ABC MADRID 23-04-1969 página 54

Una noche de primavera sin sueno representada en Lara en 1927. ¿POR QUE NO SE REPRESENTA L AS generaciones maduras guardan un recuerdo de avanzadilla del teatro de Enrique Jardiel Poncela. Las últimas generaciones no conocen o conocen escasamente su producción escénica puesta en pie, ya que solamente han visto en los escenarios Eloísa está debajo de un almendro Blanca por fuera y Rosa por dentro y Cuatro corazones con freno y marcha atrás Estas generaciones jóvenas. que tanto interés tienen por el teatro, a las que debemos justicieramente el renacimiento, en todos sus aspectos, de una tradición cultural que había languidecido, han surgido con avidez inusitada por el arte escénico hasta tal punto, pue han conseguido sobréimponer la ya considerada decadente tradición escénica sobre el hasta hacs poco absorbente imperio cinematográfico, denunciado por Jardiel Poncela ante una lucha desigual que arrebataba a la juventud decía. Anta la coyuntura de hoy, propicia al teatro, hay que considerar que del teatro escrito por Jardiel Poncela se viene teniendo un conocimiento precario, sólo, en la mayoría de las gentes, por medio de la lectura de sus obras editadas, publicadas en varias ediciones agotadas y reimpresas y de lo que soy testigo profesional y cotidiano. Lecturas que les ha hecho ilusionarse, entusiasmares al encontrar una frescura, una vitalidad, una forma nueva, irruptora, en contrapartida con el teatro al uso de una sociedad influyente. Vitalidad y contrapartida que van desde la manera original y sugestiva de titular las obras fobsérvese, como principio, una peculiaridad de ingenio y rotundo sentido original y atrayente difícil de encontrar en muchos autores) continuando por el planteamiento escénico hasta culminar con el humor atrevido, igualmente nuevo y jugoso en el teatro, paradójico y absurdo en el gran juego de ideas y palabras humorísticas, como un descubrimiento de resortes n 1 subconsciente del espectador, y que abarca desde las situaciones y sorpresas hasta la mejor planificada y desarrollada guerra sin cuartel al tópico. Teatro del Absurdo, genuínamente escrito y estrenado en Fqnriw y por un español, l a ignorancia supina de Martín Esslin al estudiar en su libro del Teatro del Absurdo (Londres, 1961) la parcela de España con un estreñimiento cerebral, más que ceñimiento visual, al no saber salir de nuestros compatriotas VaHe- Inclán, Manuel de Pedrolo y Fernando Arrabal, puede que haya hecho más daño en la avidez de nuestras generaciones tim- H y en las de fuera de nuestras fronteras- -que una vaca sobre un tejado de vidrio, expresión jardielesca un tanto exagerada sobre el teatro de Moratin. Jardiel Poncela- estaba, castrando propiamente su talento- -dejándose enfermar por una verdadera depresión absurda, verdadero drama del Teatro del Absurdo vivido sobre su propia carne y su propia alma, su final de horizonte, su antemuerte y su muerte- -cuando lonesco bisoño empezaba a presenciar los ensayos de LUeure Anglaise que dirigía Nicolás Bataffle en el pequeño Théátre de Poche, presencia de autor nuevo que, por un error de cierto intérprete, dio a lonesco el chispazo para titular a su primera obra del absurdo La cantante calva O cuando, en el teatro de los Noctambules, Artimr Adamov, en noviembre del mismo año 1950 irrumpía con La gran y pequeña maniobra Sin citar a más. Y sin embargo, lonesco y Adamov no conocen a Jardiel. Y muchos españoles si conocen a lonesco y a Adamov y tampoco