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ABC MADRID 25-07-1969 página 11
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ABC MADRID 25-07-1969 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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También cabalgan por las cañadas de Cuba y por los llanos de Portugal y hasta por tierras de Dinamarca, y no faltan las cargas heroicas por las ardientes tierras africanas. Entre muchos, escojo sólo unos cuantos nombres: Somosierra, Medellín, Albuera, Talavera, Bailen, Orduña, Villarrobledo, Alcolea, Arcos de la Cantera, Villaviciosa, Montejurra, Trevíño, Arlaban, Almansa, Los Yébenes, Wad- Ras, Tetuán, tíos Castillejos. Por todas partes se batieron con coraje los jinetes españoles llenando de gloria y de laureles a sus estandartes. Y aparece el siglo XX. Los cazadores de Alfonso XII cargan briosamente por tres veces contra la morisma en las lomas de Taxdir. Al frente de la cabalgada heroica, el teniente coronel Cavalcanti ve florecer en su pecho la Cruz Laureada de San Fernando. Raro es el regimiento que no pasa corao expedicionario por Marruecos o no envía algunos de sus escuadrones. Se lucha por todas partes y con la Dictadura viene la paz. Pero negros y sombríos nubarrones se acercan hacia nosotros. Se presagia la tormenta y el huracán político del odio amenaza con la destrucción del Arma. De 30 regimientos existentes en 1931, q u e d a n diez, y muchos jefes y oficiales se ven obligados a retirarse o son perseguidos y vilipendiados. Pero a la hora de la verdad las lanzas y los sables, el emblema del Arma, no sólo se lleva en el cuello, sino en el corazón, y todos los jinetes del Arma saben cumplir con su deber en un 18 de Julio inolvidable y ponen de manifiesto una vez más el patriotismo y sus virtudes militares. Tinos, en Valencia y en Barcelona, sucumben con heroísmo al frente de sus escuadrones. Otros tienen la suerte de contribuir a la victoria en una incansable cabalgada victoriosa por toda España: el Alto dsl Pico, Somosierra, Alto de Los Leones; el Paso del Jarama, Brúñete, Corbalán; el Alfambra, el Ebro, Cataluña... Los que no tienen un lugar en las unidades montadas combaten pie a tierra en las banderas de Falange o en los tercios de Requetés. Muchos, también, por patriotas y por caballeros mueren asesinados en la zona roja sin menoscabo de su honor y de su espíritu militar. 4 ¿Dónde se forjaron los hombres que con su abnegación y conducta ejemplar obligaron tanto al que manda como al que obedece? ¿Dónde se educaron los jefes y oficiales que pusieron el honor por encima de todo y se alistaron en el Arma del sacrificio y de las silenciosas hazañas? En 1850 se cristaliza la vieja aspiración de disponer de un Colegio de Caballería al disolverse el Colegio General Militar (del cual salieron Almirante y Vlllamartín) En la Castilla de santos y guerreros. En la Castilla que face los hombres y los gasta se instala definitivamente en 1851 la Academia de Caballería, que ve salir en 1853 los primeros 26 oficiales que ven en la lanza el simbólico signo de un pasado heroico y tradicional. En 1915, un incendio fortuito deja calcinada la Academia. Sobre- las ruinas se levanta el actual edificio, que se inaugura el uno de marzo de 1924. En la ceremonia de la colocación de su primera piedra, la Prensa dice: España se concertó en Castilla, Castilla se reunió en Valladolid y Valladolid se vistió de gala para entregarse por completo al Arma de Caballería. En la cuna del Arma se han formado, hasta hoy, casi 5.000 oficiales. En la fachada principal de la Academia, como testimonio ejemplar y como recuerdo perenne, está el monumento de Benlliure levantado como homenaje a los héroes de Alcántara. Intencionadamente he dejado para el final el relato de este hecho de armas que constituye uno de los mayores timbres de gloria del Arma y del Ejército español. ft ft circunstancias nada ventajosas, el regí s, miento de Alcántara 14 de Caballería 1 %o allería cibe la orden de contener aquella peños retirada acosada por los rífenos, que e abrumador número iban arrollando y diez mando los pelotones de soldados, sin man dos y sin moral. Las líneas se habían des moronado: los oficiales, muertos o heridos aquellos soldados sin municiones, sediento (era julio del 21) y con las ropas destro zadas. La cortina de los jinetes no pudí contener la retirada de aquellos grupos de sorganizados, y entonces, entre Dar Driu y el Chaif y Carra Midar, el teniente co ronel don Fernando Primo de Rivera em pieza a cargar con sus escuadrones. Cad ¡carga es una hazaña increíble. La glorii de estos jinetes es imperecedera. Diezma dos, cada grupo de jinetes se rehace y vuel ve a cargar. El heroísmo de estos bravo se multiplica por proteger a la retaguardia de la columna que se retira. Nó- si puede contar el número de Veces que car garon; lo que si se sabe es que las últimas cargas se dan al paso, pues los caballos se desploman agotados. Algunos jine tes, caídas en tierra, malheridos, sa defienden con sus sables de los cabilenos que Jes rematan. Sobre las ardientes tierras africanas quedan pudriéndose al sol 403 cadáveres, el noventa por ciento de aquel glorioso regimiento que se sacrificó por salvar el mayor número de aquellos combatientes que ss retiraban. Otra lauread; que florece sobre el pecho de un héroe Este es el ejemplo que contemplan diariamente los cadetes del Arma. Mañana serán los guías de los escuadrones que en vez de caballos se servirán de vehículos ligeros, carros o helicópteros: pero sus misiones de seguridad y sacrificio serán eternas y estoy seguro que con un fondo de clarines estos futuros oficiales oirán desds las alturas, y sobre sus conciencias, una voz que les impulsará hacia adelante y fortalecerá sus virtudes en todo momento: la voz austera de Santiago y cierra España. José SANS CABALLERO Es en los días trágicos del desastre de Annual. En las horas más tristes de nuestra Historia, en momentos difíciles y en

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