ABC MADRID 01-07-1969 página 104
- EdiciónABC, MADRID
- Página104
- Fecha de publicación01/07/1969
- ID0000896704
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y poesía, cada día OSE HERNÁNDEZ José Hernández- -1834- 1886- -es el más grande poeta argentino y el autor de uno de los libros más nuevos escritos en lengua castellana. Su Martín Fierro -medio poema épico, medio novela en verso- -ofrece vana mezcla de momentos de un seco prosaísmo realista y de intuiciones llenas de color e imaginación, como no es habitual en la literatura universal. Oscilando entre la copla de ciego y el poema culto, José Hernández ha escrito un poema realmente universal sobre el munáo y la vida del gaucho. LA VIDA GAUCHO Aguí me pongo a cantas al compás de la vigüela, que al hombre que lo desvela una pena esta- ordinaria, como la ave solitaria Con el cantar se consuela. Pido a los Santos del Cielo que ayuden mi pensamiento, les pido en este momento que voy a cantar mi historia me refresquen la memoria y aclaren mi entendimiento. Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, y cantando he de llegar al pie del Eterno Padre: 3 endé el vientre de mi madre vine a este mundo a cantar. No me hago al lao de la güeya aunque vengan degollando, con los blandos yo soy blando y soy duro con los duros, y ninguno en un apuro me ha visto andar tutubiandoYo no tengo en el amor quien me venga con querellas, como esas aves tan bellas que saltan de rama en rama, yo hago en el trébol mi cama y me cubren las estrellas. Y sepan cuantos escuchan de mis penas el relato, que nunca peleo ni mato sino por necesidá; y qne a tanta alversidá sólo me arrojó ed mal trato. Ninguno me hable de penas porque yo penando vivo; y naide se muestre altivo aunque en el estribo esté, que suele quedarse a pie eJ gaucho más alvertido. Junta espéremela en la vida hasta pa dar y prestar, quien la tiene que pasar entre sufrimiento y llanto; porque nada enseña tanto como el sufrir y el llorar. Viene el hombre ciego al mundo cuartiándolo la esperanza, y a poco andar ya lo alcanzan las desgracias a empujones; ¡la pucha que trae liciones el tiempo con sus mudanzas! Yo he conocido esta tierra en que el paisano vivía y su rancllito tenía y sus hijos y mujer. era una delicia ver cómo pasaba sus días. Entonces... cuando el lucero brillaba en el cielo santo, y los gallos con su canto nos decían que el día llegaba, a la cocina rumbiaba el gaucho... que era un encanto.