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ABC MADRID 25-04-1969 página 7
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ABC MADRID 25-04-1969 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
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OTRO PUENTE PARA LA CIUDAD UANDO el río suena, agua lleva; pero cuando el río ipasa, puente quiere y solicita. Por la puente, que está seco es la más segura manera de cruzar el río. Hay caminos, a veces, que no llevan a ninguna parte y, antes que unir, separan. Con los puentes sabe uno siempre a dónde va y en qué orilla quedarse; cumplen su función, acercan, aproximan. Un puente es una vía de amor y conocimiento, una obra cuyo alcance humano y transitable parece un gentil obsequio que se añade a la ingeniería. Por eso las ciudades con río de por metió tienen el compromiso ciudadano de hacer que su calle del agua sirva de encuentro en lugar de frontera, que no se haga obstáculo, sino ocasión de cita. 1 puente es una persepectiva que enriquece. No hay mejor manera de asomarse al tiempo que se va ni de comprobar el amor que se queda. Hay panoramas que sólo se divisan desde el puente, sea el de mando o el de los suspiros, colgante o levadizo. Murcia, con río varón y poderoso, fue durante siglos ciudad de un solo puente. Alfonso el Sabio construyó el primero, cuando a su orilla iba en procura de estudio. La solidez del Puente Viejo se armó con piedra voluntariosa y firme por el conde de Floridablanca en la primavera murciana del XV 33 J. Pasó mucho tiempo y más agua, hasta que, con el primer año de nuestro siglo surgió, río abajo, el que se llama Puente Nuevo y, lo que son los nombres, ese nuevo puente, de hierro y altivo trazo, envejeció mucho antes que su compañero y ambos quedaron estrechos por el gran estirón de la ciudad. Ahora acaba de inaugurarse el tercer puente, casi una sorpresa para las sendas de las orillas que transitan por Beniaján y La Condomina. El puente se alza en Vistabella y, fiel al nombre, es una bella vista la que permite asomar no sólo a los frutales y la industria, sino a la esperanza y el mañana. El camino de Orihuela y el de Algezares quedan más cerca. Un hombre de Algezares, su más esclarecido hijo, el viajero y diplomático don Diego de Saavedra Fajardo, ponía como mote en una de sus políticas empresas aquello de O subir o bajar Puede que dos paisanos de monta, Peral y La Cierva, quisieran, cada uno por su cuenta y afán, hacer conciliable lo uno con lo otro, sin merma ninguna. Submarino y autogiro nos permitieron bajar y subir, dos formas de unir y alcanzar. Eso es el puente: suma y sigue, ganancia colectiva, operación con la que, como un ala, asciende la vida y profundiza el diálogo, crece en belleza la ciudad y todo se hace prójimo. Porque el puente ayuda a descubrir la otra ribera y evita que el vecino de enfrente se nos convierta en un pariente lejano a quien desconocemos. El nuevo Puente de Vistabeila, en servicio. Todo pasa, pero algo queda. Lo propio del río, subdito de Heráclito, es pasar, camino del morir. Lo que corresponde al puente es, como a la casa y al árbol, quedar, sobrevivir. El río es discursivo y el canción estimulante y creadora. Es opor- sión y de alegría. El hombre siempre quiere puente resumidor. Quizá el agua nos en- tuno, pues, este tercer puente, víspera de tender puentes. Todos los puentes son de señe una lección, pero el puente nos mete un cuarto. Son puentes tendidos al traba- salvación. Pontífice quiere decir eso, el que en el alma la evidencia del poema. Y es jo y al comercio, puentes con porvenir. hace puentes. Es lo primero que se bomdesde sus recién estrenadas silabas, conso- Porque, antes, como en tantas ciudades, el bardea en las guerras y la más urgente tanantes, como a Murcia se le ensancha el puente era divisorio. Pasar el puente era rea que se ¡propone la paz. Con este acanto ir a Murcia. Mi abuela aún me decía: de paz aromada riace en Murcia el de Vishorizonte y acrece la mirada. La tierra, frutal y ubérrima, anda en cuando vayas a Murcia me traes unos me- tabella, puente para la ciudad y sus hoíatiempo de buena esperanza, porque el agua rengues de Ros Los del Barrio, vivíamos bres, casi un descubrimiento y otro milagro que le va a llegar desde los altos puentes extramuros. nace con voluntad de expan- de la primavera. Este puente Salvador JIMÉNEZ del Tajo y los caminos se anuncia como C

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