ABC MADRID 20-06-1969 página 19

Fachada del Palazzo Farnese, donde ocurre el segundo acto de Tosca El C a s t e f Sant Angelo, donde acaece el tercer acto de Tosca TRES ACTOS DE TOSCA suntuoso gabinete, Y toas apurar un sorbo de jerez entona sus looras a la conquista violenta que en las lides amorosas tiene un sabor más fuerte que la entrega meliflua y voluntaria a la luz de la. luna y el son de la guitarra. lia noticia que te da el esbirro Spoletta de que en la villa campestre de Cavaradossi no ha sido hallado César Angelotti fugado de Sant Angelo provoca su cólera, calmándose cuando ss entera que arrestaron al pintor. Con el interrogatorio de éste comienzan. las escenas de alta tensión subrayada por una mímica de la mas expresiva teatralidad. Actitud negativa de Mario; llegada de Floria; tortura a aquel en la cámara vecina; angustia de Tosca; amenazas de Scarpia; confesión de la diva que es maldecida por su amante que canta victoria al enterarse de que la noticia de la derrota de Bonaparte es falsa y que na vencido a Melas. Retirado el pintor desmayado y cubierto de sangre, la deseperada Tosca intenta su salvación en pasajes de cálido metodramatismo que culminan en el Vlsi darte y en los que el barón exige como precio del rescate la entrega amorosa de la cantante a cambio de un salvoconducto para huir a Civitavechia. Convenido asi y y cuando el lascivo sátiro abre sus brazos para recibir a Tosca, ésta le clava en el corazón un cuchillo de postre que sobre la mesa brillaba con las famosas palabras: Questo e 11 baccio di Tosca que con la clásica y macabra escena del crucifijo y las velas sobre el cadáver del verdugo ante el que temblaba toda Roma marcarán el final del acto segundo. Y ya estamos en el famoso Castel Sant Angelo tumba en la antigüedad del emperador Adriano y en el que se refugió el Papa Clemente VII- -que había formado la JUga Clementina contra Carlos V- -cuando el asalto y saqueo de Roma en represalia por las tropas del emperador que- nivpnrifrhft 1 condestable de Barbón. 1 castillo erigido al otro lado del Tibsr era prisión política como la Bastilla de París y a ella había sido conducido Cavaradossi. Cuando se alza el telón al principio del acto tercero, se divisa desde la plataforma de la mole- -en una de cuyas g Tintjig está el pintor detenido- -la cúpula de San Pedro y la silueta de tos palacios vaticanos. Está amaneciendo y la orquesta describe con impresionante belleza esa sensación indefinible del despertar de la ciudad cuando las lucas inciertas de la aurora luchan por desvanecer las últimas sombras nocturnas y se percibe cómo lentamente la vigilia va desplazando al sueño y el día a Uffnoche. XAS campanas de las trescientas iglesias de Roma repican armónicamente. Y el preludio de la cuerda combinada con la canción del pastorcflto sucede el cuarteto de cellos reiterando la melodía que forjó el dúo de amor de tenor y soprano del primer acto. El Adiós a la vida o E lucevan le stelle es, como se sabe, la archifamasa romanza de Mario que precisamente por su fácil popularidad es del máximo peligro para tos cantantes a tos que el público exige mucho. Tras la aparición de la diva con el salvoconducto y los entrañables dúos O Dolci maní y Amaro Sol Perte MTera ü Morir viene la tremebunda escena del fusilamiento precedida por la majestuosa marcha del piquete mandado por el oficial y de nuevo la deseperación de Tosca al percatarse de que el pintor está muerto y la promesa de Scarpia fue un pérfido engaño. Su cadáver se ha vengado. Y mientras se oyen las voces confusas de esbirros y soldados que se han enterado del asesinato de su jefe y se disponen a prender a Ftoria, ésta se lanza al Tiber invocando a Dios para comparecer anta EL Este granguiñolesco final fue cordialmente impugnado por Puccini en su conversación con Victoriano Sardou el Mago de la escena en su casa de Marly cuando el maestro le visitó para recabar su auttí rización de musicar el melodrama. Era materialmente Imposible que dadas las sucesivas plataformas de Sant Angelo y la 4 la, q se ihyiiafw- el TÍO puque diera la diva precipitarse en el mismo. Sardou contrarrestó tos argumentos con vehemencia sacando un mapa antiguo de la Roma de la época y tratando de demostrar lo indemostrable. Porque, topográficamente, esa distancia era insalvable cornopuede apreciarse en el grabado anejo. Cuando el que esto escribe dio por terminada su confrontación artística el sol comenzaba a declinar tras las siete colinas de la ciudad, ilustre madre de pueblos y creadora de razas y civilizaciones y no pudo menos de recordar como en mayode 1936, con ocasión de un grandiosa solemnidad, escuchó a miles y miles de italianos congregados en Piazza Venezzia, entonar, acompañados de múltiples bandas el música, el grandioso himno a Roma compuesto por Giacomo Pucciniya Requerimiento del alcalde príncipe de Colonna: Solé che, sorgi libero é Gioconde sul colle nostro, i tuoi cavalli doma tu non vedrai nessuna cosa al mondo maggior di Roma maggior di Roma Y esta estrofa se repite dos veces como para llamar la atención del sol. ante ese prodigio que es la eterna Roma que ya asombró con su grandeza a Horacio, autorde estos versos. C Federico OLIVAN