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ABC MADRID 18-05-1969 página 63
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ABC MADRID 18-05-1969 página 63

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. D O M I N G O 18 DE M A T O DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 49. t P T T AT) 0 SOV. r. l) P A D R POR FRE. NSA E 1 ¿iSOI. A. ANÓNIMA r D N 0 1 U ABClBi de la muier m N te 10 T TO 1 KH M t) f Por MERCEDES FÓRMICA OPINIONES ENCONTRADAS Consuela taber que se ha tocado un problema cuya solución aíecta a muchas personas. La conservación o destrucción de las partidas literales de nacimiento y bautismo de loa hijos adoptivos y la consiguiente ignorancia de su origen por parte del interesado y de la sociedad es uno de ellos. La correspondencia recibida puede clasificarse de la siguiente manera: Padres adoptantes favorables a la destrucción de documentos, 95 por 100. Padres adoptantes inclinados a su conservación por entender que los adoptivos deben conocer la verdad, 5 por 100. Opinión de los técnicos de la materia, 100 por 100 a favor de la verdad y de la conservación. Entre estas últimas destaca por su fuerza moral la contenida en el interesante trabajo del doctor don Joaquín Arce, que verá la luz la semana próxima. Y, finalmente, las formuladas por un hombre y una mujer que vivieron en carne propia las consecuencias del conocimiento de sus orígenes. El espacio limitado de esta página me impide publicar todas Ia 3 cartas favorables a la destrucción de documentos originales. Me limito a los párrafos de aquellas que aportan razones nu vas dentro del enunciado general. DATOS FALSOS. Me consta- -escribe una madre adoptante -que al promultestamento de probar la adopción de su gar la ley de 1958 se intentó equiparar los hijo, con la aportación de la partida lihijos adoptivos a los legítimos. No fue así, teral de nacimiento ignoro las causas, y quedaron igualados a los hijos naturales reconocidos. Resultó Hace cuatro años, y después de humano redimirlos de los apellidos Igleotros nueve de insias, Expósito y otros que antes llevaban, DE HIJOS LE- fructuoso matripero se vudo avanzar mucho más. Mi mavjr 1 1 1 M U o i moflió, mi esporido y yo adoptamos plenamente a dos nisa y yo decidimos ños hace once años, y no creo que haya ADÜPIIVUS p j adoptar un hijo. padres legítimos aue quieran a los suyos Posteriormente hemos tenido dos más, y id d á más que nosotros queremos a los nuestros. ni que decir tiene que no hacemos diferenQue se ocupen mejor de su educación y cias entre ellos y que si alguna diferencia cultura. demostramos es, naturalmente, a favor del En el supuesto que estas criaturas no mayor, ya que fue el que nos hizo sentir sufrieran ningún trauma con el conocipadres y completar nuestro matrimonio. miento de la verdad, ¿qué clase de ventaEste hijo nuestro tiene exactamente los jas podría reportarles el saberla? mismos derechos sociales que sué hermanos: Seguridad Social, Ayuda Familiar, CoMe gustaría rogar a los teóricos y téclegio de Huérfanos, etc. nicos que examinasen con detenimiento los Por ello, mi esposa y yo nos hemos plandocumentos que intentan conservar. Un teado muchas veces la cuestión: ¿para qué elevado número de ellos contienen datos descubrir al niño su origen? Si la familia falsos Para saberlo basta cotejar los inno establece diferencia y la legislación socluidos en las partidas de nacimiento y cial tampoco, ¿qué necesidad hay de inforbautisvw. Y iio me pregunto: ¿qué beneficio moral o psíquico puede recibir ese niño, marle de algo que no le sirve para nada? Y nuestro problema es mayor, pues no se al que se le priva de su verdad -creer trata sólo de informarle a él, sino también padres por naturaleza a los adoptivos- -paa sus dos hermanos. ¿Cómo reaccionará ra entregarle, a cambio, un puñado de falcada uno ante el conocimiento del hecho? sedades? A cada hijo hay que educarle de acuerMEZQUINDAD Y CRUELDAD DE LAS do con su carácter y modo de ser. Es decir, BEYES FISCALES. -En esta sugerencia que a todos no se les puede tratar