ABC MADRID 22-05-1969 página 33
- EdiciónABC, MADRID
- Página33
- Fecha de publicación22/05/1969
- ID0000891748
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MIRADO Bartolomé Carranza. Esta es la causa má importante de la Inquisición española, quizá el más famoso de todos los proceso de nuestra Historia. Desde tiempos de Lio rente no ha cesado de acusarse a Valdé de animadversación y crueldad hacia Ca rranza. Nuestro autor examina este tem con especial detenimiento, y comienza se ñalando que como juez indiscuUdo in tervino en esta causa sólo durante una semanas ¿Actuó Valdés movido por la en vidia contra Carranza, que acababa de se nombrado primado? Según Novalin, qu Valdés ambicionara la diócesis de Toledi a sus setenta y cinco años, cargado ya d honores y de dinero, y tocando con la mam la púrpura cardenalicia, nos parece poc ¡probable En cambio considera como po sible la hipótesis de la represalia porqu desde 1553 Carranza había hostigado ei numerosas ocasiones a Valdés: facilitó argumentos a los canónigos de Sevilla contri su prelado, propuso una visita de inspec clon al Arzobispado de Sevilla, cerró la ¡puertas del Santo Oficio a u n (hermano d Valdés, recomendó al rey que tomara poi la violencia dinero de las arcas del inquisidor, le criticó ante el Consejo de Estado, etc. Novalin concluye: si queremos aceptar la hipótesis de desavenencias personales entre Carranza y Valdés, antes de que se iniciara- el famoso proceso, tendremos que reconocer aue Carranza había lanzado la primera piedra Nuestro autoi entiende que el arzobispo de Toledo, si bies no era hereje, se sentía inclinado a transigir con opiniones extremas Y le reprocha insinceridad, excesiva lentitud o prisa según las circunstancias, espíritu intrigante, y numerosos errores de táctica. Y señala que, si bien es cierto que Valdés procesó a Carranza, éste acabó también con Valdés Aunque el inquisidor general nc murió hasta 1568, sus últimos años fueron de escasa actividad y de muy precaria salud. Su última intervención importante fue para apoyar el punto de vista de España en el reanudado Concilio de Trento. Tercero. Juicio de Fernando de Valdés. A lo largo de su obra, Novalin aprovecha muchas oportunidades para valorar al protagonista. La actuación de Valdés en la causa seguida contra su amigo Vergara no le merece a nuestro autor un juicio muy laudatorio pero reconoce que estos procesos no son síntomas de injustificado rigor, ni mucho menos de personales caprichos, sino de fidelidad a las normas inveteradas En las causas de brujería Valdés expresó un parecer benigno Su interyención en los incidentes vallisoletanos demuestran que era por lo general hombre pacifico Carlos, V lo consideraba buen hombre Las cartas de Valdés sobre temas políticos acusan falta de originalidad En la persecución a los moriscos, Valdés representa la benevolencia. En cambio, Novalin acusa al inquisidor de nepotismo y enumera los numerosos familiares a los que protegió y encumbró. Denuncia su manera de proceder lenta su timidez e indecisión La defensa de Valdés frente a las acusaciones de Carranza es pobre, desganada, evasiva He aquí la calificación final que otorga Novalin a su biografiado: colosal figura ds la Reforma católica Por Gonzalo FERNÁNDEZ DE LA NORA EL INQUISIDOR GENEML FRANCISCO DE VALDES De J. L. GONZÁLEZ NOVALIN Ed. Universidad de Oviedo. Oviedo, 1968; 3 S 6 págrs. OSÉ Luis González Novalin, asturiano hubiera deseado Maquiavelo. Según Novade 1929, y hoy profesor del Seminario lin, Valdés pasó a ser uno de los hombres ovetense, defendió su tesis en la Uni- de más confianza del Príncipe En 1553, versidad Gregoriana de Roma sobre el in- Felipe n acepta el plan Valdés para resolquisidor general Fernando de Valdés. Este ver la crisis financiera. En 1546 el Empesu primer libro es la culminación de varios rador, a propuesta de su hijo, eleva a Valaños de búsquedas en torno a uno de los dés al Arzobispado de Sevilla, uno de los protagonistas de la Contrarreforma, un más ricos de España, y. lo nombra inquisinombre discutidisimo que J. A. Llórente y dor general. La corrupción del clero era sus seguidores han presentado como odioso, considerable. Diego Deza ya había immientras que Menéndez Pelayo le atribuyó