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ABC MADRID 21-05-1969 página 81
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ABC MADRID 21-05-1969 página 81

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. M I É R C O L E S 21 DE MAYO DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 63. A B C EN LONDRES NI INGLATERRA HA PEDIDO NINGÚN PRÉSTAMO A ALEMANIA, NI ESTA LO HA OFRECIDO En opCnión del ministro de Finanzas de Bonn, el Mercado Común debe estar abierto a todos los países que quieran ingresar en él Londres 20. (Crónica telefónica de nuestro corresponsal. Dos días ha estado en Londres el ministro alemán de Hacienda, señor Franz Josef Strauss. El representante de Bonn es honrado- por los ingleses con este expresivo tratamiento: El hombre más importante de Europa Algunos le rebajan un poco el rango y le incluyen entre ese pequeño grupo de políticos que gobiernan los asuntos del Continente. En cualquier caso, ha sido recibido como el personaje que tiene las llaves de la caja de caudales del país más rico de este lado del Atlántico. La visita estaba prevista desde hace algún tiempo, pero su llegada a Londres en la actual coyuntura financiera dio alas a toda clase de especulaciones. Por tratarse del ministró de la adinerada República de Bonn, las profecías eran que venía a repartir préstamos y otras clases de mercedes Al parecer no ha sido así, porque cuando salía de celebrar unas entrevistas con Mr. Wilson y con su colega Mr. Jenkis, canciller del Tesoro, dijo el señor Stauss con tono jovial: -No me pidieron ningún préstamo y, por lo tanto, sería considerado como una arrogancia típicamente alemana si mi Gobierno se lo hubiese ofrecido a Inglaterra. Se hablaba de que Londres quería una ayuda financiera equivalente a unos ocho mil cuatrocientos millones de pesetas. La biografía del señor Stauss es repasada minuciosamente en Londres, porque está considerado por algunos como el ángel protector de deutsche- mark y, sobre todo, como el futuro canciller de Alemania occidental. A lo largo de su discurso ante el grupo de la Alianza Atlántica, en una de las salas del Parlamento británico, ha mantenido la tesis fie que el Mercado Común debe estar abierto a todos los países europeos que deseen ingresar en él. Y, por lo tanto, para el Reino Unido, que, a su juicio, debe iniciar el diálogo con carácter inmediato para establecer el procedimiento de las negociaciones. Al final de éstas, se abrirá un período transitorio que llevaría necesariamente a la Gran Bretaña al seno de la Comunidad Europea como miembro de pleno derecho. Con palabras del señor Strauss, ningún político alemán en el uso de sus facultades mentales puede concebir una Europa unida sin Inglaterra. Su idea es que el Mercado Común debe ser la antesala para llegar a la unión política, a una Europa federada. Considera imprescindible que las naciones del Continente se pongan de acuerdo para hablar con una sola voz ante los problemas del mundo y para aliviar la carga defensiva que pesa ahora sobre los hombros y la cartera de Estados Unidos. El primer paso debería ser dado por Francia e Inglaterra, compartiendo sus armas nucleares. Machos ingleses no ocultan la sorpresa ante este apóstol europeísta llegado de las tierras del Rhin. Strauss fue un gran admirador de Estados Unidos. Tuvo amoríos políticos con el gaullismo y siempre ha sido un adversario apasionado del comunismo. Estos ingredientes han bastado a la izquierda alemana y a la de otros países para cocinar la imagen de un Strauss nacionalista, con debilidades sentimentales por los neo- nazis y defensor, de una Alemania poderosa y preparada para sacudirse todas las servidumbres impuestas por la última derrota militar. Como es el auténtico fundador de la Bandeswehr, aquellos detractores tienen abundante material para seguir recargando de tintas siniestras la estampa del señor Strauss. Hace siete años parecía que este dirigente estaba ya en el final de su carrera política. Como Churchill, pasó tiempo en el ostracismo- -después del affaire del semanario Der Spiegel pero su segunda entrada en Bonn ha sido por la puerta grande y a hombros de una creciente popularidad. De joven aspiraba a ser camp ón ciclista, y en sus años de madurez no ha renunciado a ser el primero, pero en otra empresa más trascendente: gobernar al país. Su vida política está bien surtida de contradicciones y de errores, pero tiene a su favor el ser un buen alumno que asimila la lección de sus tropiezos. Ahora, en la conciencia de los alemanes, su efigie está superpuesta en cada billete del Banco Federal de Alemania. Ha introducido orden en las finanzas y, más importante aún, ha encarrilado al país. para avanzar forzosamente hacia otra fase de prosperidad. En Londres se recuer- INVERSIONES EXTRANJERAS La inversión extranjera es un tema polémico. El periodista sabe que siempre es fácil suscitar el interés lomando posición a favor de la xenofobia o la xenofilia. Una vez más nos lo acaba de demostrar la polvareda levantada por un folleto titulado Estudio sobre inversiones extranjeras en España que ha publicado y difundido United Europe Management Consultants Inc. de Ginebra A mi entender, la calificación de estudio a la recopilación de datos que se aportan está desorbitada, pero es indiscutible que la clara sistematización ofrecida por el trabajo comentado ha conseguido remover las tranquilas aguas de nuestro pequeño mundo económico, en el que las alteraciones del franco billete, por ejemplo, parecen- -al menos por su presentación- -una noticia fundamental. La conclusión más importante de los datos facilitados no es otra, a mi juicio, que la fuerte participación de la inversión norteamericana frente a la europea, que reafirma el desafío del otro lado del Atlántico y la endeblez de nuestros vínculos continentales a la hora de una presencia económica eficaz. Que las cifras aportadas sean exactas o no, que la síntesis enumerativa parezca excesivamente superficial, o que las bases comparativas tengan o no una representatividad certera, tal vez sea lo que menos importe de esta publicación, cuya oportunidad a mí me ha parecido excelente. Mientras más información tengamos y más manejemos estas ideas, que en espantoso anglicismo denominaríamos controversiales estaremos más cerca de la posibilidad de una conciencia exacta de su alcance y de sus reales consecuencias. Por eso, el Estudio sobre las inversiones extranjeras en España que ha motivado unas tomas de posición con respecto a los capitales foráneos, nos ha servido de excelente catalizador sobre un problema de claros ribetes políticos. Por mi parte me declaro a favor de la inversión extranjera, lo que no significa la candorosa- entrega de nuestros mejores bocados económicos a la voracidad ajena. Que quede claro. Admito y respeto la tesis contraria, aunque no la comparta, pero lo indefendible son esas medias tintas que tiran piedras y esconden la mano, que invocan una mentalidad aperiurista y luego disfrutan poniendo toda clase de obstáculos. Como los europeístas de boquilla que se alegran y pregonan cualquier traspiés del Mercado Común. Así somos en España, aunque casi siempre nos pasamos y confundimos el aprovechar el capital y la técnica extranjeros con la luz verde para la invasión de nuestro mercado en sectores en que muy poco aportan de interés auténtico. Mucho habría que decir también de la correlación existente entre inversión extranjera y exportación española. No es mal síntoma el de la apetencia exterior, cuando tantos otros países suspiran por atraer capitales de cualquier procedencia. Tema vivo y palpitante que replantea con originalidad e interés la recopilación de datos y observaciones que se nos ha brindado por el trabajo que hoy comento. -Nemesio FERNANDEZ- CUESTA.

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