitivamente rango científico a esta Universidad y crea el ambiente propicio para la concesión de Facultades permanentes. Al establecerse la condigna diferenciación entre cursos propios y patrocinados, la Universidad santanderina ha consolidado sus fines específicos. Así, por ejemplo, en su programa de este año los cursos de Lengua y Cultura para extranjeros en sus tres niveles, elemental, medio y superior, incluyen uno superior de Filología Hispánica a desarrollar en este mes de agosto; el. de Hispanistas europeos, para abrir la coordinación de las investigaciones sobre aspectos básicos y conseguir un programa metodológico sobre los puntos que la crítica histórica exige como fundamentales para el incremento de la investigación científica; el de Humanidades clásicas; el de Problemas contemporáneos, de denso contenido científico; el de Ciencias biológicas... DIECISEIS NUEVAS PARROQUIAS Es curioso que Santander no tenga en su bibliografía focal ni regional, una historia eclesiail. Todo cuanto existe anda desperdigado y los estudiosos tienen que recurrir al Boletín Oficial de! Obispado y a los periódicos del siglo XIX. Salvamos, claro está, la historia de la creación de- la diócesis, bien compuesta por dos ilustres investigadores, el padre Lodos y don Demetrio Mansilla; pero detrás de estas muy importantes aportaciones iniciales, el investigador tiene que comenzar r or un fenómeno curiosísimo: el del estatismo de las circunscripciones parroquiales en la propia ciudad. Hasta 1857 (Santander poseía entonces 24.000 almas) no existía más parroquia que la de la catedral (más propiamente dicho, del Cristo) y se intentó el primer arreglo que no llegó hasta pasados los diez años, en vísperas de la revolución septembrina, en que el área ciudadana quedó dividida en cinco parroquias para 37.500 almas. Tuvieron que transcurrir sesenta y seis años para desg- ajar la zona del Sardinero de la parroquia de Santa Lucía, 1 naciendo una nueva feligresía. Un paso más en el curso tímido de este proceso, se dio a raíz del incendio de 1941, cuando se creó un nuevo núcleo de población en el barrio de La Albericia. De todas suertes, en el interregno, hasta que el obispo Eguino Treeu inició los trabajos para una racional distribución, con el establecimiento de nuevas sedes parroquiales, de la, naturalmente, creciente población, sucedía que la de Santa Lucía tenía que atender nada menos que a 45.000 feligreses y Consolación a 50.000. El problema era sencillamente pavoroso para una acción pastoral y parroquial eficiente. El obispo monseñor Cirarda acaba de dar OCASIÓN Ático gran lujo, calle Ayala, 175 m 2 habitables, más 90 m 2 terrazas y gran trastero, 3.000.000 ptas. Señor BARRIENTOS. Tel. 231 53 07

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.