Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 05-07-1969 página 19
ABC MADRID 05-07-1969 página 19
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 05-07-1969 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página19
Más información

Descripción

Los Reyes Don Alfonso XII y Doña Maria Cristina Inauguren la estaolon de Delicias, I 30 de man de TOS Oe La Itustraolón Española y nwrioana ROFUSOS anuncios lo han dicho estos días: desde el uno de julio, la estación de Delicias deja de ser punto de salida y negada de trenes. Muere para el servicio ferroviario esta vieja estación al cabo de cerca de noventa años de haber nacido, y sse origen remoto y el lapso de su actividad bien pueden justificar el dedicarle un recuerdo histórico. Fue más bien una estación tranquila, que sólo a ciertas horas se animaba y lucía, cuando los trenes de Portugal salían o llegaban; porque, aunque modesta, tuvo carácter internacional bajo la Compañía llamada de los ferrocarriles de Madrid a Cáceres y a Portugal. No fue. sin embargo, esta empresa la que la creó, sino la del Madrid a Ciudad Real, cuando el 30 de marzo de 1880 se inauguró solemnemente. Llegan ese día a la nueva estación los Reyes, Don Alfonso XII y Doña María Cristina, acompañados del Gobierno y autoridades. Son las cuatro y media de una tarde en la que ya apunta la primavera, y grande la aglomeración de público en las inmediaciones de la estación. El Gobierno es el segundo de Cánovas, y cinco los ministros que con él acuden. Son recibidos por el Consejo de Administración de la Compañía del Madrid á Ciudad Real, representada por su presidente, el marqués de Cabra, y el director general, que lo era don José Canalejas y Casas, padre de don José Canalejas y Méndez, que, joven aún. figuraba también al servicio de la misma empresa y tan alto había de subir después. Todos los invitados Reyes, Gobierno y autoridades se colocan en el andén de cabeza. Se pronuncian discursos. El marqués de Cabra hace resaltar que el ferrocarril de Ciudad Real a Madrid, con sus ciento setenta y seis kilómetros, se construyó en catorce meses, sin subvención directa del P Estado. El Rey, con fácil palabra, le contesta y habla de la labor creadora d e l ferrocarril, que se extiende por España después de tos desastres de la guerra civil. A continuación, cinco locomotoras, vistosamente engalanadas, avanzan majestuosamente, bajo la alta marquesina, formando un solo frente y llegan a pocos pasos de la Familia Real, sntre vítores y aclamaciones. El acto con ello se da por terminado, entre comentarios laudatorios. Se alaba el edificio, que en aquel momento es el mayor del de las demás estaciones, toda vez que el nuevo de la de Príncipe Pío se está empezando a construir y para el actual de Atocha aún se había de esperar. Dentro de ese mismo año de 1880 se comienza a utilizar la estación, pero no por la propia Compañía constructora, la d e l Madrid a Ciudad Real, que acaba de ser absorbida por la de los de Madrid a Zaragoza y a Alicante, y como ésta contaba con sus amplias vías de Atocha, no necesitaba las de Delicias. Pudo por esto pasar la nueva estación a manos de otra Compañía acabada de crear, la llamada de los ferrocarriles de Madrid a Cáceres y a Portugal, que tenia parte de su red construida y trabajaba en trozos de la que constituyó su principal linea, o sea la del Tajo, que sigue la dirección de este gran rio y pasa por Talavera de la Reina. Navalmoral de la Mata y luego enlaza con la que, desde Cáceres. llega a la frontera portuguesa. Se termina este ferrocarril del Tajo en 1881. y da ocasión a que en el mes de octubre de ese año se solemnice la inauguración de todas las lineas de Madrid a la frontera, con una fiesta que tiene lugar en Cáceres, con la presencia de tos Reyes de ambas naciones: de Don Alfonso Xn, de España, y de Don Luis de Braganza, de Portugal. Se les obsequió con un gran banquete, servido por Lardhy, y a la tarde hubo toros, que la lluvia deslució, malogrando en parte las faenas de Frascuelo, que era uno de tos matadores. Hizo los honores y atendió a los numerosos invitados el que a la sazón era presidente de la Compañía, don Segismundo Moret y Prendergat. Al poco tiempo, otro viaje da Revés hizo hablar también de nuevo ferrocarril. Volvió a utilizarlo Don Alfonso, esta vez con su esposa, la Reina Doña Maria Cristina, y llegaron hasta Lisboa, donde se celebraba una exposición. Fue el 10 de enero de 1882. El ferrocarril se explotaba normalmente, y el tren más rápido tardaba de Madrid a Lisboa veinte horas largas, duración que si ahora nos parece grande impresionaba entonces a los que poco antes habían tenido que viajar en diligencia. En 1888 el servicio mejoró, y de la capital de España a la portuguesa se podía ir en poco más de dieciséis horas, en taren que ya llevaba un pequeño coche- camas. Las mejoras siguieron luego, y la estación de Delicias participando de ellas. Pero llegó la hora del estudio del enlace interior de Madrid, del famoso túnel que rajó la Castellana, según frase del ministro de Obras Públicas que en 1932 ordenó la obra, y se empezó a pensar en el mantenimiento de sólo dos grandes estaciones de viajeros, las de Chamarían y Atocha, dejando olvidada la de Delicias, soñando con que los trenes que de aquellas dos partiesen, de grande y pequeño recorrido, podían hacer escala en el Paseo de Recoletos, sirviénáose de él los viajeros. Con arreglo, sin duda, a estos planes, más nuevos, modifisados, te llega su hora de cese a esta vieja estación de Delicias que con tanta brillantez se inauguró hace cerca de noventa años. Francisco WAIS

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.