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ABC MADRID 29-06-1969 página 153
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ABC MADRID 29-06-1969 página 153

  • EdiciónABC, MADRID
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CIENCIA COMO UNA ESCALERÁ DE CARACOL sus veinticuatro años, el americano Watson era un poco tartamudo. Entrecortando sus palabras comentaba una mañana con sus compañeros de laboratorio: es muy poco probable hacer algo que merezca la pena en Ciencia, después de cumplir los veinticinco años Exagerado sin duda el joven Watson al cerrar de ese modo las esperanzas de treintones y cuarentones, mientras no son raros los personajes que han esperado incluso a la ancianidad para dar su do de pecho. Pero lo cierto es que quien se expresaba así publicó el año siguiente en la revista Ñature un trabajo firmado también por el inglés F. H. C. Crick sobre la estructura molecular del ácido desoxirribonucleico (ADN) y que, por ello, ambos compartían más tarde el premio Nobel de Fisiología y Medicina con otro inglés, M. H. F. Wilkins. Dentro de esa misma década que rebasó el medio siglo, el lanzamiento del primer Sputnik mereció mucha más atención por la Prensa e impresionó mucho más al gran público. Nos atrevemos a afirmarlo: no fue más importante. Como siguen sin serlo estos espectaculares flirteos que doce años después nos traemos con nuestro satélite natural. Mucho menos llamativa, menos accesible para las masas, fue aquella aproximación a la molécula, hasta entonces misteriosa, que sirve de base a la vida en nuestro planeta y a nuestra vida misma. Pero indudablemente abrió también su era, con poco que envidiar en éxitos y en trascendencia a la era espacial, Apolo incluido. La contribución de Watson y Crick a las Ciencias Biológicas, tiene en conjunto bastante más de feliz idea que de trabajo experimental meticuloso y paciente. Pero las bases experimentales habían alcanzado ya la suficiente madurez para permitir uno de esos toques de genialidad que aunan e interpretan hechos dispersos y establecen nuevas y más lejanas fronteras. Otros habían comprobado ya antes que el ADN es un verdadero gigante entre las moléculas, y que su forma es muy alargada, como un hilo. Su existencia constante en los núcleos celulares de todos los organismos vivientes era ya conocida. Su papel rector en la actividad celular, su propiedad de ser depositario de la clave genética, su capacidad para transmitir la misma entre generaciones, eran cosas más que sospechadas y no tardaron en comprobarse a fondo. Otros habían descompuesto ADN por diversos procedimientos y llegado esencialmente a una mezcla de cuatro nucleótidos, moléculas, también orgánicas, pero mucho más sencillas y no lineales. También hubo quien descubrió relaciones entre las cantidades de estos cuatro componentes. Con métodos especiales se observó que el ADN se escindía en dos partes de peso mitad, también alargadas. Willcins estudió los rayos X que salen después de atravesar ADN y dedujo algunas características más de la molécula. Watson y Crick se limitaron prácticamente a atar todos estos cabos y a concebir el ADN como dos cadenas de nucleótidos, muy largas, enrolladas la una en la otra. Ya en 1958 la Expo de Bruselas adornó la entrada de uno de sus pabellones con una airosa columna salomónica de bolas multicolores. Cada bola representaba un átomo. Agrupaciones de 30- 40 bolas eran los nucleótidos, enfrentados por parejas en sentido transversal. El conjunto representa- A no fue el último porque Kornberg ha sido galardonado dos veces por la Academia sueca. Como vemos, la moderna Biología Molecular, se construye al alimón entre noveles y nobeles. La primera vez, Kornberg compartió su premio con nuestro don Severo Ochoa, ese gran español del que tenemos justo derecho a enorgullecemos, pero siempre cuidando de ba, a escala uno cien millones, un corto que sea en una medida no mayor que fragmento de esa molécula con inmensas los genoveses con Cristóbal Colón, si de posibilidades combinatorias que define en verdad hemos de ser sinceros con nosoúltimo término toda la amplísima gama tros mismos. de seres vivientes. Para