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ABC MADRID 27-07-1969 página 13
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ABC MADRID 27-07-1969 página 13

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MADRID, D O M I N G O 27 DE JULIO DE 1969- NUM. 19.766 CUATRO PESETAS W a s h i n g t o n 26. (Crónica de nuestro corresponsal, por telex Este país presenció anoche en sus pantallas de televisión la escena mas increíble de su historia nacional: un j o v e n político, la gran promesa en los rangos del partido demócrata, confesando sombríamente que en la noche del viernes al sábado de la pasada semana, durante nueve agónicas horas, vivió atormentado por el dolor, el miedo, la duda, la tortura, el pánico, la confusión y la extenuación preguntándose en su angustia si no hay una horrible maldición sobre todos los Kennedy Costaba creer lo q u e escuchaban los oídos. Quien hablaba, DIRECTOR: TORCUATO LUCA DE TENA. DEPOSITO LEGAL: M- 13- 1958- 80 PAGS. ABC EN WASHINGTON h a b í a una mujer, Mary Jo, de veintinueve a ñ o s kennedista entusiasta, ex secretaria de su hermanó Kobert. Edward dijo anoche que por su mente pasaron esperanzas de que, acaso, de algún modo, en alguna parte, M a r y Jo se habría salvado las aguas. Al referirse a su comportamiento después del accidente, dijo: deEl senador y sus Mi fallo en informar a las autoridades en aquella situación es dos amigos, según la versión de Edward, indefendible trataron de salvarla, fútilmente. Cómo no se le ocurrió a ninguno de ellos pedir socorro, llamar a la Policía, pedir un coche grúa que rescatara de las aguas el automóvil siniestrado, El Washington Post señala que e! senador no contestó a todas las pre- tumba de a c e r o de una joven mujer alio- guntas y que sólo actuó en defensa de su posición pública gada? Después de su dramática confesión de con lágrimas en la voz, era el senador por diez horas del accidente, Edward Kenneanoche, Edward Kennedy se preguntó a sí Massachusetts, Edward Kennedy, la joven dy se presenta a la Policía del pueblo para estrella demócrata, heredero de la leyenda, relatar el accidente, cuando ya una señora mismo si el país, sus electores del Estado las ambiciones y las tragedias de sus her- veraneante, que vive en una casa a cin- de Massachusetts, seguirían considerándomanos mayores asesinados: John, el pre- cuenta metros del puente, había llamado le capacitado para representarlos en el Sesidente, y Eobert, el senador, y de amargas telefónicamente para informar que en el nado de Estados Unidos, posición indispensable, en su caso, para una candidatragedias familiares, hermanos y hermanas agua, al iniciarse la bajamar, se veía un tura presidencial en 1972. Pidió que se le muertos; el padre, Joseph, paralítico en coche ruedas arriba en el agua. ayudase a tomar una decisión: la de dimiuna cama; otra hermana en una instituAyer, en el Juzgado de Edgartown, Edción mental para todo el resto de su vida... ward Kennedy se confesó culpable de ha- tir o continuar. Pidió una forma vaga de ¿Qué había sucedido en la vida de Ed- ber abandonado el lugar del accidente sin plebiscito, aun cuando en este país no hay ward Kennedy? Este corresponsal lo con- llamar a las autoridades. Quedan muchas tal mecanismo legal para tal ejercicio de taba en un despacho reciente: una fiesta preguntas incontestadas sobre las circuns- un estado de opinión. En 1970 Kennedy de amigos en un cottage de Massachutiene que presentarse a reelección en su la tragedia, setts, después de una regata de balandros. tancias dese considera pero legabnente la Estado si persiste en su puesto senatorial. conclusa. No hubo El senador y una de sus activistas, la se- situación de la víctima. No hubo interroga- En genera) dentro de Massachusetts, Esautopsia ñorita Mary Jo Kopechne, bonita y entu- torio de los presuntos testigos. No se sabe tado predominantemente demócrata en las siasta, solos en la noche en un automó- -lo que sucedió en la fiesta, ni se han clari- urbes, la opinión parece favorecer la pervil conducido por el senador, que deja a ficado las evidentes disparidades horarias. manencia de Edward en la Alta Cámara. su chófer y ayuda de cámara en el cotta- En la mañana del sábado, después de ha- Como es natural, el alto mando del partige para acompañar a su pasajera al trans- blar con sus abogados, Edward Kennedy do en Washington defiende a Kennedy y bordador que ha de conducirlos a los dos se incorpore cuanto antes SI a la isla de Vineyard, el inexplicado aban- se limitó a entregar una declaración cui- le pide que probable es que, en estas conSenado. dono de la carretera asfaltada y señali- dadosamente redactada al jefe de Policía diciones, Lo Kennedy no dimita, pero las cirzada que conduce al ferry un camino