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ABC MADRID 16-05-1969 página 47
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ABC MADRID 16-05-1969 página 47

  • EdiciónABC, MADRID
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MADRID, V I E R N E S 16 DE MAYO PESETAS A B C- EN WASHINGTON DIRECTOR: TÓRCtJ ATO. LDCA DE TENA. DE 1969- NUM. 19.704 TRES DEPOSITO LEGAL: M- 13- 1958- 136 PAGS. Y EL TCONG RICHAPAZ DE NIXON EN ESTE NUMERÓ Editorial La oferta es viable y satisfactoria, y no se descarta la posibilidad de que los comunistas reconsideren su respuesta. SOMBRAS EN LA PEQUEÑA PANTALLA (Pág. 36. U. S. A. DECLARACIONES DEL NUEVO EMBAJADOR DE ESTADOS UNI- EL INTERÉS SE CENTRA AHORA EN LA CONFERENCIA DE PARÍS, DONDE LAS DOS PARTES CUENTAN CON UNOS PROYECTOS CONCRETOS Y Washington 15. (Crónica de nuestro corresponsal, por telex Una nación terriblemente cansada de la guerra de Vietnam- -lista de bajas semanal de hoy, 184 muertos, 1.200 heridos- -escuchó anoche a su presidente con interés y expectación cuando, por primera vez desde el principio de su mandato, Richard Nixon, que había prometido en Su campaña electoral que terminaría aquella guerra, se dirigió a la opinión nacional por radio y televisión para darle cuenta de la situación y de sus planes. Al término de su importante declaración, Nixon se refirió a aquel compromiso electoral del otoño de 1968, y dijo: Estoy determinado a cumplir aquella promesa. Si no lo consigo, sé que el pueblo americano me pedirá cuentas de mi fracaso... Tenía razón Nixon, pero la cuestión, en este momento, es otra, La cuestión es saber, y ello se irá viendo en las semanas inmediatas en París y en los campos de batalla vietnamitas- qué posibilidades reales existen hoy en Vietnam para una paz con honor He no sea al precio unilateral de un abandono norteamericano de la empresa militar a que se lanzó esta poderosa nación en los años de Eisenfaower, John Kennedy y, sobre todo, Lynüon Johnson, el gran escalador de aquel desastre oriental, dejando a merced de Hanoi y el Vietcong el aparato político montado en Saigón en el sangriento curso de estos años de sacrificio humano, subversión nacional y cargas financieras ingentes sobre la retaguardia. Nixon parece tener mucha conciencia de ello, y anoche lo dijo con toda franqueza, reconociendo, en definitiva, que salir de aquella guerra en términos honorables va a ser mucho más difícil de lo que fue entrar en ella bajo la premisa, equivocada, de que el poder militar americano acabaría en unos meses con la insurgencia interior y la intervención masiva de las divisiones del Norte sobre el Sur. La falsa ilusión de los generales de Lyndon Johnson de C! ue la guerra podía ser ganada militarmente fue reconocida por el mismo Johnson antes de abandonar la Casa Blanca. Tarde y con daño, el ex presidente se convenció de que, fundamentalmente, se encontraba ante una guerra política que sólo admitiría soluciones políticas, por muy antipáticas ue fueran a la estrategia y a las Ideas norteamericanas. Aquel error acahó con la presidencia y el poder del orgulloso heredero de John F. Kennedy. A estas alturas Nixon rechaza, para empezar, las dos posiciones extremas de la tragedia vietnamita vista desde Washington: la de devolver a Vietnam del Norte a la edad de piedra- -solución Curtís Lemay- -y la que alimenta la subversión universitaria e intelectual del país, que consiste en la evolución unilateral e incondicional de Vietnam por las fuerzas militares norteamericanas, es decir, el abandono abyecto. Un profesor de Harvard, el doctor Wald, decía el otro día tener la fórmula de la evacuación militar americana de Vietnam. En barco decía; pero la fórmula es demasiado primitiva para ser viable en este momento. Después de su declaración de anoche es evidente que el presidente busca un terreno intermedio de maniobra política y diplomática que le dé margen en París para una negociación honorable de paz no sólo para Estados Unidos, sino asimismo para el régimen instalado en Saigón con el poderoso soporte de Washington. Las premisas nixonianas para una paz en Vietnam se basan en dos supuestos: a) Evacuación gradual y mutua de todas las fuerzas militares extranjeras en Vietnam del Sur, incluyendo al Ejército norteamericano, a sus aliados y, naturalmente, a las dimisiones regulares del Ejército de Vietnam del Norte, dejando sólo al Ejército sudvietnamita y al Vietcong insurgente; y b) Elecc i o n e s supervisadas internacionalmente dentro de un marco de paz que garanticen a todos los efectos la autodeterminación de la ciudadanía de Vietnam del Sur, la demócrata, la retrógrada y la comunista. La propuesta de evacuación mutua y gradual de tropas extranjeras establece un plazo inicial dé dos meses, al término de los cuales las fuerzas remanentes se establecerían en bases fijas, sin combatir, en espera de su evacuación total. En otras palabras, el presidente acepta solamente el carácter político de la guerra, ofrece una retirada gradual de tropas en los próximos doce meses, sugiere una supervisión internacional de las operaciones a ejecutar, propone elecciones supervisadas en Vietnam del Sur, sin exclusión de ninguna fuerza DOS EN ESPAÑA Las negociaciones sobre las bases exigirán tiempo (Pág. 33. París INCIDENTE ENTRE POHER Y COI VE DE MURVILLE (Pág, 29. ABC DE LAS ARTES (Desde la pág. 113, en huecograbado, hasta el final. política, y se compromete a aceptar el resultado de las mismas, sea el que fuere Si en Hanoi hay buen sentido, sus gobernantes, aunque de momento rechacen, como han hecho hoy, junto con el Vietcong, el plan Nixon, comprobarán que la oferta de Washington es viable y satisfactoria; si es exacta su versión dé que Vietnam del Sur existe políticamente gracias al apoyo militar y al dólar norteamericano, ahí tienen una oportunidad de demostrarlo pacíficamente, sin más sangre ni tortura. Por su parte, si el régimen de Saigón dispone de fuerza política, de la confianza y el apoyo de que sus gobernantes alardean, y si sus tropas han alcanzado el grado de eficiencia militar que los generales norteamericanos reconocen, no hay por qué negarse al plan Nixon, si de lo que se trata es acabar de una vez con el martirio de una nación, con esa malhadada guerra sin objetivos discernibles. Sin ser precisas, dentro del confuso marco de la imposible crisis vietnamita, las propuestas de Nixon son, por lo menos, negociables por hombres de razón. Antes de regresar- -en la tarde de hoy- -a París, donde mañana se reúne de nuevo la Conferencia de Paz, el embajador Henry Cabot Lodge, que ha asistido al Consejo de Ministros convocado por Nixon para estudiar la nueva situación, junto con su Consejo de Seguridad Nacional, ha dicho que los diplomáticos de París tienen ahora sobre la mesa dos propuestas sustanciales: la de los diez puntos, ofrecida la semana pasada por la Delegación del Vietcong y los ocha puntos, presentados anoche aquí por el presidente Nixon. Creo que hemos entrado- -dijo Cabot Lodge- -en una nueva fas? activa de negociación, porque ambas par- 1 tes dispondremos ahora de bases concretas para discutir. Esta parece ser, en la noche de hoy, bastante esperanzadora, la amarga realidad de la crisis de Vietnam. -José María MASSIP. (MAS INFORMACIÓN EN LA PAGINA 27.

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