mencionar siquiera a muy granLa clave genética viene realmente de- des rasgos algo sobre el trabajo de Ochoa, terminada por el orden de los nucleóti- debo dar un pequeño rodeo y empezar dos en una sola de las cadenas que se por confesar que antes mentí ligeramenenrollan. La otra cadena también está te o al menos no dije toda la verdad. Pero formada por nucleótidos, pero no es exac- las reglas no quedan suficientemente destamente igual a la primera. Valga decir tacadas si desde el primer momento se que es como su negativo; no añade in- las impregna con sus excepciones. No toformación nueva a la clave, pero puede dos los seres vivos contienen ADN. Alreconstruirla en un momento dado. Uno gunos virus muy sencillos carecen de él, de los atractivos mayores del modelo de poseyendo en su lugar otro compuesto Watson y Crick radica precisamente en muy p a r e c i d o el ácido ribonucleico que explica a satisfacción cómo el ADN (ARN) Se dice que los primeros balbudesdobla su propia entidad y fabrica dos ceos, las primeras pruebas de vida en moléculas equivalentes. Hasta entonces la tierra, se hicieron con ARN. Cuando, había sido este un punto oscuro, pues posteriormente, se inventó 1 ADN fue resultaba difícil concebir la hechura de pronto adoptado por sus mejores condiciones para la misión de albergar la clave genética, y en él se EL HUMOR DE GORDILLO basó toda la evolución posterior. Además de persistir en unos cuántos virus, reliquia de pasados remotos, el ARN encontró una función completamente importante que cumplir en los demás seres, y gracias a esto ha l l e g a d o a nuestros días con todos los honores. En las actuales células vivas, el ARN se encarga de transmitir la información genética desde el núcleo al resto del plasma celular. La primera síntesis de ARN en el tubo de ensayo, debida a SIN PALABRAS Ochoa, abrió el camino para comprenuna molécula capaz de automultiplicarse. der cómo la clave del ADN nuclear se El procedimiento resulta ser de una asom- expresa y define en los caracteres que exbrosa sencillez. Las dos cadenas se des- hiben los organismos. El ARN es como el enrollan y separan. Cada una recoge mensajero o enlace que transmite instrucnucleótidos sueltos del ambiente nuclear ciones, planos y esquemas desde las ofiy se los adiciona ordenadamente hasta cinas centrales, para que funcione e s e completar de nuevo la doble estructura. complejo fabril diminuto y enormemenEl positivo construirá así su negativo, y te activo que es la célula. el negativo su positivo. Como resultado, A principios de este año circuló por donde antes había una sola molécula aho- las revistas científicas una borrosa placa ra habrá dos. La clave genética ha for- conseguida con microscopio electrónico mado una copia fiel de sí misma. y ampliada después fotográficamente hasLa duplicación del ADN es una de las ta siete millones de aumentos. Se trataba operaciones básicas de la actividad vital, de un poquito de ADN. Un fotógrafo la versión más simple y elemental del profesional, con las manos en su cabeza, creced y multiplicaos La célula que calificaría el trabajo de auténtico churro. se encuentra con doble cantidad de ADN, Y no andaría descaminado, porque los acaba normalmente dividiéndose en dos. churros cuando salen un poco retorcidos El aumento del número de células es un tienen ese aspecto. La forma de trenza, primer paso en el desarrollo y reproduc- de doble hélice, de columna salomónica o ción de plantas y animales. Fue Korn- de escalera de caracol que predijeran Watberg quien primero consiguió sintetizar son y Crick, se apreciaba perfectamente ADN en un tubo de ensayo. Naturalmen- por primera vez. Pero en verdad no le te, hubo de añadir nucleótidos como ma- chocó a nadie. Igual que no nos choca teria prima y, además, una enzima que comprobar que España desde los satélilos reuniera, una molécula que propor- tes meteorológicos muestra el mismo concionara energía, y un poco de ADN ya torno que- tenía en nuestros Atlas escohecho para que sirviese de molde. Esta lares. consecución le valió su primer Nobel, que César GOMEZ- CAMPO CIENCIA 37

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