igual. considero incluida la que hace una simpá- Sin embargo, esta diferencia obligada, tica señora que firma Paz que no produce resquemores entre hijos naprovo En el año 1964- -dice un padre, letra- cidos del mismo matrimonio, puedeconoce do- -adoptamos una niña. La llegada de car complejos cuando uno de ellos esta criatura a nuestro hogar supuso la plenitud de nuestra existencia. Guapilla. extremadamente inteligente, cariñosa, dócil, de una exquisita sensibilidad. Si hubiese sido de nuestra sangre no nos hubiese encarnado mejor. El pensamiento de que algún día conocerá su verdadero estado Lo más moderno en os produce a mi mujer y a mí una angusprendas de punto y tia tremenda. De aquí que propugnemos la reforma de la ley y reglamento del Reprét á poríterfestá en gistro Civil, no sólo para la destrucción de las partidas literales de nacimiento y bautismo, sino tarrfcién para la sustitución por otras también literales con todos los datos de la familia adoptante, como si fuera legítima. Además, como es lógico, de la reforma del Código Civil y leyes tributarias. No es humano que sean las propias leyes las que impongan al padre adoptante la Obligación de ser el verdugo de su hijo adoptivo al tener que revelar su situación si antes no lo hizo, con malicia, otra persona. M articulo 133, número 13, caso 2 de la ey de reforma tributaria establece que las Sucesiones, entre adoptantes y adoptados Buenamente, tributaran por el número 2 Óe la tarifa del Impuesto general de sucesiones. O dicho en lenguaje más llano. BO por 100 de Derechos Reales. Y obligateriadad del padre adoptante al hacer BUL su origen extraordinario. Si se le trata con severidad, puede pensar: Claro, como no soy su hijo. Si con indulgencia, que no nos importa su educación. Y lo mismo pueden pensar sus hermanos. Que la diferencia de t; ato está ocasionada por la diferencia de origen y no por la de los propios caracteres de cada uno. Tengo R O n A a d o p t i v auna hija que ha diecinueve DESHECHA cumplido fácil que se anos. Es case pronto. ¿Qué pasará si al plantear este asunto al novio me la deja plantada? ¿Usted cree que es de justicia hacerle pasar esa pena sin necesidad? Por eso me uno a la petición para que se destruyan las partidas de nacimiento de unos hijos que tanto se quieren y que son más nuestros que de nadie. FT DE QTT F M P T n TODO Mi caso tí Uen es to P O R ENCIMA r KJ xv c i j m i d 0 el dia 20 ael actuad partida de bautismo la tengo arreglada. En bachiller, que son los estudios que ahora cursa mi hija, han servido los certificados extractados de nacimiento y bautismo. ¿Pero qué pasará el día que contraiga matrimonio? Ni mi esposa ni yo tendremos jamás fuerzas para afrontar la situación de decirla que no somos sus verdaderos padres. Es más, si alguna persona tuviese la osadía de decírselo, se lo negaríamos. Es mucho el cariño que le tenemos, que ella centuplica con todos sus actos. ¿Cómo- pueden decir los teóricos que se les puede comunicar la verdad con una sonrisa? A mi juicio cometería un crimen monstruoso. Le haría un daño irreparable. Destrozaría para siempre su alegría, su confianza. Se consideraría un ser inferior y cortaría iodos sus vuelos. Ni en artículo 7 nortis me atrevería a decirle la verdad. Prefiero llevarme a la tumba el secreto, sintiendo la satisfacción de haberle hecho un bien. Y para terminar, transcribo el párrafo de una carta que dice lo siguiente: Quiero que sepa la tragedia que por culpa de la ley vive una amiga mía. fervientemente católica. Su único hijo, adoptivo, terminó brillantemente su carrera universitaria. Marchó luego a perfeccionar idiomas al extranjero. Ignora su origen. En el país donde ahora reside ha conocido a una joven sin creencias, con la que desea casarse, y mi amiga, que adora a este hijo, le anima a que contraiga matrimonio civil. ¿Y sabe por qué? Por haberse informado que para contraer este matrimonio resulta suficiente eü extractó de la partida de nacimiento. ¡Cualquier cosa co tai de no revelarle la verdaát

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