puesto a todo clérigo la obligación de co la gloria de haber ahogado y extinguido, mulgar tres veces al año, de abandonar a al nacer, el protestantismo en España sus concubinas, de no asistir a los bautis ¿Cuál es el laudo que dicta nuestro autor mos ni matrimonios de sus hijos Valdés, en esta grave controversia? más de una vez en disputa con sus canóPrimero. Los datos biográficos. No se nigos, emprende la reforma de la diócesis. sabe exactamente cuándo nació Fernando de Valdés. Según Novalin, la fecha no puede ponerse mucho más tarde de 1480 probablemente en 1483. Hidalgo por las líneas paterna y materna. Becario y luego rector del Colegio de San Bartolomé, en Salamanca. En 1516 entra al servicio de Cisneros. Entre otros trabajos, le ayuda en la preparación de las construcciones del Colegio de San Ildefonso, que era el embrión de la Universidad Complutense. En 1518 es enviado a Alemania para instruir al recién nombrado arzobispo de Toledo, el cardenal Guillermo de Croy, quien muere antes de emprender el viaje. Valdés aparece entre los testigos del testamento. El Emperador Carlos V le encarga que realice una visita de inspección a Navarra. Cumple eficazmente su difícil labor de intervención financiera. Corre el año 1523, y nuestro protagonista ya es buen amigo de Francisco de los Cobos, el secretario de! Emperador. El año siguiente es nombrado miembro del Consejo de la Inquisición, e interviene en el proceso de Juan de Ver- gara, que había sido su amigo. En 1527 sucede a un tío suyo en el deanazgo hereditario de Oviedo. En octubre de 1529 es consagrado obispo de Elna. Dos meses des- pues es elevado a la diócesis de Orense. En 1523 es promovido al obispado de Oviedo. Acomete la reforma del clero, y se enfrenta reiteradamente con el Cabildo. Manda imprimir el Breviarium ovetense. José Luis González Novalin En 1535, presidente de la Cnancillería de -Valladolid, de la que era funcionario el gran artista Alonso de Berruguete, quien cesó por incumplimiento de sus funciones. Como inquisidor general se enfrenta con En 1539 fue trasladado a la diócesis de su sucesor en la presidencia del Consejo, León, y cinco meses después a Sigüenza. Fernando Niño. Los índices de libros Aquel año fue nombrado presidente del prohibidos son, según nuestro autor, una Consejo Real de Castilla, en donde realizó de las notas características de la época de una importante labor judicial y adminis- Valdés así como la censura de Biblias. trativa, sin abandonar por ello el cuidado En septiembre de 1558 se dicta la pragmáde la diócesis seguntina, que visitó reitera- tica que se llamó Ley de sangre que predamente. Como presidente del Consejo veía incluso la pena de muerte para el llega a una situación tensa con el Regente comercio de libros prohibidos. En 1557 el cardenal Tavera. El secretario Cobos de- Emperador pide- un empréstito y asigna al fiende a Valdés ante el Emperador. Com- A r z o b i s p a d o de Sevilla la cifra de bate a los llamados clérigos molestadores 150.000 ducados. Valdés se resiste, y ante que vivían en Roma y disfrutaban de bene- las fuertes presiones ofrece 50.000, de los ficios en España. Ün cierjto regalismo de cuales sólo una tercera parte en dinero. Valdés le costó el capelo, que estuvo dos Esto significó- su caída en desgracia. Inveces g r a v i t a n d o sobre sus sienes terviene decisivamente en la persecución En 1543 es consejero y amigo de Feli- de los primeros brotes del protestantismo pe II; los otros dos eran Tavera y Cobos. en Castilla. Su acción culmina en el pro Ellos son las cabezas del bando escri- cesamiento de Bartolomé Carranza. Este bía en su instrucción secreta Carlos V a acontecimiento exige párrafo aparte. su hijo. Y añade: los quise juntar porque Segundo. Valdés y Carranza. El inquisino quedásedes solo en m a n o s de uno dellos Lapidaria sentencia que para sí dor general ordeñay la detención del arzobispo de Toledo primado de España, J A pesar de la importancia del personaje, y a pesar de su reiterada aparición en la historiografía, Fernando de Valdés no había sido objeto de una investigación profunda y cabal. A José Luis González Novalin sé debe el primer estudio sistemático y completo sobre el famoso inquisidor (Pasa a la ptg. 6 de Mirador)