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ABC MADRID 29-06-1969 página 149
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ABC MADRID 29-06-1969 página 149

  • EdiciónABC, MADRID
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A la izquierda, ios doctores Serrano Cabanas y López de la Garma. A la derecha, don Manuel Aparicio Garoinuño, experto camionero, con dolorosas lesiones, y, abajo, don Enrique Pérez de la Serna, a quien un gravísimo accidente le estropeó las vacaciones del pasado año. rrió en una fracción de segundo. De pronto, mi automóvil recibió un golpe tan tremendo del lado izquierdo, que salió despedido varios metros. A los ocupantes del taxi no les ocurrió nada; yo, en cambio, que viajaba solo, sufrí fractura de bazo, fisura de hígado y rotura de siete costillas. Cuando me trasladaron a La Paz había perdido cuatro litros y medio de sangre. Vivo de milagro. Estuve cuatro días entre la vida y la muerte. Y todo por llegar un poco antes a mi destino. El señor Pérez de la Serna, que tiene cinco hijos y es director del colegio De la Serna y para atender a su trabajo le es indispensable el automóvil, no ha sufrido un solo roce en su vehículo, a pesar de que diariamente hace unos cien kilómetros. El me lo explicaba de esta forma: -Sé que cada vez que me siento al volante me juevo la vida, como tantos cientos de miles de automovilistas, y tengo una responsabilidad inmersa, porque sé que de mí dependen seis personas y quizá alguna vida. Cuando uno ha estado al borde de la muerte por culpa de un accidente que, amén de costarme medio millón de pesetas, me destrozó el veraneo, saca la consecuencia de que los únicos que podemos evitar los accidentes somos nosotros y que es mejor perder un minuto en la vida que la vida en un minuto. Yo aconsejo a los automovilistas que cada vez que vean un automóvil destrozado piensen durante un segundo que pudo ser el suyo. Y ahora que comienzan las vacaciones y las carreteras se pueblan de vehículos, yo pediría que cada uno fuera consciente de su verdadera responsabilidad, porque de lo contrario, en el momento más inesperado, las vacaciones pueden concluir. En una palabra, extremar la prudencia y obedecer a rajatabla las señales de trafico. A mí me pudo costar la vida precisamente el día de mi cumpleaños y el de dos de mis hijos mellizos. que lleva de camionero, está tendido en el lecho del dolor, el brazo derecho amoratado y rojo, colgado de una polea, y una entereza, increíble. Cualquiera diría que este hombre duro y afable, que sufre fractura de escápula y fémur por cuatro sitios, y cinco costillas rotas está a punto de entrar en el quirófano. -Tendré que volver a conducir. ¿Qué quiere? Hay que ganarse el pan. Es como los toreros: te coge una tarde y hay que salir a la siguiente otra vez. La carretera es nuestra profesión. Llega una enfermera, le pregunta por su estado y le pone el termómetro. ...Tanto a los que salen a la carretera por salir, como a los que lo hacemos por obligación, yo les aconsejo que sean conscientes, dueños de sí mismos y de su vehículo. Aun después de muchos años, ya ve lo que ocurre. Toda la prudencia es poca. A uno, después de contemplar las doce camas con otros tantos accidentados, se le arruga la piel. Yo haría obligatoria una visita a un centro de Traumatología a los nuevos conductores. Es posible que se evitaran muchos accidentes. Interviene el doctor Serrano Cabanas: -Los lunes y los sábados son los días que se registran más accidentes. Los días de lluvia, y sobre todo la temporada estival, se nota un aumento considerable de accidentes. -Doctor López de la Garma: ¿cuáles son, a su juicio, las principales causas de los accidentes? -Yo apuntaría, como primera causa, el alcohol. Y me refiero a la fase de optimismo- del conductor después de tomar unas copas. Como segunda, el cambio psicológico de la persona que se sienta al volante. La imprudencia, la inobservancia de las señales de tráfico, etc... Conducir requiere unas facultades normales, un automatismo. Yo creo que debería hacerse un reconocimiento médico más serio al dar el carnet a las personas de edad superior a los cincuenta años. Es muy importante también no precipitarse a la hora de prestar auxilió a un herido en accidente. Las estadísticas internacionales, por ejemplo, demuestran que el 40 por 100 de las lesiones producidas en la espalda en accidente de tráfico son ocasionadas no en el accidente, sino durante el traslado al centro sanitario. José Marta MOREIRO DOS TONELADAS Y MEDIA DE SANGRE EN ATENDER ACCIDENTADOS DURANTE 1968 MANUEL APARICIO: EL Q U E CONDUZCA UN COCHE, QUE SEA CONSCIENTE Y DUEÑO DE SI MISMO Residencia de La Paz. En una de las salas del centro de Traumatología, Manuel Aparicio Garcinuño, natural de Maello (Avila) treinta y dos años, un hijo y más de un millón de kilómetros en ocho años El doctor don Francisco López de la Garma, director del Centro de Traumatología y Rehabilitación de la Ciudad Sanitaria de La Paz, al aue acompaña el doctor don Jesús Serrano Cabanas, jefe clínico de la Sección de Traumatología, nos recibe amablemente en su despacho. -Durante 1968 fueron atendidos en este centro los lesionados de más de cinco mil accidentes de tráfico, correspondiendo el 40,7 por 100 de las víctimas a pasajeros, un 31,9 por 100 a conductores y un 27,3 por 100 a peatones, según el estudio llevado a cabo por el doctor don Lorenzo García. Hay que tener en, cuenta que en esta residencia se atienden más de un 80 por 100 de los lesionados en accidentes de tráfico ocurridos en Madrid y provincia. Diariamente se hacen unas doscientas radiografías a los accidentados de carretera y durante el pasado año se han gastado dos toneladas y media de sangre en transfusión.

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