ABC MADRID 01-06-1969 página 100
- EdiciónABC, MADRID
- Página100
- Fecha de publicación01/06/1969
- ID0000893063
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y poesía, cada día rió en 1951. Su obra poética popular e intensa- -nacida bajo la sombra de Machado. Lorca y Miguel Hernández- -se reparte en una larga serie de libros: Colmena y poso Llanura La noria del agua muerta Mimbres de pena Ganando el van Poemas de la Cardencha en flor La triloaía del vino Jarais La octava palabra Su lenguaje, juguetón en algunos momentos barroco y contenido en los mejores, alcanza en algunas ocasiones una gran fuerza expresiva. Nació en Valdepeñas con el otoño de 1907 y mu- JUA ALCAIDE NOCHE E vino es negro. Un túnel en la frente y otro en el corazón, para el viaje de la infeliz locura y su equipaje: maleta de delirios solamente. ¡Cuánta estación absurda! Gente y gente. Descompuesta Babel de igual lenguaje. Y una soledad triste bajó el traje, conforme rueda el tren, penosamente. Y el vino viene y va. Se nos apaga los astros más pacíficos. Nos tragan las sombras del misterio desmedido. Por los andenes de las aftas cánidas se ven sufrir nuestras miradas mudas. Luego nos lame Dios... y nos da odvidoV dalias tristes de horas idas iba sembrando el olvido de su existencia marchita. Y en las tardes, como verse que no interesan, rompía su absurdo vagar en una cabalgata de horas frías EL HOMBRE SOLO Se fue su vida una tarda lejos de su misma vida, y él quedó hasta de sí mism ¡o solo: su sombra le huía... La casona era su tumba; y en ella, encerrado, iba tejiendo en un telar negro la soledad de sus días. Siempre solo. Sin amigos, no hallaba una mano amiga ni la enemistad siquiera- -tal su abandono- -le herfo. Le robaba a los ocasos la sangre, con sus pupilas; sobre el tablero del cielo- -la luna por enemiga- jugaba a las damas con las estrellas encendidas y las apagadas- -blancas y negras- ¡siempre perdía! En las mañanas de otoño, cabe la fronda amarilla, crisantemos de cansancio, Murió una tarde de invierno, Caminito blanco arriba se perdió el fúnebre coche; se perdió como una hormiga que llevara a su hormiguero de hielo y polvo una brizna... ¡Aquella tarde, en su muerte, volvió su vida a su vida! AMIGO ABRIL Nada de pena, abril, nada de pena. Tengo el alma transida de Horaarme. Paira samarme, abril, paira samarme, desángrate esa mi sangre, vena a vena. Llena mi copa, abril; mi copa, llena, Tengo el paladar seco de secarme. Paira aromarme, abril, pama aromairmieí tiende tu blanca lluvia por mi arena. Ven, abril; llega, abril; que tengo el homl MSj sin esa mamo amiga que apuntala cuando un muro de fe se viene abajo. Abril, mi amigo abril, ¡préstame un ala! ¿Me da miedo el temor de ser mi escombro, ¡piedra para, el orín y el salivajo.