ABC MADRID 15-05-1969 página 111

ABC. JUEVES 15 BE M A T O DE 1969. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 85. QUINTA CORRIDA DE LA FERIA BE SAN ISIDRO NADA ENTRE SEIS TOROS Plaza de toros de Madrid. Stis toros de don Carlos Urquijo, de Sevilla, para Antonio Chenel Antoñete Miguel Mateo Miguelín y Manuel Cortés. Todas las tardes, al sentarme en mi localidad, pienso: ¿Veremos hoy algo distinto de la cansadísima monotonía habitual? No aspiro a faenas magníficas, a toros bravísimos, ni a ninguna otra gollería por el estilo; me conformo con mucho menos, con algo que se salga de la rutina implacable. ¡Qué alegría si pudiera comentar aquellos incidentes que antaño ocurrían con frecuencia en las corridas, ya en el ruedo, ya en los tendidos! Y nada. Se suceden corridas y más corridas y todas son absolutamente idénticas. Las malas, son malas de una sola manera; las buenas, de otra. El incidente, lo pintoresco, lo inesperado, ha desaparecido de la fieste. Estoy por creer que las corridas funcionan ahora reguladas por un ingenioso aparato que son una especie de corridas electrónicas. Se aprietan unos botones y la máauina lo hace todo. Creo que hay maravillas en estas maquinarias que van to, por muy cuidada que lleve su selección. Su comportamiento queda en el misterio, que, en mi estima, era uno de los atractivos de la fiesta en trance de desaparecer por su mecanización. Sólo entre los seis que hemos visto esta tarde, uno tan sólo, el cuarto, ha respondido a lo que debía esperarse de hierro tan prestigioso. Ninguno ha hecho cosas feas con el caballo, todos han acudido a él con cierta codicia, y algunos, como el segundo y el tercero, arrancándose de largo, pero ninguno con completa bravura. La codicia les faltó en el último tercio a todos, menos al cuarto. No era preciso un cerebro electrónico para apreciar la desconfianza de Antoñete con el primero, al que no intentó torear de muleta. Recurrió al trasteo más o menos por la cara. Los optimistas no pudieron aplaudir. ¡Lo que sufrirían los pobres! Muere el toro de un pinchazo y una estocada. El segundo se declara marmolillo en cuanto se le acerca Miguelín con la muleta. Antes lo había banderilleado, bastante mal par cierto. Cuando un marmolillo de toro dice que no se mueve, no hay forma de convencerle de lo absurdo de su actitud. Habría que resucitar la suerte de los perros de presa, a ver si entonces el marmolillo reaccionaba. En honor de la verdad hay que decir que Miguelín no se esfuerza demasiado en incitarle a abandonar su pasividad, pensando muy acertadamente que un torero no puede convertirse en perro de presa. Lo mata de un pinchazo y una estocada. El tercero fue un aspirante a marmolillo, malogrado por la voluntad y el tesón y las buenas maneras de torear de Manuel Cortés. Su muleta le porfiaba la embestida. El toro remoloneaba y, al fin, se decidía. Entonces Cortés, con temple, lo llevaba casi a rastras, y sacaba un pase limpio, airoso y lo más largo posible. La faena tuvo ese gran mérito, el de tener ue hacerlo todo el torero. La colaboración del toro apenas existía. Cortés se las arregló para otorgar, incluso, variedad a su excelente fanea. Los optimistas, con justa razón, recobraron su júbilo. Todo fue sobre ruedas hasta la hora de matar. Aquí falta Cortés. Ni en un pinchazo ni en una estocada se estrecha como era su obligación después de tan buena faena. Los optimistas pidieron oreja, y en vista de que no 1 obtuvieron hicieron lo de siempre. Las dos vueltas al ruedo. Ni los optimistas se cansan ni yo tampoco de repetir que no se puede premiar alegremente una faena, por buena que sea, rematada malamente con la espada, porque es alentar lo reprobable. La faena de muleta de Antoñete al cuarto, el único que embistió con codicia, principió muy bien. Vimos unos cuantos pases con la Izquierda dotados de la finura y el buen gusto de este torero de tan ooeo ánimo. Las frecuentes pausas con que dividió la faena le fueron fatales, como resultan siempre todas las pausas. El ánimo de Antoñete fue decayendo, porque insisto en que