ABC MADRID 04-06-1969 página 11

Torres que forman la entrada del Templo en que se supone se celebraba un culto desconocido hace un número indeterminado de siglos. A la derecha la llamada Acrópolis, en lo alto, separado del resto de las misteriosas ruinas. RHODESIA catedrático. Tal encuentro y cena común hubiera sido imposible en cualquier ciudad de África del Sur. Admitimos que la suavización de la separación absoluta de las razas dista bastante de la igualdad política y la social; sin embargo, ya es mucho comparada con las severas leyes sudafricanas, pero sabemos que la naturaleza humana se basa en el descontento, las ilusiones, la violencia, la impaciencia y la demagogia. Zimbabwe es la denominación en que S cristaliza la oposición de los negros que forman gran mayoría en Rhodesia, mucho más que en el país que se extiende al Sur. Si los blancos de Rhodesia se viesen obligados por la presión interior y exterior a suscribir el programa de un hombre, m voto ya podrían despedirse de sus hogares, y en parte también de su mera existencia. Los gobernante rhodesianos hacen lo posible para mejorar la situación económica y cultural de los ciudadanos de color, pero, por la indicada razón, les es imposible aceptar, por ahora, el peligroso principio, que parece razonable visto desde Londres, mas no soportado en el propio país. Lo mismo que los negros rechazan la denominación de Rhodesia, pues afirma los méritos de un político blanco, los caucásicos se niegan a que aquella tierra, hermosa, con excelente clima, haya de transformarse en Zimbabwe. ¿Qué significa esta exótica palabra? Es el nombre de unas ruinas, en el Sureste del país, tirando hacia Mozambique; las ú n i c a s que existen en toda África, con excepción del Norte del Continente, que es en realidad más mediterráneo que típicamente africano. Rhodes las visitó varias veces y nosotros pasamos allí toda una tarde, inolvidable, no tanto por cuestiones de estética como por el misterio que encierra. Nadie sabe todavía, al cabo de muchos siglos, lo más elemental: ¿Quiénes y cuándo construyeron la Acrópolis, el Templo Elíptico, el Valle de las Ruinas; con qué propósito; con qué resultado? Los peritos están tan poco de acuerdo que las fechas que presentan distan en más de dos milenios. Mientras qué algunos ven en Zimbabwe las minas de oro del rey Salomón, otros afirman que no puede ser anterior al siglo XIV o XV. En cuanto a sus constructores se vacila entre semitas, indios y bantúes o negros. El misterio siempre hace que aumente el interés; si el descubridor Adam Renders (en 1868) o Karl Mauch, tres años después, hubiesen resuelto el problema, sabríamos algo definitivo, pero sin el aliciente de lo arcano. ¿Qué significa la denominación? Parece que deriva de las dos palabras bantúes: zimba (casa) y mabgi (piedras) Pero itúr asi, faltaría descubrir todo el resto; por ejemplo, sí el llamado Templo, que no es elíptico, servía realmente de templo; contra quién se defendía la Acrópolis; y tantas otras cuestiones que suelen, encerrar ruinas desconocidas. Andrés REVESZ