del pueblo, hombre sin malditas las ganas irreversibles, lo de polvo, un camino estrecho y polvorien- de tener un problema con los Kennedy de cunstancias, acaso y años por venir, perseguirán en los días como to, entre cañaverales, que conduce a un Massachusetts. Nadie hizo nada para com- la sombra al cuerpo. La Prensa de hoy es puentecille destartalado dé madera, sin ba- probar los hechos. Por lo menos dos ami- escéptica. No hubo ninguna relación inrandillas ni señales, y el salto del vehículo gos de Kennedy, según confesión del missenador- -5 al agua, a una velocidad excesiva, ruedas mo senador, conocieron el accidente y nin- moral entre nosotros- -dijo el en mi comno hubo influencia alcohólica arriba, a una profundidad de más de dos guno de ellos, ambos abogados, con la ca- portamiento. Hay que aceptar su palabra metros, con fuerte marea, en la oscuridad. beza fría, hizo el menor esfuerzo para noEl senador, según su versión, consigue salir tificar a la autoridad, pedir auxilio, bus- que ninguna autoridad responsable ha tradel vehículo sumergido, donde estuvo a car a un médico. Este extraño silencio per- tado de comprobar. Sin embargo, escribe punto de ahogarse, se tira varias veces al sistió hasta pasadas las nueve de la ma- hoy en un editorial uno de los diarios mas kennedistas iel país, el Washington Post agua, tratando de salvar a su pasajera, nada del día siguiente, sábado. Kennedy, sobre no haber contestado anoabandona, exhausto, se tiende en la orilla Mí fallo en informar a las autoridades che a todas las preguntas alrededor de su y por fin se incorpora, regresa a pie al en aquella situación es Indefendible dijo cottage de la fiesta, pide a dos de sus anoche Edward Kennedy en su declara- trágico accidente, planteó una situación íntimos amigos- -ambos abogados- -que le ción televisada. Lo es. Dentro del coche de hombre público maniobrando para defender su posición política... Llevé su proacompañen a la escena del siniestro y traten de sacar del coche a Mary Jo, tarea II blema, a un electorado que con toda proi i mu mi evidentemente imposible, sin ayuda, en babilidad dará un veredicto favorable- -Él las condiciones del vehículo, volcado y so- ¿Qué flores se plantan ahora? senador plantea su conducta personal cometido a la presión de la marea. Para crumo una cuestión política ante las gentes zar de una isla a otra hay un transborda- El nuevo folleto litografiado a todo color de su Estado... dor. Este deja de operar a las doce de la Flores para sembrar o plantar entre juLo que sucedió en la noche del viernes al noche. Cuando Edward Kennedy llega y se lio y septiembre ilustra más de 70 flores da cuenta de que el transbordador ha de- para esta época: alhelíes, antirrino, anto- sábado pasados, calificado por el mismo jado de funcionar- -su versión- impulsi- liza, azucena, calceolaria, caléndula, cala, protagonista, no sostendrá las evidentes vamente se tira al agua y cruza el canal a capuchino, cineraria, delfinios, escabiosa, aspiraciones del benjamín de los Kennedy nado para llegar, extenuado, andando, a la estrella de verano, flor de paja, fresias, y sus fuerzas de presión a la presidencia de población de Adgartown, entrar en su ho- guisantes de olor, iris de Holanda, iris del la República en 1972. Ha habido ahí el tel, meterse en su habitación y colapsar en Japón, jacinto romano, margarita de los fallo del juicio y el carácter de na homsa cama, para regresar a la mañana si- prados, narciso nádala, nomeolvides, pen- bre ante una terrible crisis personal, y no guiente, llamar por teléfono, en una cabi- samientos, etc. También plantas crasas, va a ser fácil que el país se olvide de la na pública; y no desde el mismo hotel, a su tragedia de la isleta de Massachusetts ni cactus y plantas de interior. abogado de Nueva York, Burke Marshall, da la agonía de dolor, miedo, duda, torCtue resulta, ser el subsecretario de Justicia El folleto señala para cada clase sus ca- tura, pánico, confusión y extenuación altura, cultivo y de la Administración Kennedy, cuando Eo- racterísticas, situación, usted se le enviará confesada anoche en un asombroso exaéppca áé floración. bert era fiscal general d la República. un ejemplar gratis y A compromiso si re- men publico de conciencia por el joven Después de esta llamada, hacia las nueve mite este anuncio a; sin Kanda, i senador, d tercer Kennedy, envuelto en tai ífe la fwga. delfiabaclOti cabo d casi flores Viaducto YaUcarca 2, la flor de laa 1 -e (l i a s ñe su apeUido. -José iMaria Barcelona- 6. DRAMÁTICO ALEGATO DE EDWARD KENNEDY ANTE LAS CÁMARAS DE TELEVISIÓN SOBRE SU FUTURO POLÍTICO PIDIÓ UNA ESPECIE DE PLEBISCITO A LA OPINIÓN Y A LOS ELECTORES DE MASSACHUSETTS luí

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