no se puede romper la unidad impunemente. Si hubiera seguido siempre en la cara del toro, seguramente habría obtenido brillante éxito. Mata de una estocada y tres descabellos. Tarde de marmolillos para Miguelín porque el quinto ya pasaba de marmolillo y llegaba a marmolazo. Tampoco se esfor- ACUERDO SOBRE TRANSMISIÓN TELEVISADA DE CORRIDAS Diez corridas de toros serán televisadas durante la. actual temporada, conforme con el acuerdo suscrito ayer entre Televisión Española y las Agrupaciones sindicales de empresarios taurinos y profesionales de esta actividad, anuncia el Servicio de Información Sindical y transmite Cifra. El convenio prevé la retransmisión de corridas en las plazas de Madrid, Pamplona, Córdoba, Granada, Barcelona, Zaragoza y Burgos, sin determinar do momento la fecha en que serán retransmitidas. También se acordó la promoción de cierto número de novilladas picadas, con el propósito de ayudar a los que destaquen como profesionales del toreo, durante los meses de julio y agosto, con una frecuencia de una por semana. En la reunión intervinieron representantes de los grupos sindicales de matadores de toros, novillos y picadores, rejoneadores y banderilleros, apoderados taurinos y mozos de espadas. zó en incitarlo; al contrario, al situarse muy cerca de él, lo ahogaba, y sólo obtenía un cuarto de embestida. Al final tuvo que contener sus deseos de emprenderla a golpes con el marmolazo, y trocó los uñe- De Manuel Cortés, al tercero. ¿Es un pase de frente por detrás? sustituyendo al trabajo humano. Espero con ansia el Invento de un aparabito al aue se oprima su correspondiente botón y al minuto salga la crónica de una corrida. Esto sería lo ideal, un cerebro lo más electrónico posible que se estruje sus clavijas para reseñar una corrida. Sin ir más lejos, en la de hoy quisiera yo ver al más ingenioso de los cerebros electrónicos. ¿Qué diría de una corrida en la que no ha pasado nada? Quizá ese prodigioso cacumen encontraría ideas y palabras. Quizá. Pero es el caso que tal crítico mecánico no existe por el momento. Y por tanto, me tengo que conformar con mi pobre sustancia gris. La estoy exprimiendo hace rato, y nada, será gris, j ero la sustancia no aparece. ¡La corrida de don Carlos Urquijo ha sido una corrida de verdaderos toros. Su presen tacion, inmejorable. El peso, justo. El trapío, soberbio. Finos, bien hechos los toros. Con cara. Con respeto. El ganadero ha cumplido escrupulosamente su deber. Es de pensar que ha elegido sus toros no ateniéndose únicamente a su trapío, sino que también habrá tenido en cuenta sus notas. Hasta aquí es donde puede llegar un ganadero como sería de desear que fueran todos. El comportamiento de los toros ya queda fuera de sus posibilidades de acier- 17 natural de Antoñete al cuarto toro. tazos con caricias al testuz. Una estocada. El sexto tenía muy poca fuerza. Doblaba sus manos con facilidad. Cortés sólo se preocupó de que no se cayera. Muy mal con la espada. Seis pinchazos y tres descabellos. Lo dicho, que se invente pronto un cerebro electrónico para dar cuenta, sobre todo, de estas corridas de nada entre seis toros. Antonio DIAZ- CAÑABATE. En otras plazas CORRIDA DE FERIA EN OSUNA Osuna (Sevilla) 14. Corrida d feria. Seis toros de Clemente, Tassara. Gregorio Sánchez, en su primero, faena aguantando mucho; estocada que mata rápidamente; aplausos. En su segundo, faena voluntariosa ante un toro quedado; tira a. abreviar y mata de una estocada entrando bien; ovación. El Cordobés en su primero, faena con pases variados; media y descabello; oreja. En sa segundo, faena de rodillas, de pecho, molinetes y giraldillas; estocada y descabello; dos orejas y rabo. Palomo Linares, en su primero, faena muy torera; estocada; vuelta. En el que cierra plaza faena sentado en el estribo, redondos, naturales y de pecho; media estocada; una oreja. Palomo Linares y El Cordobés salieron ltoCifr PARA VENDER ARTÍCULOS DE MUCHO CONSUMO buscamos VENDEDORES que trabajen en empresas, organismos oficiales, etc. Escribir al Apartado 50.014. Cifrar referencia A- l